¿Cómo ven las abejas?

La polinización que realizan las abejas es fundamental para la formación de frutos y semillas. Su visión cumple un papel esencial en este proceso.
¿Cómo ven las abejas?
Samuel Sanchez

Revisado y aprobado por el biólogo Samuel Sanchez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 02 agosto, 2022

Las abejas son unos de los polinizadores más importantes de las plantas con flores. Aproximadamente la tercera parte de los alimentos humanos son polinizados por insectos, por lo que es fácil llegar a la conclusión de que estos invertebrados alados cumplen un papel fundamental en la producción agrícola. 

El aparato visual de las abejas es muy sofisticado y realiza una labor esencial en el trabajo de la polinización gracias a los colores y al movimiento que registra. Si quieres conocer cómo ven las abejas, continúa leyendo. 

Características generales de las abejas

La fundación Amigos de las Abejas describe a estos pequeños seres como artrópodos e insectos himenópteros (uno de los órdenes más numerosos de insectos, llamado así por las alas membranosas de sus integrantes). Además, también pertenecen a la familia de los ápidos (Apidae).

Estos insectos también se denominan antófilos (Anthophila), palabra que significa “que aman las flores”, algo que no se pone en duda. Este linaje cuenta con más de 20 000 especies conocidas, pero sin duda la más famosa es la abeja doméstica (Apis mellifera). 

Esta especie se caracteriza por ser social y por vivir en enjambres formados por la reina, las obreras y los zánganos. Sin embargo, cabe destacar que casi todas las demás especies de abejas son solitarias y no forman enjambres.

El ciclo vital de las abejas es muy compleja.
 

¿Cómo son los ojos de las abejas?

El cuerpo de las abejas se divide en cabeza, tórax y abdomen, 3 partes o tagmas unidos que se mueven entre sí mientras que son protegidos por el esqueleto externo (exoesqueleto). En la parte superior de su cabeza se encuentran tres ojos simples u ocelos (formando un triángulo) entre dos ojos compuestos.

Los dos ojos compuestos están formados por numerosas facetas hexagonales, las cuales tienen miles de ojos simples cada una: 3000 en la reina, 6000 en la obrera y 13 000 en el zángano. Algo curioso es que la forma de las facetas es parecida a la disposición en la que se construyen los panales. 

Según Eco Colmena, cada una de estas facetas, llamada omatidio, capta una pequeña porción del campo visual. Por esta razón, la imagen que procesa el sistema nervioso de estos insectos está compuesta por miles de puntos, formando un cuadro similar a un mosaico. 

Esta imagen carece de nitidez, pues las abejas deben acercarse al menos a 5 centímetros de distancia de una flor para poder distinguirla de las demás plantas. Cuando están tan cerca del objeto de interés, se apoyan de otros sentidos para identificarlo.

En cuanto a los tres ocelos, cabe destacar que estos no captan imágenes. Aun así, son muy importantes para que el invertebrado pueda ubicarse en el entorno, ya que se encargan de registrar la intensidad de la luz. De esta forma, las abejas son capaces de percibir el sol incluso en condiciones nubladas y saber cuál es el momento justo para regresar a su colonia después de trabajar. 

¿Cómo ven las abejas?

Las abejas pueden ver a corta distancia y en casi total oscuridad dentro de su colmena. Son sensibles a la intensidad de la luz y también utilizan su visión como fotómetro para establecer el principio y fin del horario laboral. A continuación, abordamos varias cuestiones esenciales para entender este sentido en los insectos que nos atañen. 

¿Qué colores pueden ver? 

La percepción de colores por parte de estos insectos está relacionada con la polinización de las plantas con flores. En el lado ultravioleta del espectro tienen más agudeza visual y en el extremo del color rojo son casi ciegas. Por ende, ven perfectamente los tonos azul, amarillo, verde azulado y ultravioleta. 

Por el contrario, perciben el color rojo como si fuera negro, mientras que el naranja y el verde amarillento los ven como equivalentes a los amarillos. Su agudeza visual puede ser inferior a la del hombre, pero en igualdad de tiempo el ojo de estos insectos percibe 10 veces más imágenes que los humanos. 

¿Cómo influye esto en la polinización? 

Las flores aprovechan el sentido de la vista de las abejas para su beneficio. Mientras que a los ojos de los humanos los pétalos son de colores simples y uniformes, estos insectos alados pueden percibir las áreas que reflejan la luz ultravioleta. De esta manera, son guiados a donde está el polen y así se garantiza la polinización. 

¿Cómo perciben el movimiento? 

Las abejas tienen una gran sensibilidad óptica al movimiento, pues perciben los cambios inmediatos de una manera muy clara y detallada (algo similar a una cámara lenta). Además, pueden captar las flores pequeñas, menos coloridas y no tan atractivas para ser polinizadas. 

¿Sabes cuál es la importancia de las abejas?

La polinización, tan sencilla a simple vista, cumple una función trascendental en la formación de frutos y semillas en la agricultura. Este término se refiere al desplazamiento del polen desde la flor que lo produce a otra flor de su misma especie. 

En otras palabras, es gracias a este proceso que los humanos pueden alimentarse de una gran variedad de plantas. Los insectos polinizadores más eficaces pertenecen al orden de los himenópteros, del que forman parte las abejas.

Situación actual de las abejas

Cuenta las Naciones Unidas que los polinizadores están amenazados por efectos de la actividad humana. Es tanto el riesgo que las abejas corren un gran peligro de extinguirse en todo el mundo. 

Las poblaciones de estos insectos han disminuido de manera preocupante por las prácticas agrícolas intensivas, el uso de plaguicidas, las especies exóticas invasoras, las enfermedades, la extensión de plagas y el cambio climático. A medida que el ambiente cambia, muchas especies fallan a la hora de adaptarse y mueren.  

Los agricultores y los encargados de las normas que controlan la producción tienen una gran responsabilidad, pero los ciudadanos y cualquier habitante del planeta también cargan con parte de la culpa. Todos aquí somos responsables de proteger a los polinizadores. 

Para mejorar esta situación, puedes comprar miel sin refinar a los agricultores locales, cultivar una gran variedad de plantas que florezcan en diferentes momentos del año, apoyar a agricultores que utilicen prácticas sostenibles, difundir información sobre las abejas y muchas otras acciones. No todo está perdido, así que cada pequeño gesto cuenta. 

Uno de los animales más afectados por el cambio climático.

Como ves, la visión de las abejas y su funcionamiento es primordial en todo el proceso de polinización. Acompañada por otros sentidos, la vista permite a estos insectos hacer un gran trabajo que ahora debe ser protegido y preservado.


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