Descubren restos de dinosaurios con espinas gigantes

En Argentina, en la región de la Patagonia, ha saltado la noticia del descubrimiento de dinosaurios con espinas gigantes: se trata del dinosaurio Bajadasaurus pronuspinax
Descubren restos de dinosaurios con espinas gigantes
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 06 marzo, 2019

Una nueva especie de dinosaurio herbívoro fue descubierta en la Patagonia Argentina. Los restos hallados dan cuenta de la existencia, hace 140 millones de años, de una especie de dinosaurios con espinas que habitaron las tierras del sur de este país. El nombre asignado a esta variedad es Bajadasaurus pronuspinax.

Los responsables del hallazgo fueron científicos de la Fundación Azara-Universidad de Maimónides y del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina). Se trataría de grandes reptiles con largas púas que usaban para evitar el ataque de los predadores.

Características generales de los dinosaurios con espinas

Los detalles y características del Bajadasaurus se publicaron en la revista Scientific Reports; los restos óseos se incluyen en el grupo de los saurópodos. El nuevo especímen sería, de esta manera, pariente de los aragosaurios y los braquisaurios, dos de los más grandes antiguos habitantes del planeta.

Puntualmente, el descubrimiento de los dinosaurios con espinas tuvo lugar en una formación geológica de la provincia de Neuquén, denominada ‘Bajada Colorada’. Como sucede con cada hallazgo arqueológico, las preguntas científicas se reformulan para dar lugar a nuevos interrogantes.

En este caso, se compara la posesión de las espinas con la propiedad de camuflarse de los camaleones y, en general, de aquellos animales que han evolucionado hacia mecanismos de defensa propios. El pronuspinax, por su parte, habría desarrollado un completo sistema de espinas largas y filosas dispersas en el lomo y cuello.

Las dimensiones de esta nueva especie descubierta alcanzaban los nueve metros de largo. Las espinas no eran más que una continuidad de las propias vértebras del animal. Además de servirles de camuflaje, este recurso ofrecía un potente mecanismo de defensa, gracias a fundas resistentes que cubrían las protuberancias.

Bajadasaurus pronuspinax
Fuente: Museo Municipal Ernesto Bachmann, Villa El Chocón, Neuquén / https://paleonerdish.wordpress.com

¿Cómo fue el descubrimiento de los dinosaurios con espinas?

El equipo de investigación de Bajada Colorada realizaba expediciones en la zona desde 2010. El motor de la búsqueda fue el encuentro de ciertos restos de astillas de huesos que daban la pauta de la existencia de restos fósiles. Desde entonces, la esperanza de hallar una nueva especie de dinosaurio movilizó a los científicos.

Hace 140 millones de años aquel sector de la Patagonia estaba cubierto por praderas en un clima relativamente seco. La temperatura entonces era cálida, similar a las sabanas africanas.

La diferencia entre especies era la vegetación; las plantas consistían en arbustos de coníferas, helechos, equisetos y variedades de lo que han sido las primeras flores. Había un río que, curiosamente, navegaba en sentido contrario al actual, es decir, hacia el Pacífico.

Se cree que, gracias a la corriente acuática y a una singular situación de ‘codo de río’ en esta área, los restos de varios animales llegaron a la región. En Argentina llevan halladas aproximadamente unas 250 especias de dinosaurios.

La mayoría de estos dinosaurios antiguos vivían en la provincia de Neuquén. De hecho, el primer dinosaurio de Latinoamérica fue descubierto en esa región, en 1882.

Dinosaurio argentino
Fuente: https://carnivora.net

¿Cómo eran los dinosaurios con espinas?

La mandíbula de estos reptiles era de 30 centímetros de largo; esto hace pensar en que se alimentaban de plantas pequeñas, a ras del suelo. Sin embargo, a partir de la forma de los ojos, muy cerca del cráneo, tenían la capacidad de controlar lo que ocurría a su alrededor.

El director de la investigación por el CONICET, Pablo Gallina, asegura que los dinosaurios con espinas son especialmente significativos para la ciencia arqueológica. La etimología del nombre significa Bajada por el lugar del hallazgo; saurus, por tratarse de lagartos; pronus, en referencia a su inclinación hacia adelante; y spinax, por sus espinas.

Hasta el momento, se sabía de varios ‘mecanismos de disuasión’ a los predadores por parte de dinosaurios de cuello largo herbívoros. Para algunos era un salvamento la cola de látigo, las mazas o una piel tipo coraza. El Bajadasaurus pronuspinax, con su cuello de hasta 2,5 metros, empleaba sus espinas como camuflaje y como defensa.

Siguiendo todos los datos que se han recopilado, llegamos a conclusiones verdaderamente sorprendentes. En este sentido, la ‘funda’ de creatina llama la atención de los científicos por la resistencia similar a los cuernos de ciertos mamíferos.

En síntesis, los dinosaurios con espinas permiten dejar abiertas las puertas de la especulación y el conocimiento científicos. De dimensiones gigantescas, esta especie se puede encuadrar dentro de los herbívoros más grandes del planeta.

Fuente de la imagen principal | Jorge A. González.


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