¿Cómo enseñar a tu gato a usar un rascador?

¿Cómo enseñar a tu gato a usar un rascador?

Escrito por Yamila

Última actualización: 08 diciembre, 2017

Los felinos son hermosos… hasta que se afilan las uñas con nuestros muebles. La buena noticia es que en el mercado se venden unas herramientas especiales para ello. Aunque no es una tarea sencilla, en el siguiente artículo te contamos cómo enseñar a tu gato a usar un rascador.

¿Por qué los gatos arañan todo?

Muchos dueños de gatunos saben que si bien su llegada en casa tiene muchas ventajas, hay ciertas cuestiones que no son muy agradables. Por ejemplo, el hecho de que se afilen las uñas en nuestros muebles, cortinas, ropa o alfombras.

Si nos descuidamos y no le enseñamos desde pequeños, muchos de nuestros objetos terminarán hechos jirones. Como primera medida, debemos comprender que el gato “no lo hace a propósito”, ya que es un hábito generado por instinto y hasta por salud. Claro, porque cuando rasca una mesa, está también estirando los músculos, haciendo ejercicio y marcando territorio (al dejar su olor en los objetos).

Estas costumbres son ancestrales e innatas del animal. Sin embargo, podemos darle las herramientas necesarias para evitar que rompa todo.

Tips para que tu gato use el rascador

Si bien muchos gatunos usan el rascador de forma natural o instintiva, hay otros que precisan ser enseñados para que sepan que ese elemento sirve para afilarse las uñas o jugar… como cualquier otro mueble. Con un poco de esfuerzo y paciencia lograrás que se habitúe a usarlo:

1. Comienza lo antes posible

Si llevas a casa un cachorro, trata de que a los pocos días ya tenga un rascador disponible. Así no tomará la costumbre de arañar otros objetos. Es más sencillo enseñarle a temprana edad que cuando es adulto.

2. Pon algo que llame su atención

Los gatos son curiosos por naturaleza. Por lo tanto, para que le preste atención al rascador, deberías añadirle algún objeto que se mueva o cuelgue (por ejemplo una bola de lana o unas tiras de hilo).

3. Elige un rascador vertical y alto

Por lo menos debe ser de la misma altura del gato en dos patas. Si es más alto, mejor, así lo “obliga” a estirarse y tonificar los músculos de las patas traseras y la espalda. Además, es menos incómodo y fácil de colocar en cualquier sitio.

4. No lo obligues a usarlo

Sabemos que los gatos pueden ser algo tercos y poco proclives a obedecer las órdenes. Por lo tanto, debes dejar que solo se acerque al rascador. Si diriges sus patas o lo arrastras hacia él, lo odiará.

5. Asegúrate de que quede estable

Ya que el felino además de afilarse las uñas usará ese objeto como entretenimiento, presta mucha atención a su estabilidad. Si se cae justo cuando tu mascota está jugando, le tendrá miedo y no se volverá a acercar a él.

6. Coloca el rascador cerca del mueble favorito

Si tu mascota tiene predilección por un mueble en particular, pon el rascador lo más cerca posible para que cuando quiera rascarse las uñas, tenga ambas opciones y termine eligiendo la más llamativa (recuerda ponerle cosas que resalten).

7. Informate sobre los tipos de rascadores

En las tiendas de mascotas o el veterinario pueden ayudarte para que compres el mejor rascador para tu gato. Por ejemplo, ten en cuenta su tamaño, sus gustos o cuánto juega. Los felinos más grandes precisan rascadores específicos.

8. Prueba diferentes texturas, ángulos y posturas

A algunos gatos les gustan más los juegos con texturas suaves donde frotarse el lomo. Otros quizás prefieren los que están envueltos en hilo sisal para poder rasguñar con más fuerza. En cuanto a las posturas, aunque es mejor que esté en vertical, puedes probar cambiarlo a horizontal si a tu mascota le parece más divertido.

9. Ten un rascador por gato

Si en casa hay más de un felino, cada uno debe tener su propio rascador. Recuerda que no sólo sirve para rascar o arañar, sino también para marcar territorio. Por lo tanto, si uno lo ha usado, quizás el otro no desee compartir.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.