Erizo pigmeo africano: el erizo que puedes tener como mascota

Erizo pigmeo africano: el erizo que puedes tener como mascota

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 02 diciembre, 2017

¿Sabías que el erizo pigmeo africano es una buena mascota para tener en casa?  Aunque no lo parezca, es un pequeño muy amigable y cariñoso. Su nombre es un término descriptivo acuñado por los criadores. Son insectívoros, es decir, que los insectos constituyen la mayor parte de su dieta y, aunque sus espaldas están cubiertas con cortas hileras de espinas, sus vientres son un deleite para tus dedos, ya que están cubiertos con piel muy suave.

El temperamento de estos pequeños es bastante agradable pero, cuando se siente amenazado, verás que se convierte en una apretada bola espinosa. Sin embargo, cuando se relaja, sus puntiagudas extremidades desaparecen.

Características del erizo pigmeo africano

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Gracias a la cría selectiva, estos erizos ahora están disponibles en una amplia gama de colores. Son muy compactos y alcanzan un tamaño de 5 – 8 pulgadas (12 – 20 cm) de longitud. Su esperanza de vida varía ampliamente, entre 3 y 8 años. Son mascotas que no llevan gran mantenimiento y anhelan la interacción humana.

Si buscas un erizo pigmeo africano para tener como mascota, lo mejor es encontrar un criador de renombre que críe a estos pequeños. De esta forma te asegurarás un buen temperamento del ejemplar. Recuerda que tiene que ser joven. La edad ideal para adoptarlo debe ser entre 6 y 8 semanas de vida, ya que de esa forma se acostumbrará más rápidamente a ser manipulado.

Escoge aquellos ejemplares que tienen ojos brillantes y fosas nasales claras y sanas. Su piel también debe observarse saludable. Si notas secreción o piel algo escamosa, toma tus precauciones, quizás el animal esté enfermo.

Asegúrate de que el erizo se encuentra en buena condición corporal, es decir, no es demasiado delgado ni tiene demasiado sobrepeso. Un buen lugar para comprobarlo es alrededor de las patas. Ten cuidado con los rollos de grasa, ya que la obesidad es un problema común en este tipo de animalitos.

Si piensas tener más de un erizo, lo mejor es que no ocmpartan jaula. La mayoría de ellos son verdaderamente felices cuando están solos. Si tiene compañía pueden no resultar tan amigables.

Todo lo que tienes que saber

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Una vivienda adecuada es una de las mejores cosas que le puedes brindar a un erizo. Cuanto más grande sea, mucho mejor. Puede escoger entre diferentes tipos de jaulas, pero evita aquellas que tengan piso de alambre. Con ese tipo de superficies es probable que el pequeño se haga daño. Una buena opción es la viruta de madera, pero no escojas cedro ya que puede dañar su salud. El pino, por ejemplo, es lo mejor. Recuerda que también debes incluir una caja de arena para que haga sus necesidades. No utilices arena aglomerante.

A los erizos les agrada ocultarse, sobre todo, cuando es hora de dormir. Por eso, coloca en su jaula una pequeña caja que sirva como recámara. Y obvio, no olvides sumar algunos juguetes. Para prevenir la obesidad, nada mejor que una rueda para que pueda hacer sus ejercicios diarios.

Otro punto que debes tener en cuenta es su alimentación. Durante muchos años, la comida para gatos ha sido el alimento recomendado, complementado con  gusanos o grillos. En las tiendas de mascotas puedes encontrar distintas marcas de alimento que suelen incluir todos los nutrientes necesarios.

Si quieres que el erizo pigmeo africano lleve una dieta con insectos, sal a tu jardín y quizás puedas sumar algunas pequeñas delicias a su menú. Aman los gusanos, las frutas, verduras y los grillos. Además, recuerda que, cuanto más variada sea la dieta de un animal, mucho mejor para su salud. Si lo deseas, también le puedes dar pequeñas cantidades de huevo duro.

En cuanto a cómo debes manipularlo, a la mayoría de los erizos no les gusta que los abracen. Sin embargo, les encanta escalar por sus dueños y quedarse en su falda. Recuerda que cuando se enojan saca sus espinas a relucir. Si lo tomas entre tus manos, notarás que no te pincha y que, en pocos minutos, todo vuelve a la normalidad. No te preocupes: si no lo sacas de sus casillas no tiene por qué reaccionar de esa forma.

Si tu nueva mascota se resiste a que le hagas cariños, puedes envolverla en una toalla gruesa, hasta que se acostumbre y ya no saque sus púas.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.