Conoce al buitre barbado

Esta rapaz, popularmente conocida como quebrantahuesos, deja caer desde las altitudes partes óseas de animales cuando estas son demasiado grandes para tragarlas
Conoce al buitre barbado

Escrito por Yamila

Última actualización: 14 junio, 2018

El buitre barbado, más conocido como quebrantahuesos es un ave de presa de aspecto bastante tenebroso. ¿Sabes por qué lleva ese nombre? ¡Por su costumbre de partir huesos y caparazones contra las rocas! Entérate más sobre él en el siguiente artículo.

Hábitat del buitre barbado

Este ave suele habitar zonas escarpadas y montañosas con muchos barrancos o acantilados. También se lo puede hallar entre cuevas durante la época de nidificación. Pueden compartir su ‘hogar’ con cabras monteses y rebecos.

En el continente europeo está en peligro de extinción y solo hay algunas comunidades muy pequeñas en los Pirineos y en los Alpes, donde se ha reintroducido. Su territorio se extiende por el norte de África, el Valle del Rift, Sudáfrica y desde Anatolia (Turquía) hasta el Himalaya y los montes Tian Shan, en China.

Características del buitre barbado

Este ave de presa tiene una envergadura alar que puede alcanzar los tres metros, y un peso que oscila entre los cinco y los siete kilos. A diferencia de los demás buitres, el buitre barbado tiene la cabeza cubierta de plumas, su cola es larga en forma de rombo, y las alas estrechas y largas.

El color del plumaje va cambiando según la edad del ejemplar. Cuando tiene menos de un año, el vientre es pardo claro y el resto del cuerpo marrón con extremos negros. Hasta los tres años, el cuello se mantiene oscuro, pero poco a poco algunas áreas se van clareando, como la cola.

Buitre barbado: características

Entre los tres y los seis años las alas se vuelven grises y el cuello amarillento. Y cuando ha pasado los seis años tanto el cuerpo como la cabeza y el cuello son blanco-amarillentos; presenta un collar negro y alas y cola grises.

Alimentación del buitre barbado

El buitre barbado es la única ave que se alimenta exclusivamente de huesos: introduce la cabeza y el cuello en el interior de los cuerpos de los animales muertos y ‘rechaza’ las partes blandas y vísceras. Incluso son los últimos en servirse el festín entre todos los depredadores.

Cuando las partes óseas son demasiado grandes –más de 20 centímetros– como para poder tragarlas enteras, las toma con sus patas, eleva vuelo lo más alto posible y las deja caer con fuerza para que se rompan al impactar contra las rocas. Lo mismo hace con los caparazones vacíos de tortugas.

El 75% de la dieta está compuesta por huesos y el resto de ratones y lagartos, a quienes atrapa en pleno vuelo.

Hábitos y reproducción del buitre barbado

Este ave no suele emitir sonidos, salvo cuando se encuentra muy amenazada que lanza una especie de silbido. Para comunicarse con sus congéneres utiliza los ojos y las plumas de la cabeza: si está enfadado, por ejemplo, se le inflama la carótida y se le eriza el plumaje.

Buitre barbado: alimentación

En un mismo área puede convivir con cientos de parejas y, una vez que consiguen compañero, lo mantienen durante toda la vida. Construyen en conjunto un nido a la entrada de una cueva, el cual es reacondicionado cada año.

Al ser sedentario, el buitre barbado no se aparta demasiado de su territorio, que es de aproximadamente 30 km2. Puede abandonarlo temporalmente en busca de comida, pero regresa siempre al mismo sitio tras saciar el apetito.

La época de apareamiento comienza en septiembre y las puestas son en diciembre. Ambos padres se turnan para incubar dos huevos durante 60 días. Solo el más fuerte de los polluelos sobrevive, que además se encarga de ‘matar’ a su hermano débil. Este comportamiento está presente en otras aves también, como por ejemplo las águilas.

Después de cuatro meses de cuidados, el polluelo superviviente emprende su primer vuelo, pero sigue siendo alimentado por los adultos hasta casi los 10 meses, cuando se independiza del nido.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.