Especies endémicas: qué son y qué ventajas tienen

Las especies endémicas son de gran importancia para el ecosistema, pero también más vulnerables debido a su «encierro» en sitios específicos de los continentes.
Especies endémicas: qué son y qué ventajas tienen

Escrito por Yamila

Última actualización: 13 diciembre, 2022

Los animales se han adaptado a vivir en los diferentes ecosistemas que existen en el mundo. Aunque algunos son capaces de sobrevivir a diferentes ambientes, otros solo se restringen a sitios particulares con características específicas. Un ejemplo de estos últimos son las especies endémicas.

Se conocen como especies endémicas a aquellas cuya distribución está limitada. Además, no es posible hallarlas –de forma natural– en otra parte del mundo. En este artículo te contaremos cuáles son sus características y ventajas.

Conociendo a las especies endémicas

El término «endemismo» se utiliza tanto para los animales como para las plantas, y sirven para definir a aquellas especies cuya distribución está reducida a un lugar específico, como puede ser una isla o un desierto.

Cuando se habla sobre las especies endémicas, en realidad se refiere a las que es posible hallar en forma natural únicamente en esa región, país o ecosistema.

El endemismo puede estar presente en todos los espacios naturales que conocemos, como una cima montañosa, una isla, un país, una selva, un lago o un desierto. El concepto se aplica a especies, pero también puede emplearse para subespecies, géneros o familias animales o vegetales.

Especies endémicas de Australia: canguro

Las islas son el lugar «perfecto» para las especies endémicas, debido a su aislamiento. Por ejemplo, Australia no ha tenido contacto con el resto del planeta durante millones de años, por lo que cuenta con flora y fauna exclusiva y diferente.

Otros de los ejemplos emblemáticos son las islas Galápagos, el archipiélago de Hawaii y las islas Canarias, todas de origen volcánico y que nunca han estado en contacto con algún continente. Allí podemos encontrar especies que no habitan en ningún otro sitio, como es el caso de la tortuga de Galápagos, el murciélago hoary o el pinzón azul de Gran Canaria.



Especies endémicas de Canarias: pinzón azul

Tipos de endemismo

Las especies que son endémicas se pueden clasificar según la distribución que ocupan en los siguientes tipos:

  • Microendémicas: tienen una distribución muy reducida. Por lo común, se restringen a pequeños ecosistemas.
  • Cuasiendémicas: su distribución excede los límites geográficos. Por ejemplo, algunas especies son endémicas de México, pero una pequeña parte de su población vive fuera del país.
  • Semiendémicas: se denominan así a las especies que solo pasan una época del año en cierta zona, ya que viven en otra región el resto del año.

También existe una clasificación de las especies endémicas que toma en cuenta la relación genética con otras especies. Con esto en mente, se identifican los siguientes tipos:

  • Paleoendemismo: especies que forman grupos diferentes porque sus características morfológicas, químicas y genéticas difieren entre sí.
  • Esquizoendemismo: se refiere a especies que tienen características morfológicas parecidas, pero que a nivel genético presentan diferencias significativas.
  • Patroendemismo: especies que presentan características físicas similares, no obstante, uno de ellos contiene mayor cantidad de cromosomas. Esto suele ocurrir en plantas y les da la capacidad de colonizar un área más extensa.
  • Apoendemismo: es similar al patroendemismo, solo que las especies con mayor cantidad de cromosomas ocupan un área más reducida.

Ejemplos de especies endémicas

Existe una gran cantidad de especies endémicas que se pueden nombrar. Sin embargo, entre las más populares se encuentran las siguientes:

  • Vaquita marina (Phocoena sinus). Endémica del alto Golfo de California.
  • Vibora de cascabel de la isla Santa Catalina (Crotalus catalinensis). Endémica de la isla de Santa Catalina en México.
  • Perrito llanero mexicano (Cynomys mexicanus). Endémico del noroeste de México.
  • Ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum). Endémico de los lagos de Chalco y Xochimilco en México.
  • Conejo de los volcanes (Romerolagus diazi). Endémico de los parques nacionales de México: Izta-Popo, el corredor biológico Chichinautzin, Milpa Alta, Topilejo y Tepozteco.
  • Lince ibérico (Lynx pardinus). Endémico de la península ibérica.
  • Lémur (Lemuroidea). Endémico de la isla de Madagascar.
  • Oso Panda (Ailuropoda melanoleuca). Endémico del continente asiático, aunque es más famoso en China.

¿Qué diferencia existe entre una especie endémica y una autóctona?

Aunque se parezcan mucho, las especies endémicas son diferentes de las autóctonas. Como se mencionaba, los animales endémicos son aquellos que tienen una capacidad de dispersión limitada y se restringen a vivir en zonas geográficas pequeñas (regiones o localidades). Por el contrario, las especies autóctonas o nativas son capaces de ocupar un nicho más amplio (países o continentes).

Debido a que las especies nativas tienden a mostrar una mayor distribución, es normal que se les encuentre en diferentes zonas dentro de un mismo país. Por otro lado, las especies endémicas solo se pueden encontrar en una única región geográfica, lo cual es parte del peligro que enfrentan.

La importancia de las especies endémicas

Un dato muy importante con relación a estos seres es que cuanto menor sea el área en el que habitan, mayor es el riesgo de que sufran cambios en la población, reducción de la tasa de supervivencia o caza furtiva. Es decir, que son más vulnerables a extinguirse.

Además, son bastante sensibles a los cambios en sus hábitat, como la tala del bosque o la creación de represas.

Las especies endémicas son mucho más que «exclusivas» para una isla, una selva, una montaña o una región. En la actualidad, la distribución de estos animales ha cambiado debido a la acción del hombre, quien ha llevado ejemplares a diferentes puntos del globo, ya sea como mascotas, para un zoológico o para extenderlos en otras latitudes.

La importancia de conservar a estas especies radica en que su representación está limitada a ese entorno y que su desaparición significa la pérdida de ejemplares especiales, por llamarlos de alguna manera.

Ellos han sabido adaptarse al hábitat donde viven y cumplen con una función específica, además de formar parte de una cadena trófica que se vería alterada por su desaparición. Esto quiere decir que, por ejemplo, si un reptil sirve de «alimento» para un ave y este último se extingue, la población del primero proliferará de manera inesperada y mayor a lo que se necesita en el ecosistema.

El peligro de la introducción de especies

También debemos prestar atención a una situación que se ha repetido bastante en el último siglo: la incorporación de especies en ciertos ecosistemas, que destruyen esa cadena alimentaria y generan estragos a nivel ecosistema.

Esta introducción –que puede ser intencional o accidental– cambia la relación y la simbiosis que existe en un territorio y afecta mucho a las especies endémicas, que no están acostumbradas al contacto o incluso a las enfermedades que pueden transmitir las recién llegadas.

Si bien todos los animales deben protegerse, las especies endémicas aún más. Esto porque no están extendidas en todo el mundo, son más frágiles que el resto –de las que se pueden hallar en otras latitudes– y son importantes para su ecosistema. De manera desafortunada, al ser los «eslabones más frágiles» del reino animal, necesitan de mayor protección y cuidado.



Especies endémicas en peligro de extinción

Las especies endémicas son más susceptibles a la extinción. Por ello, es normal que varias de ellas se encuentren clasificadas en algún grado de riesgo o vulnerabilidad. Entre los animales más conocidos con esta clasificación se encuentran:

Como se puede observar, el endemismo es una característica especial que aparece en respuesta a la especialización de los animales a un solo tipo de hábitat. Aunque dicho rasgo les permite desempeñarse mejor en su ambiente, también los pone en riesgo al no ser capaces de soportar los cambios. Claro está, son elementos cruciales del ecosistema. Por ello, es fundamental centrar los esfuerzos de conservación en este tipo de animales.


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