El jerbo de orejas largas: todo lo que debes saber
El jerbo de orejas largas, endémico de China y Mongolia, es un roedor muy similar al ratón. Algunos científicos opinan que podría estar relacionado de forma distante con el jerbo. Su cola es el doble de la longitud de su cuerpo, lo que le da un buen equilibrio cuando corre y salta.
Tiene patas traseras largas con pies grandes y se mueve como un canguro. Las plantas de los pies están cubiertas de pelos rígidos que ayudan a viajar por el desierto. Las patas delanteras son relativamente pequeñas y no se pueden usar para moverse.
Las especies de esta familia generalmente se caracterizan por sus increíbles adaptaciones para saltar, pensadas para ser una evolución como estrategia para evadir a los depredadores. La longevidad promedio de este animal es de tres años.
Conducta del jerbo de orejas largas
Debido a que estos animales viven en partes de China y Mongolia que son tan remotas, es difícil estudiarlos para los científicos. Por lo tanto, se sabe muy poco acerca de esta especie. Toda la información sobre su comportamiento social se toma de datos de unos pocos grupos y sobre especies relacionadas.
Estos animales son principalmente de hábitos nocturnos y solitarios, y es que pasan el día en las madrigueras subterráneas que han excavado, a menudo cuatro tipos diferentes: una madriguera temporal, de verano y para cubrirse durante el día; una segunda madriguera temporal para la caza de noche; y dos madrigueras permanentes, una para el invierno y una para el verano.
Esta especie es insectívora y se alimenta de insectos voladores. La forma de cazar su comida resulta divertida, pues atrapan a sus presas saltando rápidamente en el aire. De sus alimentos y de las plantas obtienen la cantidad de líquido que precisan, por lo que no beben agua.
Hábitos de reproducción
El sistema de apareamiento del jerbo de orejas largas podría ser poligínico, es decir, varias hembras para un solo macho. El apareamiento ocurre poco después de salir de la hibernación. El periodo de gestación tarda entre 25 y 35 días, y las hembras pueden tener de dos a seis crías por camada.
No se sabe mucho acerca del cuidado de las crías por parte de los padres, o si se involucran en la crianza de los jerbos jóvenes. Sin embargo, como la mayoría de los mamíferos, el jerbo de orejas largas hembra se ocupa y cuida a sus crías al menos hasta que se lleva a cabo el destete.
Morfología del jerbo de orejas largas
La longitud de su cola es de 150 milímetros aproximadamente y la de su cuerpo es de 70 a 90 milímetros. La cola está cubierta de pelos cortos que son similares en color al resto del cuerpo, excepto el mechón terminal, que es blanco y negro.
Las partes superiores van de un color amarillo rojizo a un rojizo claro, mientras que el vientre es blanco. Las patas traseras tienen una longitud de 40 a 46 milímetros, con cinco dedos: los dos laterales son más cortos que los tres centrales, mientras que los metatarsianos centrales están fusionados por una pequeña distancia.
Las orejas son 1/3 más largas que sus cabezas. Por su parte, los incisivos son finos y blancos, y se puede encontrar un pequeño premolar a cada lado de la mandíbula superior.
Amenazas poblacionales
La mayor amenaza para el jerbo de orejas largas es la perturbación humana a su hábitat. Un mayor número de animales en pastoreo podría ser una amenaza en ciertas áreas, ya que esta especie estaría expuesta a una mayor cantidad de depredadores.
No obstante, los jerbos de orejas largas se distribuyen ampliamente en todo el territorio asiático. Actualmente, no se dispone de una estimación general de la población y la especie está clasificada como de preocupación menor.
Algunos datos curiosos
Se cree que las orejas grandes de estos animales se consideran una adaptación al desierto. La superficie más grande de las orejas permite enfriar su sangre: disipan el calor en las altas temperaturas desérticas. Los jerbos de orejas largas poseen una solapa de piel en la nariz, y pelo en las orejas, para evitar la entrada de arena.
El jerbo de orejas largas se comunica a través de vibraciones y los llamados baños de polvo, lo que puede considerarse un tipo de comunicación química. Este animal se vale de los sonidos para precisar la ubicación de sus presas o depredadores: los búhos son unos de los depredadores más comunes.
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