Entrenamiento de los perros anti-pirómanos 

Entrenamiento de los perros anti-pirómanos 

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 05 diciembre, 2017

Es posible que no hayas escuchado hablar de perros antipirómanos, así que hoy hablaremos un poco sobre esta importante labor que desempeñan algunos caninos.


Los perros han acompañado y ayudado a las personas lo largo de la historia, y el uso de ciertos dones y características ha sido sumamente benéfico para nuestra especie.

Los perros tienen sentidos muy potentes, como el oído y el olfato, que les permite detectar cosas que para nosotros sería imposible.

Sin embargo esto no es algo que sea gratuito. Los perros necesitan entrenamiento para poder cumplir labores específicas, así como potenciar todo su talento y sacarle el mayor provecho posible.

¿Qué es un perro antipirómano?

Los perros antipirómanos son un grupo de caninos entrenados específicamente para detectar el uso de acelerantes de fuego en casos de incendios, y de esta manera poder detectar si estos fueron provocados.

También se usan en instituciones o edificios con riesgo de ataque terrorista para detener este tipo de acciones (similar que los perros antiexplosivos).

La manera en que hacen la detección es usando uno de sus sentidos más poderosos: el olfato.

A través de este potente sentido los perros pueden descubrir productos como la gasolina o el queroseno, así sea en cantidades mínimas que ni siquiera las máquinas alcanzan a detectar.

¿Qué es un incendio provocado?

perro policia

Algo que obligó a la policía y demás entes reguladores a entrenar perros para esta labor en específico se debe a la cantidad de incendios provocados que se presentan cada año. Así que, ¿cuál es la diferencia entre un incendio provocado y uno normal o accidental?

Como su nombre indica, los incendios provocados son aquellos que son causados por una persona, con una finalidad en específico. Los incendios provocados se diferencian de los accidentales porque tienen dolo, es decir, que quien lo provoca lo hace con plena conciencia de que sus acciones repercutirán en un incendio.

Veamos algunos motivos:

  • Para cobrar un seguro. Las estafas a los seguros son posiblemente la razón número 1 de incendios provocados.
  • Para encubrir un crimen. En ocasiones se provocan incendios para tratar de borrar la pista de un crimen de peor magnitud (robos, homicidios, etc).
  • Por venganza. Es muy llamativa la cantidad de incendios que se comenten sobre propiedades de terceros como forma de venganza de ofensas de diferente naturaleza.
  • Por una patología. Una de las causas menos comunes, pero que se presenta, de incendios es por personas que sufren de piromanía, o una atracción incontrolable por el fuego o por hacer arder las cosas.

Cualquiera que sea el motivo, determinar la causa de un incendio es importante porque así se pueden iniciar las investigaciones que den con el paradero de los responsables, y que puedan responder por los daños que se hayan podido generar.

En qué consiste el entrenamiento de los perros anti-pirómanos

olfato perro

Los perros antipirómano deben iniciarse desde cachorros en el entrenamiento como perros policías, que incluye una educación en obediencia, en persecución y en rescate y salvamento.

Sin embargo, se seleccionan ejemplares con olfato excepcional para que reciban el entrenamiento específico (al igual que los perros antinarcóticos).

El entrenamiento básicamente consiste en familiarizarlos y enseñarles a buscar productos como la gasolina, el gasoil, el petróleo, el queroseno y una gama variada de alcoholes (incluyendo el licor), o cualquier tipo de sustancia que se conozca por sus propiedades acelerantes (la capacidad de causar incendios).

En cuanto el perro localiza la sustancia se le dan premios.

Se le enseña a moverse de manera sigilosa para que no corra riesgos de sufrir un accidente mientras cumple con su labor (por ejemplo, caer en un agujero o pisar alguna brasa).

En la medida en que el entrenamiento avanza se van usando diferentes localizaciones, que tengan toda clase de estímulos, ya sean visuales, auditivos u olfativos. Estos funcionan como distractores para educar al perro en qué debe concentrarse.

En la fase final se lo llevan a escenas reales (algunas pueden ser trucadas) que ya han sido revisadas para ver como reacciona el perro y para que se familiarice con ese tipo de escenarios.

Finalmente recibe su grado como perro antipirómanos y se le asigna un compañero y funciones dentro del cuerpo de policía.

El promedio del entrenamiento es de un año, aunque debe reforzarse durante los primeros cuatro años de vida del can.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.