Emergencias habituales durante la gestación en perras

Prestar atención a las mascotas es importante siempre, pero durante la gestación, esa atención debe hacerse exhaustiva para evitar los riesgos asociados a este periodo tan delicado.
Emergencias habituales durante la gestación en perras
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 03 agosto, 2020

El periodo de gestación en perras es uno de los más críticos, y por ello, la atención permanente a su estado de salud es imprescindible. Durante esos dos meses, pueden producirse todo tipo de situaciones que pongan en riesgo la integridad del aparato reproductor de la hembra, pero también pueden darse casos de emergencia que amenacen su vida y la de los cachorros.

Por todas estas razones, vemos esencial informar a los lectores sobre las emergencias habituales durante la gestación en perras. Como se suele decir, una buena prevención es el mejor tratamiento.

Hipocalcemias

Esta bajada de calcio en sangre tiene su origen probablemente en la acumulación de este nutriente en la leche, en vistas de la lactación. Sin embargo, debe ir combinada con una pobre disponibilidad de calcio en la dieta para que llegue a suponer un problema real.

Sintomatología

La deficiencia de calcio en la sangre supone su disminución en las membranas celulares, alterando el potencial de membrana. Los primeros síntomas que esto genera son inquietud, jadeo, espasmos musculares e hipertermia. Si estos no se tratan a tiempo, se desencadena una tetania de emergencia (contracción rígida y continuada de los músculos) y se produce la muerte.

Tratamiento

El objetivo a corto plazo es restablecer las concentraciones de calcio en sangre. Por ejemplo, mediante administración intravenosa de soluciones específicas en la clínica veterinaria.

El efecto de esta administración intravenosa solo dura unas horas, por lo que se requiere una terapia de mantenimiento a corto plazo. Por eso, se recomienda una suplementación de calcio al final del embarazo y durante la lactancia, para prevenir y evitar recaídas.

Una perra embarazada sobre un fondo blanco.

Hiperglucemias

El aumento de la progesterona en sangre tiene un efecto antagónico sobre la insulina, favoreciendo la aparición de hiperglucemias. De esta manera reduce el transporte de la glucosa al interior de las células. Por eso se habla de diabetes gestante en las perras.

Gestaciones prolongadas

Una gestación más larga de lo habitual es una preocupación común de muchos dueños cuando el parto se retrasa. En algunos casos, el temor es infundado porque se debe a un desfase de cuentas entre el día del apareamiento y el día del parto.

Aún así, en otras situaciones hay un trasfondo patológico. Por ejemplo, una perra cuyo parto anterior haya sido distócico o una perra considerada como preñada por el propietario, pero que en realidad no lo está.

Síntomas y tratamiento

En las falsas alarmas, la ausencia de síntomas debe darnos una pista de que en realidad todo está yendo bien. Pero en el resto, se apreciarán las consecuencias de una inercia uterina (incapacidad del útero para iniciar las contracciones).

Si los fetos no se expulsan adecuadamente, morirán dentro del útero y empezarán a descomponerse. Esto desencadenará una infección grave en la madre, que presentará una descarga vulvar anormal y maloliente.

El mejor tratamiento será realizar una cesárea para extraer los fetos retenidos y evitar complicaciones en la hembra.

La peor de las emergencias de la gestación en perras: la distocia

Un parto distócico es un parto lento, laborioso y más difícil de lo habitual. En muchos casos complica la supervivencia de la hembra y de los cachorros. De forma simple, las distocias se pueden clasificar como:

  • No obstructivas, es decir, debidas a una inercia uterina primaria. Habitual en madres con una camada muy pequeña o muy grande, pero también en perras obesas o primerizas.
  • Obstructivas. En ellas la inercia uterina se produce de forma secundaria, por una causa extrauterina. Esta puede estar relacionada con la raza, con lesiones previas de la madre o, incluso, con los fetos.

Sintomatología

En la distocia no obstructiva los síntomas son los de una gestación prolongada, con la peculiaridad de que el trabajo de parto sí suele haber comenzado. El problema es que no progresa y la perra se queda estancada en la fase de dilatación.

En los casos de distocia obstructiva, la hembra sí entra en la segunda etapa del parto (la de expulsión) y sigue esforzándose sin resultados. Si el esfuerzo del animal es improductivo durante más de 45 minutos, debe considerarse que algo no va bien y acudir al veterinario.

Tratamiento

Las hembras con inercia uterina primaria pueden responder positivamente a la administración de oxitocina exógena. Esta hormona es la encargada, en un parto normal, de provocar las contracciones uterinas. Sin embargo, si la causa no está del todo clara, debe valorarse exhaustivamente el estado del animal y de los fetos antes de proponerla.

Puede ser preferible realizar una cesárea en una perra que espera muchos cachorros y está debilitada, porque no resista el trabajo de parto.

En las hembras con distocia obstructiva el objetivo principal del tratamiento será eliminar la obstrucción:

  • Si la obstrucción se debe a una postura fetal anormal, se puede corregir mediante la manipulación del feto.
  • Si la distocia es debida a una anomalía fetal o materna, puede que no sea posible corregirla para permitir un parto normal. En este caso, volverá a ser necesaria la cesárea.
Gestación en perras.

Como hemos podido ver en estas líneas, las complicaciones en el parto de las perras pueden ser diversas y de causas muy diferentes. Por ello, ante cualquier situación atípica durante este delicado proceso, acudir al veterinario se hace esencial.


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