Gato británico de pelo largo: origen y características

De carácter calmado y amigable, larga melena y gran tamaño, el gato británico de pelo largo es una opción estupenda para muchos tutores responsables.
Gato británico de pelo largo: origen y características
Francisco Morata Carramolino

Escrito y verificado por el biólogo Francisco Morata Carramolino.

Última actualización: 06 marzo, 2024

Los gatos son unas de las mascotas más populares, pero existen muchísimas razas de ellos. A la hora de buscar un félido que adoptar como animal de compañía, tanta variedad puede dificultar mucho la elección. Aquí, te presentamos una raza muy recomendable, el gato británico de pelo largo.

Estos gatos se crearon accidentalmente en el siglo XX y están en el proceso de ser reconocidos como una raza propia. Si estás buscando un compañero felino y quieres saber más sobre el gato británico de pelo largo, ¡sigue leyendo!

Origen del gato británico de pelo largo

Los gatos británicos provienen de los félidos que acompañaban a los romanos una vez colonizaron Gran Bretaña. Estos animales fueron importados originalmente desde Egipto.

A partir de estos antiguos animales, se estableció la raza de gatos británicos de pelo corto (British Shorthair), que se ha mantenido muy relevante y apenas alterada a lo largo del tiempo. De todas formas, su supervivencia no siempre ha estado garantizada.

Con la llegada de la Primera Guerra Mundial, y más aún tras el paso de la Segunda, el acervo genético de los British Shorthair quedó severamente reducido. Con tal de aportar variabilidad genética y salvar la raza, los criadores comenzaron a cruzar los ejemplares supervivientes con gatos persas.

Estos gatos portaban el gen del pelo largo, pero este gen es recesivo, tal y como indican portales especializados. Esto quiere decir que, para que las crías tengan pelo largo, ambos de sus progenitores deben portar este gen. Por lo tanto, la mayoría de gatos que surgieron de estos cruces iniciales eran idénticos a los felinos de pelo corto habituales.

Sin embargo, con el paso del tiempo, comenzaron a aparecer gatos de pelo largo. A medida que el gen recesivo empezaba a hacerse más habitual entre las nuevas generaciones de Shorthairs, los rasgos del gato británico de pelo largo empezaron a hacerse cada vez más vigentes.

Aunque al principio fueron rechazados, los británicos de pelo largo hoy en día constituyen una raza cada vez más reconocida y querida. El British Longhair es muy popular hoy, pero como tantas otras cosas, surgió de modo totalmente no intencionado.

Un gato británico sobre un fondo blanco.

Características físicas

Debido a su origen, el gato británico de pelo largo comparte muchas de sus características con su ancestro de pelo corto. Son felinos medianos o grandes, con una larga melena densa que les hace parecer aún más imponentes. Por lo general, son bastante robustos y anchos, con fuertes patas cortas y una cola gruesa.

La cabeza es grande y redondeada, con un hocico corto. Las almohadillas de los bigotes son bastante prominentes y están redondeadas, como ocurre con la barbilla. Los ojos son grandes, muy circulares y abiertos. Las orejas son cortas y redondeadas.

Al igual que ocurre con el británico de pelo corto, este gato cuenta con una extensa variedad de colores. Algunos individuos presentan un solo tono por todo el cuerpo, mientras que otros están adornados por combinaciones muy diferentes.
Existen más de 300 patrones de color, pero algunos de los más populares son los siguientes:

  • Tortie: este patrón de 3 colores recuerda al caparazón de una tortuga. Los torties suelen ser hembras.
  • Colourpoint: el gato es generalmente blanco en todo el cuerpo, con las puntas de las patas, cola, nariz y orejas más oscuras.
  • Tabby: este patrón característico consiste en un color base atravesado por una serie de rayas irregulares más oscuras.

Carácter del gato británico de pelo largo

Estos felinos son amigables y cariñosos, pero también mantienen su independencia. Aunque no dependen constantemente de sus dueños, disfrutan de la compañía humana. A menudo, prefieren estar en la misma habitación que las personas, jugar o acurrucarse con ellas. Sin embargo, también están a gusto pasando el tiempo por su cuenta.

Por lo general, la raza es tranquila y calmada. No son gatos especialmente activos, pero sí curiosos. Disfrutan de los juegos que les proporcionan estimulación mental, aman la comida y no suelen ser nada ruidosos. Además, esta personalidad los hace compatibles con situaciones familiares muy diferentes. Toleran bien la convivencia con niños, perros y ancianos.

Cuidados del gato británico de pelo largo

Esta raza requiere unos cuidados muy similares al resto de gatos domésticos, con 2 aspectos de especial interés. Por un lado, el largo pelaje necesita más mantenimiento que otras razas de pelo corto. Si se deja desatendido, puede enredarse rápidamente y acumular residuos, lo que es molesto para el animal y suele acarrear problemas de salud. Para evitarlo, es muy recomendable cepillar al gato cada semana.

Por otro lado, estos felinos no son muy activos y les entusiasma la comida. Esto los hace propensos a la obesidad. Es muy importante asegurar que los gatos hagan suficiente ejercicio y no descuidar su alimentación.

Cabe destacar que dejar al felino deambular libremente fuera de la casa no es buena opción. Aunque así haría ejercicio, hay que recordar que los gatos son especies invasoras que producen daños muy severos a la biodiversidad local si se dejan libres. Una mejor alternativa, para ellos y para la naturaleza, es ejercitarlos dentro del hogar.

Enfermedades

Como toda raza pura o cruce sostenido en el tiempo, el gato británico de pelo largo tiene predisposición a ciertas patologías. Entre ellas, destacamos las siguientes:

  1. Hipertiroidismo: una condición que ocurre cuando la glándula tiroidea está hiperestimulada y produce demasiadas hormonas. Algunas fuentes sostienen que esta patología es típica de los gatos británicos, pero investigaciones han descubierto que tienen menos riesgo que los Shorthairs de desarrollarla.
  2. Cardiomiopatía hipertrófica: una patología caracterizada por el engrosamiento atípico del ventrículo izquierdo del corazón. En este caso, sí que es una condición más proclive de presentarse en el gato británico que en otras razas.
  3. Enfermedad renal poliquística: en esta condición, se producen quistes no cancerosos en los riñones del felino, de forma lenta pero constante. Sin duda, los gatos persas son los más afectados por esta enfermedad, pero los británicos no se salvan, ya que se han registrado y genotipado muchos casos.
Un gato británico sentado en la hierba.

Los gatos británicos son bellos, leales, juguetones y tienen un aspecto imponente. De todas formas, como toda raza cruzada a lo largo del tiempo entre parientes para obtener los rasgos deseados, reporta ciertos problemas de salud que deben tenerse en cuenta.


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