Destrozada por haber perdido a sus bebés, pit bull encuentra consuelo cuidando a un cachorro huérfano

Los animales nos sorprenden todos los días con su amor incondicional y fidelidad, tal cual como Daya y Raisin.
Destrozada por haber perdido a sus bebés, pit bull encuentra consuelo cuidando a un cachorro huérfano

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 27 enero, 2022

El amor de una madre puede ser uno de los más especiales en la vida. Y no solo es importante en la existencia de los humanos; los demás animales también disfrutan y necesitan del amor maternal, pues les permite sobrevivir y crecer fuertes y sanos. 

En la naturaleza existen muchas historias donde madres que perdieron a sus hijos deciden adoptar otros cachorros, incluso hasta de otras especies. En este caso, Daya (una perra pitbull), adoptó un perro cachorro huérfano. 

La historia de la pit bull

La historia de Daya comienza caminando en las calles frías de invierno en la ciudad de York, en Carolina del Sur, mientras estaba en embarazo. Allí, fue detenida por el control de animales, pero al ver que estaba embarzada la llevaron a un refugio que la recibió: Halfway There Rescue. 

Debido a todo el tiempo que había vivido en las calles, la perra Daya no estaba muy sana y estaba sufriendo de una infección. Por esto, perdió a todos sus bebés y necesitó una cirugía de urgencia para poder salvar su vida. 

Mientras la perra Daya se recuperaba de esta cirugía y de la pérdida de sus cachorros, era evidente que estaba pasando por una situación muy difícil. Se le veía muy triste a todo momento. 

La historia del cachorro

Halfway There Rescue quería ayudarle a Daya a superar esas heridas. En el refugio vivía también un cachorro huérfano llamado Raisin. Estaba allí porque lo habían encontrado caminando por una carretera con un ojo herido. Raisin era muy pequeño y por eso, necesitaba de una madre.

Así que el refugio decidió juntar a Daya y a Raisin para ver qué resultados tenía esta relación. De inmediato estos dos perros ayudaron a sanarse mutuamente. Se unieron y se adoptaron como madre y como hijo. 

Todo era perfecto para ellos. Daya pudo tener un bebé para criarlo como propio y Raisin tuvo una mamá que lo ayudó a crecer fuerte y saludable mientras se daban mucho amor. 

Y no se separaron ni siquiera cuando Raisin tuvo la edad para ser destetado, pues una familia de acogida les dio la oportunidad de permanecer juntos en su nuevo hogar. Sin duda es una historia con dos personajes bastante afortunados y un ejemplo de cómo no solo las madres adoptan a los hijos, sino que también ellos eligen a las madres. 


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.