Cómo bañar a un gato correctamente

Cómo bañar a un gato correctamente
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 06 enero, 2018

Si un gato es casero no necesita el baño con frecuencia. La razón es que los gatos dedican unas horas del día a acicalarse. Desde siempre hemos escuchado la aversión que tienen los gatos al agua, y al baño. Hay que plantearse si esto es real o se trata de un mito. ¿Es necesario bañar a un gato?

La lengua de los gatos es el órgano que les permite darse baños naturales. Es rugosa por estar recubierta de papilas rígidas que tienen queratina en su composición.

Este ritual de acicalamiento diario limpia la piel y el pelo de los felinos. Por esto, solo los gatos que salen a la calle o que pasan parte de su tiempo a la intemperie necesitan tomar baños con agua y jabón.

El baño, además, puede generar una gran cantidad de estrés para la mayoría de los gatos. Por eso se recomienda seguir ciertas pautas para que la experiencia sea lo menos traumática posible. El pequeño felino acabará aceptando el baño como normal, pero hay que ayudarlo a adaptarse.

El baño de los cachorros

Si el gato aún no ha cumplido las ocho semanas de edad no está listo para tomar un baño completo. Una buena alternativa es asearlo con un paño húmedo. Pasado este período de tiempo, si se educa al gato para tomar baños desde pequeño, se acostumbrará y será mucho más fácil en el futuro.

Gato bañandose

Antes del primer baño se puede ir acostumbrando al agua. Un recipiente para que juegue y experimente hará que el agua no sea un elemento extraño para él.

Preparación para que la experiencia de bañar a un gato sea feliz

Comprar productos especializados

En primer lugar, se debe bañar al gato con un champú especial para este tipo de animales. No se recomiendan productos para humanos ni tampoco champú para perros, pues podrían generar irritaciones e incluso una intoxicación. Hay que añadir que siempre se deben leer las instrucciones que vienen con el producto.

Cortar las uñas

Es una manera de protegerse de los arañazos si el gato no está muy convencido a la hora de bañarse. Se trata de una defensa natural, por lo tanto hay que prevenir para no sufrir heridas.

El momento ideal para cortar las uñas es el día anterior al baño, pues hacerlo puede alterarlo. No es bueno añadir al estrés del baño el del corte de las uñas. Una opción para convencerlo es darle una golosina apropiada para su dieta y, así, se dejará cortar las uñas con agrado.

Cepillar

Es un paso muy importante que no debe ser omitido. La finalidad de cepillar el pelo del gato es deshacer los nudos. Si hay nudos y se moja el pelo estos empeorarán y, llegado el caso, hasta podrían ser dolorosos.

Si el gato disfruta el cepillado puede ser una manera de calmarlo, pero si por el contrario no le gusta, es mejor dejar un espacio mínimo de una hora entre el cepillado y el baño. Esto dará tiempo a que se calme y, si no funciona, puedes probar a relajarle con música.

Poner una alfombra antideslizante

Si el gato intenta salirse de la bañera, lo cual es bastante probable, se resbalará. Esto podría alterarlo, así que una alfombra antideslizante puede ayudar ostensiblemente.

Gato secandose con una toalla

El baño

Una vez realizados los pasos previos para bañar a un gato, ya se puede proceder. Solo se deben seguir los siguientes pasos:

  • Meter al gato en la bañera o recipiente elegido. Si el gato le tiene aversión al agua lo mejor es meterlo en la bañera seca.
  • Luego, ayudándonos de un recipiente, poco a poco se va vertiendo agua tibia sobre su cuerpo. No se debe usar la regadera directamente, pues podría asustarlo.
  • Los juguetes pueden ayudar a que el gato se entretenga y se mantenga calmado.
  • No se debe exagerar con la cantidad de jabón. Si al gato no le gusta el agua no es conveniente tener que usar mucha para enjuagarlo.
  • El champú se aplica frotando suavemente.
  • No es necesario echar jabón en la cara. Por el contrario, esta sustancia podría entrar en los ojos e irritarlos.
  • Se debe evitar meter la cara del gato directamente debajo del agua. Y es que los gatos en estas circunstancias suelen entrar en pánico.
  • Por último, se seca el gato con una toalla suavemente. Luego se cepilla su pelo si es un gato de pelo largo.
  • Después de este gran esfuerzo, el gato merece una recompensa como mimos, golosinas para gatos o juguetes.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.