Consejos prácticos para afrontar la muerte de tu perro

La muerte de un perro es un proceso difícil de asimilar, sin embargo, es fundamental tener en cuenta todas estas recomendaciones.
Consejos prácticos para afrontar la muerte de tu perro

Escrito por Support MContigo

Última actualización: 10 octubre, 2021

Todos los seres vivos dejan el mundo en algún momento y las mascotas no son la excepción. Debido a ello, por más doloroso que sea es indispensable saber todo lo que toca hacer cuando el peludo de la casa apaga sus ojos para siempre.

Es normal que todas las personas se concentren en disfrutar con su perro, amarlo de manera incondicional y no darle lugar a los malos pensamientos. Sin embargo, es fundamental conocer las fases del duelo para poder sobrellevar mejor la situación cuando llegue el momento inesperado.

El solo hecho de nombrar la palabra muerte causa un dolor gigante porque significa no volver a compartir los momentos más dulces a su lado. No obstante, desde el principio es necesario hacerle frente al dolor para que con el tiempo se puedan recordar todas las vivencias positivas con mayor tranquilidad.

¿Qué hacer cuando muere el perro?

Lo primero que corresponde realizar es verificar detenidamente si la mascota se encuentra sin vida. Pues, muchas veces la situación se puede confundir con un episodio en el cual el animal está presentando problemas cardíacos y con una actuación rápida se puede a llegar a evitar la tragedia.

Después de confirmar el deceso, los especialistas recomiendan que es ideal poner una bolsa debajo de su cuerpo y acomodarlo de lado. Esto debido a que en ese instante el animal puede soltar algunos fluidos.

Persona sosteniendo a un perro

Luego de limpiar los fluidos se debe envolver al animal en una sábana y depositarlo en una bolsa. La finalidad de este proceso es poderlo llevar a una clínica veterinaria para que lo tengan en un refrigerador mientras se determina qué ocurrirá con el cuerpo.

Los trámites después de la muerte del perro

En la clínica veterinaria se tiene que tramitar el certificado de defunción firmado por el especialista. Pues, así se puede proceder a enterrar o cremar el cuerpo del animal.

En caso de que el animal tenga chip de identificación es fundamental ponerse en contacto con la entidad encargada. Esto para que ellos tengan claridad de que la mascota ya no se encuentra con vida.

También el dueño del perro se debe poner en contacto con los encargados del seguro de la mascota. Así ellos comienzan a asumir todo el proceso del tratamiento del cuerpo.

Finalmente, a la familia le toca decidir si quieren que su perro sea enterrado o incinerado. Es importante tener en cuenta que estos procesos se pueden llevar de manera individual o junto a más animales de la misma especie que también hayan fallecido.

La lápida de un perro

En el caso de la cremación individual, las personas se pueden llevar las cenizas a casa para tener un recuerdo más cercano de su perro. Por otra parte, en el caso del entierro es indispensable saber que se tiene que realizar directamente en un cementerio porque hay territorios en los que está prohibido dejar los cuerpos.



Consejos para sobrellevar el duelo

La persona puede elegir realizarle una ceremonia a su perro. De esa manera, lo despide de la mejor manera, se toma un espacio para agradecerle por todas las vivencias y se le da el último trato que se merece.

Llorar es fundamental para desahogarse y evitar que las emociones se queden atascadas en lo más profundo del corazón. A través de ese acto la persona comienza a aceptar lo que sucedió y cada día se va sintiendo un poco más liberada.

El duelo

A su vez, es importante contar con una persona a la que se le puedan contar todos los sentimientos que se experimentan durante el duelo. De esa manera se combate un poco la soledad, se encuentra un apoyo incondicional y unas justas palabras de aliento.

También es imprescindible dejar a un lado las culpas, pues la persona siempre se encargó de darle lo mejor a su mascota. Así se logra entender que la muerte sucedió porque es un proceso natural que no se puede evitar.

Por último, es ideal encontrar nuevos hábitos que le transmitan tranquilidad a la persona. Asimismo, tratar de evocar recuerdos felices para que con el paso de los días se puede hablar del perro con la sonrisa que siempre provocó a lo largo de su vida.


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  • Moreno A. El proceso de duelo tras la pérdida de una mascota: descripción y variables relacionadas [Internet]. Madrid: Universidad Pontificia ICAI; 2O15 [citado 08 de octubre de 2021].

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