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Cuidados tras una cirugía ortopédica en perros
A pesar de que las cirugías ortopédicas no sean las mas frecuentes, son imprescindibles para resolver ciertos problemas en las mascotas. A continuación, daremos algunos consejos a tener en cuenta tras este tipo de intervenciones.

Hoy en día, la cirugía ortopédica veterinaria está muy avanzada y nada tiene que envidiar a los procesos quirúrgicos a los que se someten los deportistas de élite. Son diversas las patologías o lesiones que pueden precisar de este tipo de intervenciones, desde fracturas causadas por traumatismos, hasta lesiones congénitas.
El post-operatorio siempre resulta crucial en cualquier tipo de cirugía, pero en este caso concreto, debido a la particularidad del tejido óseo que mas adelante explicaremos, más aún si cabe.
¿Qué es una cirugía ortopédica?
La cirugía ortopédica es aquella rama de la medicina encargada de resolver, de forma quirúrgica, todos los procesos patológicos en los que esté involucrado el aparato locomotor, es decir, huesos, músculos, articulaciones, tendones…
Como todos sabemos, el aparato locomotor es el encargado de dar movimiento al cuerpo. En este sentido, cualquier lesión de este sistema se traducirá en un trastorno, en mayor o menor medida, de la movilidad del perro.
De todas las alteraciones que pueda sufrir el aparato locomotor, existe un cierto numero cuya resolución definitiva es la cirugía.
A continuación, mostramos algunos ejemplos de alteraciones que precisan de una cirugía ortopédica para su resolución:
- Traumatismos, como fracturas o roturas de ligamentos.
- Trastornos genéticos, como luxaciones de rodilla.
- Alteraciones adquiridas, como necrosis de la cabeza del fémur.
¿Por qué es tan importante el post-operatorio en este tipo de cirugías?
Normalmente, en este tipo de cirugías, a no ser que solamente esté implicado el tejido muscular, (lo cual no suele ser frecuente) se ven afectados tejidos con una capacidad de cicatrización relativamente lenta en comparación con los tejidos blandos.
Por cuestiones fisiológicas relacionadas con el tipo de tejido, su grado de vascularización y su capacidad de regeneración, los huesos y tendones tienen un periodo de recuperación bastante dilatado. Pensemos en la cantidad de tiempo que tenían nuestros compañeros del colegio para firmarnos las escayolas… Cuando, por ejemplo, una herida en la piel, en unos pocos días, ya está curada.
Otra cuestión que hace que el post-operatorio sea especialmente delicado, es que no podemos decirle al animal que se esté quieto. Y teniendo en cuenta que la cirugía afecta a su capacidad para poder moverse libremente, hace que tengamos que prodigar una meticulosa atención.
Consideraciones a tener en cuenta tras una cirugía ortopédica
En primer lugar, es necesario dejar claro que esto no es un consejo veterinario profesional, es un articulo divulgativo que nunca pretende sustituir los cuidados recomendados por el cirujano veterinario.
Aclarada esta importante cuestión, los consejos generales son los siguientes:
- Limitación de la movilidad tras la cirugía: Tras una cirugía ortopédica lo ultimo que puede hacer el perro es salir a correr. La restricción de movilidad será mayor o menor, dependiendo del tipo de cirugía. Resulta imprescindible que el tejido lesionado cicatrice correctamente, y esto, como ya sabemos, demora bastante tiempo.
- Reintroducción al ejercicio superado el periodo de convalecencia: Tras varias semanas sin actividad, es probable que la masa muscular y el estado físico del animal se haya visto afectado. Por otra parte, cabe la posibilidad de que la lesión no se encuentre del todo recuperada. En este punto, una transición paulatina y moderada al ejercicio resulta de indudable valor.
- Cuidar la herida: Para cualquier abordaje quirúrgico hay que acceder a través de la piel. Al hacerlo, se crea una herida quirúrgica que siempre hay que tener presente ante la posibilidad de infecciones o problemas con las suturas. Una limpieza adecuada con soluciones especificas y un control periódico de la herida suelen ser suficientes, siempre que no haya problemas.
Cuidado físico y emocional
El perro puede encontrarse asustado y confuso por los cambios sufridos de forma repentina en su estilo de vida. Por ello, es necesario prestar especial atención y cariño al animal en estos momentos de dificultad.
Una vez superada la convalecencia, pequeños paseos, actividades reguladas por un fisioterapia canino, e interacción limitada con otros de su especie harán que el perro se encuentre ante una relativa normalidad que ayudará no solo a su recuperación física, sino emocional.
Licenciado en veterinaria por la Universidad de León en el año 2013. Realización de distintos cursos relacionados con la clínica de pequeños animales y exóticos. Técnico especialista en seguridad alimentaria por la Universidad europea Miguel de Cervantes, y actualmente cursando un máster de sistemas de gestión de calidad en industrias alimentarias. Trabajando en clínica de pequeños animales desde el año 2013 donde lleva a cabo las labores propias de la profesión. Durante este periodo ha complementado su formación con la asistencia a distintas charlas y congresos en el ámbito de la clínica de pequeños animales.