Corderita rechazada por su propia mamá al no poder caminar, hoy cuenta con silla de ruedas

Esta corderita tuvo un inicio de vida triste, pero los rescatistas le ayudaron a poder movilizarse y a mejorar su calidad de vida.
Corderita rechazada por su propia mamá al no poder caminar, hoy cuenta con silla de ruedas

Escrito por Support MContigo

Última actualización: 17 octubre, 2022

Lo que todos los hijos de la naturaleza desean es que sus madres los amen de manera incondicional y los hagan sentir protegidos en todo momento. Sin embargo, lastimosamente, algunas los abandonan desde el primer momento de vida.

Algunos llegan a creer que esa problemática solo se presenta entre los seres humanos, no obstante, la realidad indica que ocurre en todas las especies. Tanto así que las corderas se desentienden de sus hijos cuando nacen con un problema en sus patas.

Por lo tanto, esas crías quedan con un estado de salud muy comprometido. Esto debido a que no pueden alimentarse de sus madres y, a causa de ello, muy pronto pueden comenzar a tener problemas de desnutrición.

Tal como le aconteció a Kiki, una indefensa corderita que quedó desamparada desde sus primeros días de vida. En este artículo te compartimos todos los obstáculos que tuvo que enfrentar y el final feliz que logró tener.



La difícil realidad de la corderita

Kiki, la corderita en cuestión, nació con un problema en sus patas y nunca pudo movilizarlas. A raíz de esa situación, su madre la rechazó y jamás atendió ninguna de sus necesidades.

Además, después de ese gran problema, los dueños de la granja en la que se encontraba tampoco se podían hacer cargo de ellas. Pues, manifestaban que no tenían el tiempo ni los recursos para atender de la mejor manera su discapacidad.

Por ese motivo, se pusieron en contacto con una fundación llamada Don’t Forget Us Pet Us Sanctuary, ubicada en Estados Unidos, y ellos la recibieron de la mejor manera. Así mismo, le prometieron brindarle los mejores cuidados.

En consecuencia de ello, desde el día número uno sabían que el animalito solo estaría bien el día que pudiera tener una silla de ruedas que le permitiera movilizarse. Esto debido a que siempre tenía que estar acostada en una misma posición y le estaban saliendo llagas en esa zona del cuerpo.

De igual manera, se le notaba que tenía un estado de ánimo muy bajo. Pues, la falta de movilidad le impedía hacer una gran cantidad de actividades y, en vista de ello, se sentía muy limitada.

Por lo tanto, los funcionarios de la fundación comenzaron a buscar la mejor solución posible para mejorar su calidad de vida. Fue así como se les ocurrió una idea que les dio los resultados que tanto estaban esperando.

La llegada de la silla de ruedas

La fundación decidió establecer comunicación con un santuario llamado “Walkin Pets”, el cual tiene el objetivo de ayudar a los animales que tienen algún tipo de discapacidad. De ese modo, al enterarse de la situación de la corderita, prometieron que le harían llegar un arnés y una silla de ruedas.

Esto debido a que manifiestan que el arnés es indispensable para que la corderita pueda soportar la presión que la silla de ruedas ejerce sobre sus piernas. Además, para que le permita ir encontrando la manera de moverse de una manera cómoda.

Así, con la llegada de estos equipos móviles, la corderita pudo mantenerse de pie por primera vez en su vida. De la misma manera, ha podido comenzar a acompañar a sus cuidadores a algunos lugares que ellos frecuentan.

A causa de esa situación, es evidente que hoy en día disfruta de una calidad de vida totalmente diferente. Pues, ha encontrado la manera de valerse por sí misma y de poder explorar gran parte de su entorno.

Por su parte, los voluntarios del refugio manifiestan que su corazón también está lleno de alegría con este nuevo estado de la corderita. Pues, la vida física y emocional del animal ha cambiado día a día para bien.

Sin embargo, reconocen que Kiki aún tiene que seguirse acoplando a su silla de ruedas. Pero, saben que pronto logrará hacerlo del todo porque se le notan sus ganas de poder conocer lo que antes no ha podido.



Reflexión final

Esta historia vuelve a demostrar que el buen actuar de los humanos es indispensable para proteger el bienestar de los animales que más lo necesitan. Esto debido a que se dedican a sanar sus heridas físicas, emocionales y están dispuestos hasta a criarlos cuando no cuentan con la compañía de su madre.

Por lo tanto, lo ideal es que toda la sociedad tenga la intención de seguir ese comportamiento para garantizar el buen vivir de los animalitos que quedan desamparados por una u otra razón.


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