Conductor de tren prefirió llegar tarde a su destino que atropellar a un perrito
Dicen que una buena acción vale más que mil palabras. Y así lo demostró un hombre que se ganó los aplausos y felicitaciones de todos tras decidir parar un tren para salvar la vida de un perrito.
Todo sucedió en una estación de metro subterránea en CDMX, México. Las personas que se encontraban en una estación tenían ya mucho rato esperando la llegada del tren. Todo apuntaba a que se había generado un retraso y eso congestionaba toda la ruta.
A medida que pasaba el tiempo, la gente seguía acumulándose en el andén. Malas caras, personas ansiosas, algunos murmullos de molestia, pero todo cambió cuando el tren comenzó a asomarse en la lejanía y todos entendieron la razón de su retraso.
El conductor quería salvar la vida de un animalito
El conductor encargado del transporte había decidido bajar la velocidad porque en la vía se encontraba un perrito que no quería apartarse del camino. Por eso, a pesar de todas las personas que exigían rapidez, el conductor bajó la velocidad permitiendo que el perrito avanzara hasta que pudiera salir de los túneles.
Cuando conocieron la verdadera razón por la que el hombre había parado el tren, todas las personas quedaron conmovidas y lo felicitaron por su buena acción.
Alguien decidió grabar el momento y compartirlo a través de las redes causando que cientos de personas alabaran el buen corazón de aquel hombre que supo hacer lo correcto, aunque todo parecía en su contra.
“Cosas que pasan en el metro de la CDMX, el metro venía muy atrasado y todo fue gracias a que un perrito venía caminando enfrente de él. El conductor jamás lo atropelló“, comparte la publicación.
Las buenas acciones merecen atención
Fueron muchos los mensajes de aliento que le llegaron al hombre a través de la publicación. Incluso una reconocida fundación de animales decidió comunicar en sus redes unas felicitaciones públicas por su acto heroico.
El centro de rescate llamado Peludos Desamparados, reconoció la responsabilidad de esta persona e incentivó a que todos adoptemos esta empatía y amor por aquellos que más lo necesitan: los animalitos callejeros.
Un pequeño gesto de amor podría incluso salvarles la vida, por eso no debemos voltear la mirada ante estas criaturas. Debemos ayudar siempre que podamos.