La golondrina: características, hábitat y comportamiento

La golondrina es un ave muy adaptable que puede vivir en las urbes, aunque es cierto que prefiere zonas agrícolas o cercanas a un río en donde se le facilita más la obtención de recursos.

Revisado y aprobado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 18 mayo, 2023

La golondrina es ese animal que se posa en nuestros balcones, que hace sus nidos en nuestras casas y que va de un lado a otro por nuestras ciudades. Es un animal muy habitual en diferentes partes del mundo, pero posee varias características y comportamientos interesantes que deberías conocer.

A pesar de que no es común tenerla como mascota, esta ave ha sido muy estudiada para desentrañar los secretos de la reproducción de las aves, así como de los procesos de la migración. Conoce más sobre este curioso animal en este espacio.

Taxonomía de la golondrina

El término «golondrina» se usa para nombrar a varias especies de aves que se encuentran clasificadas dentro de la familia Hirundinidae. Según el Integrated Taxonomic Information System, este grupo taxonómico contiene al menos 19 géneros diferentes, de los cuales solo algunos se conocen como golondrinas.

En general, la familia Hirundinidae se puede dividir en dos tipos de aves: aviones y golondrinas. La característica más distintiva y fácil de percibir de cada una de ellas es la siguiente:

• Golondrinas: cola bifurcada o en forma de «V».
• Aviones: cola corta, recta y cuadrada.

Contrario a lo que se podría pensar, esta diferencia morfológica no muestra de manera fidedigna las relaciones taxonómicas que existen en el grupo. De hecho, en algunos casos, como en el de la especie Riparia riparia, no es fácil definir su clasificación, así que se le denomina de ambas maneras (avión y golondrina). Por lo tanto, el término «golondrina» es un nombre común que no tiene utilidad para su taxonomía.

Especies de golondrinas

Según un estudio publicado en la revista Molecular Phylogenetics and Evolution, hasta el 2005 se habían reconocido 84 especies en la familia Hirundinidae. No obstante, este número creció y para el 2022 había alcanzado los 90, con la probabilidad de que existan varias especies aún desconocidas. Algunas de las golondrinas más representativas se listan a continuación:

• Golondrina común (Hirundo rústica).
• Golondrina dáurica (Hirundo daurica).
• Golondrina risquera (Petrochelidon pyrrhonota).
• Golondrina pueblera (Petrochelidon fulva).
• Golondrina purpúrea (Progne subis).
• Golondrina sinaloense (Progne sinaloae).
• Golondrina ribereña, a veces conocida como avión zapador (Riparia riparia).

Características de las golondrinas

A pesar de que es un grupo bastante diverso, las características de las golondrinas son más o menos homogéneas. Según el portal de la Enciclopedia Británica, estas aves tienen un tamaño que oscila entre los 11 y 23 centímetros de largo, con un peso que apenas sobrepasa los 20 gramos en promedio.

Las golondrinas también se caracterizan por tener un cráneo ovalado, un pico corto y ancho y unas alas bastante alargadas en comparación con su cuerpo. Además, poseen un par de patas débiles que solo les sirven para percharse, pues la mayor parte de su tiempo lo pasan volando en su hábitat.

Por otro lado, el plumaje de la golondrina es compacto, lustroso y puede llegar a exhibir tonalidades semimetálicas. Aunque el color de las plumas depende mucho de la especie, la mayoría presenta una combinación de colores oscuros (metálicos o no), con blanco, marrón o patrones rayados.

La característica principal de estas aves es su peculiar cola bifurcada en forma de «V». Esta se compone de 12 plumas alargadas (rectrices) que pueden o no mostrar una división notable. En ciertos casos, dicha bifurcación es poco evidente y se restringe solo a la zona distal del cuerpo. A pesar de que no suelen presentar un dimorfismo sexual evidente, por lo regular las golondrinas macho tienen una cola más larga que las hembras.

Hábitat de la golondrina

Como se mencionaba, las golondrinas componen una familia taxonómica con varias especies distribuidas en todo el mundo, por lo que se puede decir que son cosmopolitas. Claro está, existen varias zonas excepcionales en donde es imposible encontrarlas, como las regiones polares y ciertas islas alejadas de los continentes.

La golondrina es un animal muy adaptable, de manera que incluso ha encontrado la forma de convivir con el hombre. Tal como lo menciona el Committee on the status of Endangered Wildlife in Canada, ciertas especies tienden a frecuentar sitios rurales o zonas cercanas a las urbes.

Es frecuente que las golondrinas prefieran vivir en zonas abiertas y con fuentes de agua cercanas. Sin embargo, la vegetación también les provee recursos y acuden en forma ocasional a estas zonas. Asimismo, son capaces de establecerse en terrenos rocosos o ciudades muy urbanizadas, aunque no son sus sitios favoritos.

Alimentación de las golondrinas

La mayoría de las golondrinas tiene una dieta basada en artrópodos, entre los cuales se encuentran moscas, mosquitos, polillas, escarabajos, arañas o incluso ciempiés. No obstante, algunas especies pueden llegar a consumir frutos o semillas cuando los recursos son escasos.

Según algunos reportes publicados en el Acta Ornithologica y en The Journal of “Grigore Antipa” National Museum of Natural History, las golondrinas tienen cierta preferencia a consumir coleópteros (escarabajos) e himenópteros (abejas, avispas y hormigas). Esto parece deberse a que seleccionan las presas más sencillas de cazar y con el mayor tamaño posible.

La migración de la golondrina

Las golondrinas destacan por tener una de las conductas migratorias más impresionantes entre las aves. Tal como lo indica un artículo publicado en Biological Journal of the Linnean Society, sus alas alargadas están adaptadas para volar grandes distancias en línea recta, ocupando entre un 50 y 70 % menos energía que otras aves migratorias.

La golondrina prefiere viajar durante el día en grupos tanto grandes como pequeños. En las noches, eligen un sitio adecuado para descansar y restablecer su energía. Según un artículo publicado en la revista El Hornero, sus sitios de descanso pueden encontrarse a distancias de entre 25 y 30 kilómetros en promedio, con casos excepcionales a 100 o 150 kilómetros.

Como se puede intuir, las golondrinas tienen movimientos migratorios bastante amplios, en los cuales pueden incluso cruzar masas de agua si lo consideran necesario. Por poner un ejemplo, la golondrina común es capaz de cubrir 12 000 kilómetros en 34 días, lo que es suficiente para cruzar el Mediterráneo o el golfo de México sin problemas.

Es importante mencionar que las migraciones ocurren previo a las épocas invernales y tienen el objetivo de evadir las bajas temperaturas. A pesar de que es cierto que muchas especies de golondrina tienden a realizar estos movimientos, la realidad es que también existen algunas que no los hacen. Sobre todo aquellas que viven en lugares cálidos, pues su hábitat no sufre cambios severos de temperatura.

Canto o vocalización de la golondrina

El canto de las golondrinas es conocido por ser uno de los más melodiosos entre las aves. De hecho, no son pocos los poemas dedicados a él. Un parloteo mezclado con armoniosos acordes y un final un tanto brusco en ciertos casos, pero que no hace más que poner punto y final a un bonito espectáculo.

En general, las vocalizaciones de la golondrina se componen de una serie de trinos y silbidos que se vuelven más o menos complejos según la especie de la que se trate. Contrario a otras aves cantoras, su canto no es tan conocido por su variabilidad. Sin embargo, esto no impide que algunas personas lo perciban agradable.

De hecho, según un estudio publicado en la revista Trends in Ecology & Evolution, las especies que tienden a agruparse en colonias densas tienen menos variabilidad en sus cantos. Esto debido a que la vocalización es ineficiente si existen demasiados ejemplares en un mismo sitio.

El comportamiento y reproducción de la golondrina

Como se ha mencionado con anterioridad, la golondrina suele ser un ave sociable que forma colonias de distintos tamaños. Estos grupos se mueven en conjunto y comparten los sitios de descanso en sus paradas. Asimismo, tal como lo menciona un estudio de la revista Ecology and Evolution, cazan en conjunto y coordinan sus vuelos para atrapar a los artrópodos con mayor facilidad.

Al igual que sucede en otras aves, la golondrina realiza su cortejo por medio de despliegues, vuelos y vocalizaciones que tienen el objetivo de llamar la atención de la posible pareja. Claro está, la hembra selecciona a los machos con mejores características físicas, como su simetría, sus colores y el largo de su cola.

En cuanto a su reproducción, las golondrinas tienden a ser animales monógamos, pero pueden o no cambiar de pareja en cada época de apareamiento. Además, una vez que se establece la pareja, comienzan la construcción de su nido con diversos materiales vegetales, plumas e incluso barro. Gran parte de estas estructuras tienen forma de cuenco o media tasa.

Las hembras ponen entre 2 y 7 huevos en promedio, los cuales tienen un periodo de incubación aproximado de 15 días. Por lo regular, la madre es la que incuba los huevos, mientras que el macho se encarga de alimentarla y protegerla. No obstante, existen especies que comparten este trabajo. Tres semanas después de nacer, el nuevo pajarito dejará el nido y comenzará el aprendizaje del vuelo.

La golondrina, el ave que anuncia la primavera

Aunque es cierto que es un ave pequeña que no muestra colores tan llamativos como otras especies, la golondrina esconde características interesantes sobre su biología, como su canto y sus movimientos migratorios.

Dado que muchas especies retornan de su migración luego de que la estación invernal ha terminado, en muchos lugares se considera el ave que anuncia la primavera. Es claro que se trata de un curioso ejemplar que ha merecido la pena conocer un poco más a fondo, ¿no crees?