
Esta enfermedad que provoca problemas en la vista de las mascotas puede incluso causar la ceguera. Por eso es tan importante llevarlas a la revisión con el veterinario. En este artículo te ponemos al día sobre el glaucoma en perros.…
Tu perro estornuda, tiene mocos, tose, le lloran los ojos y está decaído. Todo parece indicar que padece un resfriado. Y sí, los animales no están exentos de este tipo de dolencias y también se resfrían.
Para ser más precisos, el término que utilizan los veterinarios es infección respiratoria superior, y la producen virus similares a los que afectan al ser humano, aunque no son los mismos.
Por eso, aunque tu mascota no pueda decírtelo, seguramente también tiene dolor de cabeza y muscular, un malestar generalizado y hasta algunas líneas de fiebre.
Como dice el viejo refrán: “es mejor prevenir que curar”, sobre todo si se trata de patologías evitables, tomando algunos recaudos para mantener a tu perro lejos de mocos y estornudos. Por ejemplo:
Si seguiste todos los consejos pero de todas formas no pudiste evitar que tu perro enfermara, te indicamos algunos temas que debes tener en cuenta a la hora de intentar aliviar el resfriado de tu querida mascota.
Consulta al veterinario. Incluso si piensas darle un medicamento casero.
Ten presente que, al igual que ocurre con los humanos, el resfriado de tu perro deberá remitir en pocos días. Si esto no pasara, o su situación se agrava, consulta a tu veterinario. Presta especial atención a estos signos en tu mascota:
En estos casos, es probable que tu can necesite un antibiótico para superar su enfermedad.
Además, cachorros y perros ancianos deberían ser revisados por un profesional aunque no presenten cuadros graves en apariencia.
Ten presente también que otras enfermedades pueden llegar a confundirse con el resfriado, como es el caso del moquillo, una patología muy contagiosa –producida por un virus– y que ataca a perros de todas las edades.
El moquillo afecta principalmente las vías respiratorias, el aparato gastrointestinal y, en casos graves, al sistema nervioso de las mascotas.
Así que, si tu mejor amigo peludo se ha pescado un resfriado, lo mejor que puedes hacer es redoblar tu paciencia y tu afecto hacia él, cuidarlo con esmero y observar su evolución.
Seguramente se pondrá bien de inmediato. Y, si requiere ayuda profesional, tu veterinario sabrá aconsejarte sobre las herramientas más adecuadas para que supere este molesto trance de la mejor manera posible.