5 errores al educar un cachorro

Aunque queremos que todo sea maravilloso con nuestro cachorro, lo cierto es que educarlo no es una tarea sencilla. Acá te contamos 5 equivocaciones relacionadas con la educación de tu mascota.
5 errores al educar un cachorro
Georgelin Espinoza Medina

Escrito y verificado por la bióloga Georgelin Espinoza Medina.

Última actualización: 18 julio, 2022

Cuando tenemos un perro en casa pueden surgir muchas dudas sobre la crianza, en especial, si se trata de la primera mascota. La manera de alimentarlo, controlar su temperamento o enseñarlo a ir al baño son algunos de los aspectos que aparecen en nuestra cabeza. Aunque siempre queremos lo mejor, puede que sin darnos cuenta cometamos errores al educar a un cachorro.

Los perros son animales muy inteligentes, con gran capacidad de aprender, sin embargo, educarlos resulta todo un reto. Para que tengas una mejor idea a la hora de orientar a tu mascota, te traemos 5 errores comunes con el fin de que no caigas en ellos. ¡No te los pierdas!

¿Qué errores se pueden cometer a la hora de educar a un cachorro?

Cuando se trata de enseñar a un perro, son muchas las equivocaciones que podemos realizar, desde la manera como damos las órdenes hasta consentir en exceso, sin darnos cuenta de que perjudicamos al animal y entorpecemos su aprendizaje.

Los principales problemas de comportamiento en los perros se deben a un manejo inadecuado por parte de los tutores, por lo que estar informados es la prioridad. Por ello, te describimos 5 errores comunes al educar un cachorro:

1. El castigo, uno de los errores más recurrentes al educar a un cachorro

Al momento de educar a un can, es probable que pienses que los castigos y regaños tienen un impacto positivo sobre él y, a pesar de que todavía se trata de una técnica muy empleada, ya está comprobado que resulta perjudicial. No es bueno reprender a un cachorro y peor aún, hacerlo a destiempo, ya que solo conseguimos que nos tema sin que logre comprender lo que sucede.

Lo ideal es utilizar el refuerzo positivo en lugar del castigo, es decir, optar por algún premio ante las conductas que queremos que se mantengan en el cachorro e ignorar las malas. Las recompensas incluyen aperitivos o caricias. Esta técnica genera mayor bienestar y menos estrés en los perros.

Para que se logren los objetivos es muy importante ofrecer el premio justo en el momento que el cachorro esté realizando la conducta deseada o apenas termine. Si se hace a destiempo el perro no va a tener claro que comportamiento logró la recompensa.

¿Cuál es el mejor pienso para cachorros?

2. Falta de socialización

Uno de los errores más perjudiciales al educar un cachorro es no socializarlo. El período de socialización en perros es variable en las diferentes razas e individuos. Sin embargo, por lo general, ocurre entre los 21 días de nacido hasta alrededor de las 13 semanas de vida. Se trata de una etapa crucial, en la que se adquieren conductas propias de la especie que marcan el comportamiento social del individuo.

Esta etapa inicia con la madre y los hermanos, por lo que es oportuno no destetar a edad muy temprana y esperar por lo menos los dos meses que el cachorro comparta con sus congéneres. Así, la interacción con otros miembros de su especie contribuye a la exploración y la conducta social que tendrá cuando sea un adulto.

Además, después que el can llega al hogar, es necesario que comparta también con otros animales y seres humanos (aparte del dueño) para afianzar la conducta social y que no se revierta el proceso. Así se evita la timidez, el miedo, la huida y otros problemas de comportamiento como la agresividad.

Una mala socialización en los cachorros trae consecuencias peligrosas, ya que representa un alto factor de riesgo para la aparición de los problemas de conducta.

3. Ser impaciente e inconsistente con la educación del cachorro

Los perros no son humanos y no entienden nuestro lenguaje, por lo que no será fácil lograr un buen comportamiento. El camino puede ser largo, ya que no se consigue a la primera. Así, podemos caer en la impaciencia y dejar de mantener la postura y las rutinas, lo que resulta en un error al enseñar a un cachorro, que repercute en su comportamiento, empeorando la situación.

Cuando se enseña hay que insistir, sin desistir a fin de lograr los objetivos. También es muy relevante que todos los miembros del hogar se pongan de acuerdo para enseñar de igual manera, con las mismas palabras. De esta forma, los resultados no tardarán en aparecer.

4. No respetar al cachorro

El perro es un animal con necesidades y personalidad propia, no podemos interferir ante sus actividades. Por ejemplo, despertarlo cuando duerme, molestarlo cuando hace sus necesidades o cuando come. Es conveniente que él tenga su tiempo y su espacio, para no alterar su desarrollo, tanto físico como psicológico.

5. Falta de ejercicio

Un cachorro jugando en el parque.

Otro error muy común a la hora de educar a un perro es obviar sus necesidades de ejercicio. Así, acumula energías que generan malas conductas. Además, la actividad física como una caminata o un juego, relaja al cachorro y lo hace feliz. Un animal contento será más fácil de manejar y por lo tanto, de enseñar.

Los errores al educar un cachorro pueden aparecer, en particular, si no tenemos experiencia con mascotas. Lo importante es crear hábitos para corregir lo que estemos haciendo mal y buscar orientación de un experto si es necesario. Cada perro es diferente, conocerlo es vital para suplir sus necesidades y generar un vínculo con él.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Hiby, E., Rooney, N., & Bradshaw, J. (2004). Dog training methods: Their use, effectiveness and interaction with behaviour and welfare. Animal Welfare, 13(1), 63–69.
  • Mujica, R. (2012). Etología clínica en caninos. Mundo Pecuario, VIII(1), 60-72.
  • Riemer, S., Ellis, S., Thompson, H., & Burman, O. (2018). Reinforcer effectiveness in dogs—The influence of quantity and quality. https://doi.org/10.1016/j.applanim.2018.05.016

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.