Gato de la suerte: ¿de dónde surge esta creencia?

Gato de la suerte: ¿de dónde surge esta creencia?

Escrito por Yamila

Última actualización: 28 noviembre, 2017

Seguramente hayas visto en la entrada de una tienda o casa un muñeco blanco o dorado que mueve su manita como saludando a los recién llegados. El llamado ‘gato de la suerte o de la fortuna’ proviene de la cultura japonesa. En este artículo te contaremos dónde nace esta creencia y mucho más.

Gato de la suerte: ¿por qué todos tienen uno?

La escultura puede ser de plástico o de porcelana. Pero, sin importar la versión o el material, tiene el mismo significado: atraer la suerte. La mayoría de las personas creen que este gatito nos está “saludando” por el movimiento de la pata delantera. Pero, sin embargo, está en una actitud de llamada. No olvidemos que los orientales flexionan su torso y cabeza para saludar. Así pues, el hecho de levantar la mano para decir “hola” o “adiós” es puramente occidental.

Gato de la suerte

Pero volviendo al Gato de la suerte, debemos saber por ejemplo que su nombre original es Maneki-Neko. La primera palabra quiere decir “invitar a pasar”, y la segunda “gato” en japonés. Por lo tanto, sería algo así como “el gato que te invita a pasar”. Además, el movimiento de la mano es una notable invitación a entrar a un lugar y de recibir a los invitados.

El felino que sirvió de inspiración para este objeto tan popular en los países asiáticos (y cada vez más en los europeos o americanos) es el Bobtail Japonés. Esta raza es famosa por no tener cola debido a una mutación natural de su columna vertebral.

El Gato de la suerte se ve en todo tipo de negocios, tiendas y restaurantes. La pata izquierda es la que suele dejar levantada o en movimiento (según el material con que se haya confeccionado) y con la derecha sostener una moneda antigua conocida como Koban. Además, puede contar con un collar de cascabel para ahuyentar los malos espíritus.

Significado de los colores del Gato de la suerte

El simbolismo en Japón es muy importante. Por ello, el Maneki-Neko puede tener diferentes versiones. Cada una de ellas significa algo diferente.

Por ejemplo, si saluda con la pata derecha, es sinónimo de dinero y prosperidad; si lo hace con la izquierda, atrae a las visitas. Incluso hay esculturas con ambas manitos levantadas, que quiere decir protección.

También hay diferencias según el color del Gato de la suerte. El que más “poderes” tiene es el tricolor (negro, blanco y naranja), y se dice que es el mejor para los viajeros. Merece la pena destacar que esta característica en cuanto a los tonos de pelaje se conoce como Calicó, y es la combinación más habitual en los Bobtail.

Además, podemos encontrar Maneki-Neko verdes (para la salud y los estudios), blancos (para las cosas buenas en el futuro), dorados o plateados (suerte en los negocios), rojos (amor), amarillos (economía), azules (para cumplir los sueños), rosas (matrimonio) y negros (felicidad y evitar mala suerte).

Leyendas e historia del Gato de la suerte

¿De dónde surge la tradición de poner una escultura de un gatito moviendo la mano en la entrada de las tiendas y casas? Los japoneses no tienen una, sino tres explicaciones basadas en leyendas.

Tienda donde venden gato de la suerte

La primera nos cuenta sobre un templo con muchos problemas económicos. Allí, un monje compartía su escasa comida con su gatita llamada Tama. Un día, un señor feudal se resguarda de la lluvia bajo un árbol y ve a una gata de tres colores que lo llamaba para que entrara al templo. Apenas el hombre se acerca al animal, un rayo cae en el árbol donde se estaba guareciendo. Como recompensa, financia los arreglos del templo y trae nuevamente la prosperidad al lugar.

La segunda historia narra los hechos de una cortesana de Tokio que tenía un gato. Este fue asesinado por el dueño del burdel al creer que estaba embrujado. La mujer se sumió en una profunda tristeza por la muerte de su mascota. Por ello un cliente le hizo un retrato en madera para que estuviese siempre con ella.

Finalmente, otro cuento también de Tokio habla sobre una anciana que debió vender a su gato debido a su extrema pobreza. El felino se le apareció en un sueño y le pidió que hiciera una escultura de su cuerpo con arcilla, la cual vendió pronto. A partir de ese momento se dedicó a crear más estatuas del gato y a aumentar sus clientes.

Fuente de la imagen principal: 藤原香紀


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