El equidna es uno de los mamíferos más extraños del mundo
Seguro que has oído hablar de las rarezas del ornitorrinco, ese animal venenoso que pone huevos y da de mamar. Pero, si creías que era el más extraño sobre la faz de la Tierra, es porque no has oído hablar del equidna. Muchos confunden su fotografía con la de un erizo debido a las púas que crecen en su espalda, pero está muy alejado de los erináceos.
¿Qué secretos esconde este animal? Lo cierto es que muchos que te dejarán con la boca abierta. Vamos a conocer un poco mejor a este taquiglósido, también llamado hormiguero espinoso, pues nada en su biología tiene desperdicio.
Conoce a los taquiglósidos
Los equidnas son los únicos miembros de su familia taxonómica (Tachyglossidae). Se trata de mamíferos que habitan las islas del continente australiano, como Nueva Guinea, Salawatu o Tasmania. En la actualidad se reconocen 2 géneros:
- Tachyglossus: equidnas de hocico corto o australianos. El único miembro de este género es el equidna común (Tachyglossus aculeatus).
- Zaglossus: equidnas de hocico largo o de Nueva Guinea. Aquí se encuentran el Zagloso de Attenborough (Zaglossus attenboroughi), el Zagloso de Barton (Zaglossus bartoni) y el Zagloso común o de Bruijn (Zaglossus bruijni).
Los equidnas son animales que no sobrepasan los 45 centímetros de largo y que están cubiertos de un denso pelaje. Su lomo posee largas púas que les protegen de los depredadores. Suelen pesar de 2 a 7 kilogramos, dependiendo de la especie y del sexo (los machos son más grandes que las hembras).
Su dieta se compone principalmente de insectos como lombrices, termitas y hormigas. Debido a esto, su mandíbula no está muy desarrollada, por lo que se asemeja a la de un oso hormiguero y carece de dientes.
Curiosidades sobre el equidna
En casos como el del equidna, la mejor forma de profundizar en su biología es a través de las curiosidades que presentan. En los siguientes apartados tienes las más increíbles sobre este animal.
Su lengua mide 20 centímetros
Puesto que necesita sacar insectos de huecos pequeños, como hormigueros y termiteros, su longitud es tal para poder atrapar a varios insectos a la vez. Además de larga, es pegajosa, lo que facilita que sus presas se queden pegadas a ella.
Las responsables de triturar los insectos son unas espinas córneas situadas en el paladar, ya que los equidnas carecen de dientes.
Son grandes excavadores
Emplean las 4 patas para cavar galerías y huecos donde esconderse. También es común que se sirvan de sus largas uñas para desenterrar presas como lombrices. El segundo dedo de las extremidades posteriores es más largo que el resto y el equidna lo usa para rascarse y acicalarse.
Marsupiales, ovíparas y mamíferas
La reproducción del equidna es un verdadero conglomerado de curiosidades y rarezas. La hembra pone un solo huevo al año, el cual hace rodar hasta su marsupio. Allí transcurre la incubación y, cuando el pequeño equidna nace, utiliza sus minúsculas garras para aferrarse al pelo de la madre dentro de la bolsa.
Las hembras carecen de pezones, así que la cría se alimentará de la leche que secreta la propia piel de su madre a través de glándulas específicas para ello.
A los 53 días, aproximadamente, que es cuando comienzan a emerger las púas del pequeño equidna, la madre cava una madriguera y le deja allí. Le alimentará cada 5-10 días hasta que, a los 7 meses de edad, sea capaz de valerse por sí mismo.
El pene de los machos de equidna
Otra de las características increíbles de los equidnas es la anatomía peneana de los machos. En un rasgo más cercano a los reptiles que a los mamíferos, este órgano tiene 4 salidas en lugar de una. No todos los glandes son funcionales a la vez, sino que solo la mitad fecunda a la hembra cuando llega el apareamiento.
Tienen espolones, pero no veneno
Al igual que los ornitorrincos, los taquiglósidos poseen espolones tras la articulación de la rodilla. Sin embargo, y a diferencia de los primeros, no secretan veneno a través de ellos. A la fecha se desconoce la función de esta parte de su anatomía.
El extraño ritual de apareamiento del equidna
El comportamiento de este animal tampoco está libre de curiosidades. El cortejo que realiza el macho es extraño, como poco, y consta de los siguientes pasos:
- Los machos forman una caravana tras la hembra: se han llegado a ver hasta 10 ejemplares detrás de una de ellas. Esto puede alargarse durante semanas.
- Si ella está dispuesta, secretará feromonas sexuales para indicar a sus pretendientes que puede aparearse. De lo contrario, se retraerá para hacerse una bola de púas.
- La hembra se tiende en el suelo y los machos cavan a su alrededor: forman una especie de zanja en la que luchan entre ellos hasta que uno consigue ponerse detrás de la hembra.
- El macho ganador acaricia con sus púas a la hembra hasta que esta se dispone a aparearse.
Poseen electrorrecepción
A pesar de que este sentido es más útil para los animales marinos que lo poseen (el agua es mejor conductora de la electricidad que el aire), el equidna hace buen uso de ello. El equidna de hocico largo posee 2000 electrorreceptores en su boca, mientras que el de hocico corto solo 400.
El equidna de hocico corto solo puede utilizar este sentido en días lluviosos, donde detecta las lombrices dentro del suelo húmedo.
Como ves, el equidna es un animal de lo más peculiar. Considerado por algunos un animal cercano a los fósiles vivientes (por sus semejanzas con los reptiles), sigue siendo un aglomerado de peculiaridades que no dejan a nadie indiferente. Desde aquí, si te ha sorprendido este animal, te animamos a que sigas investigando, pues seguro que quedan datos por averiguar.
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