6 curiosidades de los pulpos

Los pulpos son unos de los invertebrados más sorprendentes de los océanos. Destacan por sus 8 brazos, que utilizan en todos los aspectos de su vida.

Escrito y verificado por el biólogo Francisco Morata Carramolino.

Última actualización: 31 enero, 2021

Los pulpos son moluscos marinos que, junto con los calamares y las sepias, pertenecen a la clase de los cefalópodos. Este taxón cuenta con en torno a 300 especies y están presentes en todos los océanos del planeta.

Son animales preferentemente solitarios que suelen habitar el fondo marino, aunque también son capaces de nadar y algunas especies prefieren pasar más tiempo en mar abierto.

A diferencia de otros moluscos, los pulpos no presentan una concha externa y se caracterizan por sus 8 brazos —no tentáculos—, su inteligencia, adaptabilidad y capacidad para el mimetismo. Te invitamos a continuar leyendo para descubrir más curiosidades sobre estos fascinantes invertebrados.

Las curiosidades más llamativas de los pulpos

Los pulpos son animales que destacan en muchísimos frentes. Te contamos algunas de sus características más espectaculares en las siguientes líneas.

Sus ojos son muy similares a los de los vertebrados

Los pulpos tienen una visión muy avanzada. A pesar de haber seguido un camino evolutivo completamente diferente al de los vertebrados, han logrado desarrollar de forma independiente ojos con el mismo nivel de complejidad y con estructuras tales como el iris, el cristalino, la pupila y la retina. Todas ellas están presentes también en los ojos humanos.

Sin embargo, los ojos de los pulpos no tienen puntos ciegos. En el aparato ocular de los vertebrados, las fibras nerviosas que forman el nervio óptico están delante de la retina, por lo que el nervio óptico tiene que atravesarla para salir del ojo, lo que crea el punto ciego.

El diferente desarrollo sus ojos ha provocado de las fibras nerviosas estén detrás de la retina en lugar de delante, por lo que el nervio óptico no la atraviesa y no se forma el punto ciego.

Los pulpos pueden pensar con los brazos

Los pulpos son increíblemente inteligentes, a la par de muchos vertebrados. De nuevo, han desarrollado esta inteligencia de forma completamente distinta.

Hasta 2/3 de las neuronas de los pulpos se encuentran distribuidas por el cuerpo, especialmente en los brazos, en lugar de estar centralizadas. En los brazos, las neuronas se agrupan en ganglios y forman un anillo neuronal que los conecta entre sí.

Esto permite a los brazos recibir información del ambiente, procesarla y generar una respuesta apropiada y coordinada sin la necesidad de que la información pase por el cerebro.

Son maestros del camuflaje

Los pulpos cuentan con células bajo su superficie que les permiten alterar su apariencia, tanto para pasar desapercibidos ante presas y depredadores, como para comunicarse.

Las principales son los cromatóforos, que contienen pigmentos y fibras musculares. Dependiendo de lo contraídas o relajadas que estén esta fibras, pueden producir una gran variedad de colores, desde el negro hasta el amarillo.

También cuentan con otros tipos de células que contienen compuestos cristalizados, los cuales reflejan la luz del medio y  producen colores diferentes, como los leucóforos, que generan tonos blancos, y los iridóforos, que dan lugar a colores iridiscentes.

Además de los colores, los pulpos pueden cambiar la textura de su cuerpo para asemejarse al sustrato, gracias a estructuras llamadas papilas. Estos animales contraen dichas papilas para formar proyecciones hacia el exterior, dándoles un aspecto más rugoso.

Usan los brazos para reproducirse

Sin duda, los brazos de los pulpos son un aspecto central de su biología. Tanto es así que intervienen hasta en su reproducción. Este proceso se conoce solo en algunas especies de estos cefalópodos. En ellas, se produce un cortejo que a menudo es muy colorido, gracias al que los pulpos seleccionan a su pareja, tras lo que se produce la cópula.

Los machos utilizan un brazo modificado con una terminación en forma de cuchara, el hectocótilo, para recoger los espermatóforos —paquetes de esperma— e introducirlo bajo el manto de la hembra, lo que se conoce popularmente como la cabeza.

Es posible que los machos también utilicen el hectocótilo para retirar los espermatóforos que han depositado previamente otros machos antes de colocar los suyos propios, ya que son animales promiscuos.

Tienen las tripas en la cabeza

Como puede intuirse por lo indicado en el punto anterior, la cabeza de estos animales no es lo que parece. En los pulpos, el cerebro no ocupa toda la cabeza, como quizás cabría esperar. Es relativamente pequeño y se sitúa justo detrás de los ojos, protegido por cráneo cartilaginoso.

La mayor parte de la cabeza, cuyo nombre apropiado es el manto, está ocupado por los órganos internos, lo que se conoce como masa visceral. A ello se debe su gran tamaño y forma características. Cabe destacar que entre estos órganos hay 3 corazones, una glándula de veneno y un saco de tinta.

Son capaces de usar herramientas

Es bien conocido que los pulpos son muy inteligentes, probablemente los más listos de todos los invertebrados. Una prueba clara de ello es su uso de herramientas.

En concreto, se ha descrito cómo los individuos de la especie Amphioctopus marginatus transportan una o más cáscaras de coco durante largas distancias para poder proteger sus cuerpos blandos y vulnerables en caso de ataque.

Son capaces de seleccionar dos cascaras del mismo tamaño para juntarlas y esconderse dentro, sujetándolas con los brazos, hasta que pase el peligro. Aunque quizás no sean herramientas como tal, también usan rocas y corales para tapar la entrada de sus madrigueras.

Aquí te hemos presentado algunas características curiosas de los pulpos, pero sin duda no son las únicas. La inteligencia y llamativa morfología de estos invertebrados no dejan indiferente a nadie.