La dermatitis alérgica por picadura de pulgas en perros y gatos

La dermatitis alérgica por picadura de pulgas es la principal causa de dermatitis en perros en Estados Unidos. Los gatos también pueden sufrirla.
La dermatitis alérgica por picadura de pulgas en perros y gatos

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 10 marzo, 2021

La dermatitis alérgica por la picadura de pulgas (DAPP) es una hipersensibilidad mixta que se da en perros y gatos, como respuesta a los antígenos presentes en la saliva de las pulgas. La dermatitis atópica es un evento común en canes, pues del 3 % al 15 % pueden sufrirla, pero este cuadro clínico es diferente: la única causa es la picadura del invertebrado.

A la hora de hablar de alergias cutáneas en perros y gatos, es necesario distinguir 3 bloques distintos: dermatitis atópica (AD), reacción cutánea adversa a alimentos (AFR) e hipersensibilidad a picaduras de insectos (DAPP). Hoy te lo contamos todo sobre esta última variante.

¿Qué es la dermatitis alérgica por picadura de pulgas en perros y gatos?

Tal y como indica el portal MSD manuals, este tipo de alergia hipersensitiva es la causa más común de dermatitis en perros en Estados Unidos. También se presenta en gatos y su prevalencia aumenta drásticamente en el verano, que es cuando los invertebrados suelen multiplicarse y reproducirse. Por ello, se dice que sigue un claro patrón de estacionalidad.

Cuando se alimentan, las pulgas —orden Siphonaptera— inyectan en su hospedador saliva, que contiene una serie de compuestos similares a la histamina, polipéptidos, enzimas y ciertos aminoácidos. Estas moléculas actúan como antígenos, pues el cuerpo del animal los reconoce como extraños y desencadena una respuesta inmune.

Esto provoca en perros y gatos sensibilidad tipo I, tipo IV y respuestas de basófilos, unos cuerpos celulares que liberan histamina, serotonina y otros factores involucrados en las respuestas locales del sistema inmunitario. De todas formas, cabe destacar que esta reacción se produce tiempo después de la picadura.

En perros y gatos que no se exponen usualmente a la saliva de las pulgas, la dermatitis alérgica puede aparecer de forma inmediata —en 15 minutos— o hasta 24 y 48 horas después. Por otro lado, los animales que han desarrollado resistencias tienen anticuerpos circulantes, así que la reacción en ellos aparece más tarde y en menor intensidad.

En hasta el 30 % de los casos la respuesta alérgica se presenta de forma retardada.

Un perro rascándose el cuello.

Cuestión de edad

Es raro que un animal doméstico desarrolle dermatitis alérgica por picadura de pulgas antes de los 6 meses de edad. En general, el cuadro clínico comienza a manifestarse entre los 2 y 5 años de vida, con una prevalencia más clara sobre los 3 años. Parece ser que los pastores alsacianos y los boyeros de Flandes son canes predispuestos genéticamente a ella.

Sintomatología de la dermatitis alérgica por picadura de pulgas

Los signos clínicos de esta patología dependen del grado de exposición del animal a las pulgas, duración de la enfermedad y presencia —o ausencia— de condiciones previas en la piel. De todas formas, podemos agrupar una serie de síntomas generales según el animal afectado.

Perros

En el análisis veterinario, suele detectarse una dermatitis papular que afecta los flancos del cuerpo del can, además de la cola, perineo y parte ventral del abdomen. Por otro lado, también es común la aparición de descamaciones y costras en el área lumbosacra y las extremidades.

Uno de los signos más obvios —muy útil durante el diagnóstico— es la presencia del flea triangle, que se podría concebir en español como un triángulo de piel enrojecida y falta de vello desde la base de la cola hasta las extremidades.

Debido a la inflamación de la piel, es común que aparezcan infecciones fúngicas y bacterianas secundarias al cuadro alérgico.

Gatos

En gatos es común la aparición de pápulas costrosas en la parte dorsal del cuerpo, que se extienden hasta el cuello y abdomen. También suele presentarse una alopecia secundaria simétrica, pero en este caso las infecciones secundarias de la piel son mucho menos comunes.

Tratamiento de la dermatitis alérgica por picadura de pulgas

Como la inyección de la saliva de las pulgas es el agente causal, el mejor tratamiento siempre será evitar que estas entren en contacto con el animal en primer lugar. Para ello, se pueden usar collares antipulgas, pipetas, sprays y otros productos específicos sobre la superficie corporal de la mascota.

No solo hay que controlar la presencia de estos invertebrados en el animal, pues también se debe higienizar todo material que este utilice y el ambiente en general.

Además, suele ser necesario controlar el picor y enrojecimiento, así que el veterinario le recetará al animal fármacos como la prednisona o prednisolona en terapias de larga duración. También se puede acudir en estos casos a antihistamínicos, siempre en dosis adecuadas para la especie tratada.

¿Qué hay de la desensibilización?

A veces, se acude a un tratamiento que se fundamenta en el desarrollo de tolerancia por parte del perro o el gato. En él, se le aplican al animal inyecciones con antígenos de las pulgas, con el fin de que generen anticuerpos y se vuelvan resistentes a la picadura. Esto solo funciona en el 40 % de los perros y en felinos carece de eficacia, así que no suele indicarse.

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La dermatitis alérgica por picadura de pulgas en perros y gatos es una entidad clínica extremadamente común, sobre todo durante la primavera y el verano. Como hemos visto, el mejor tratamiento siempre es evitar que estos invertebrados piquen a las mascotas, pues así el tutor se ahorra muchos problemas más allá de los aquí descritos.


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