Cobaya Sheltie: características, alimentación y cuidados

La cobaya Sheltie es una de las razas de cobaya más populares que se pueden mantener como animal doméstico. Su aspecto y personalidad la hacen ideal para muchas personas.
Cobaya Sheltie: características, alimentación y cuidados
Francisco Morata Carramolino

Escrito y verificado por el biólogo Francisco Morata Carramolino.

Última actualización: 18 mayo, 2021

Las cobayas son unos de los roedores más populares que se pueden adoptar como animales de compañía. Son más grandes, comunicativas y permiten un mayor nivel de interacción que otras mascotas similares, así que llaman mucho la atención. Existen muchas razas diferentes de cobayas: etre ellas, la cobaya Sheltie o Silkie puede ser una excelente opción.

Esta raza proviene de las islas Shetland escocesas y desciende del cruce entre cobayas peruanas y cobayas self black. Esto se refleja en su aspecto físico y pelaje largo y sedoso, que no cubre la cara.

Aunado a su personalidad, esta apariencia adorable ha convertido a las cobayas Sheltie en unas de las más buscadas por los tutores del mundo. Si quieres saber más sobre ellas, sigue leyendo.

Características de la cobaya Sheltie

Estas cobayas suelen vivir entre 5 y 8 años, aunque en casos excepcionales han llegado a vivir 14 años. Como otras cobayas, son roedores relativamente grandes y rechonchos. En concreto, esta raza suele alcanzar entre 20 y 26 centímetros de tamaño.

Estos animales no tienen cola y cuentan con 4 patas cortas, de aproximadamente el mismo tamaño. La cabeza es bastante grande, con unas orejas pequeñas y redondeadas. Los ojos son grandes, redondos, negros y brillantes. El hocico es corto y está acabado en una pequeña nariz rosa. La boca está situada en una posición bastante ventral.

Su aspecto más llamativo es el pelaje largo, liso y suave, que puede llegar a alcanzar hasta 60 centímetros de longitud. El pelaje puede ser de varios colores, que dependen del individuo en concreto. Algunas de las tonalidades más comunes son negras, blancas, cremas o anaranjadas.

Este pelo largo puede hacer a esta raza difícil de distinguir de las cobayas peruanas a primera vista. Aunque las cobayas peruanas son unas de las predecesoras de las Sheltie, hay una diferencia clara entre ambas.

El pelaje de las cobayas peruanas crece hacia delante y puede cubrir la cara y los ojos del animal. Por otro lado, el vello de las Sheltie crece hacia atrás y se hace más corto en la cabeza. Esto les da un aspecto adorable y muy reconocible, ya que su cabeza queda muy redondeada y parece que se han peinado la melena hacia atrás.

Una cobaya Sheltie mira a cámara.

La personalidad de esta cobaya

La cobaya Sheltie tiene uno de los temperamentos más tranquilos y apacibles que se pueden encontrar en estos animales. Cabe destacar que, al principio, pueden mostrarse más tímidas que cobayas de otras razas, y ganarse su confianza puede costar un poco más de trabajo que con el resto. Sin embargo, tras este tramo inicial, es posible formar un vínculo duradero con estos animales.

Una vez están cómodas en su nuevo hogar, estas cobayas son dóciles, activas, juguetonas y tiernas. Necesitan atención y, como otras cobayas, son muy comunicativas. Por otro lado, también requieren su espacio y periodos de reposo.

Cuidados de la cobaya Sheltie

A consecuencia de su estupendo pelaje, estos roedores requieren bastante trabajo. Muchos de sus cuidados se destinan a mantener el pelo sano y en buena forma. 

El vello de estos animales se enreda y acumula orina, heces, sustrato y otros restos o desperdicios. Esto es molesto para ellos y puede acarrear problemas de salud. Por lo tanto, es necesario cepillar a esta mascota frecuentemente con un peine de acero inoxidable.

También puede que estas cobayas necesiten un baño ocasionalmente. Si vas a bañar a tu mascota, hay que utilizar agua muy poco profunda, para evitar estresar al animal. También hay que usar un champú especial para cobayas y el agua debe estar tibia. Al acabar, es necesario secar al roedor con mucho cuidado, especialmente en las orejas.

Asegurar que las cobayas queden secas tras el baño es muy importante. Como pequeños roedores que son, pierden calor muy fácilmente, lo que es perjudicial. Pueden dejarse en un lugar cálido y tranquilo para que terminen de secarse. Si se usa un secador, es muy importante evitar quemarlas.

Dieta y alimentación

Al igual que el resto de cobayas, la Silkie es exclusivamente herbívora. La fuente principal de alimento puede ser heno, que debe proporcionarse en cantidades casi ilimitadas y debe constituir en torno al 80 % de la dieta.

También pueden aportarse vegetales frescos y pienso para cobayas a diario. El pienso debe ser de alta calidad y sin frutos secos u otros alimentos grasos, que pueden producir obesidad.

Las cobayas no son capaces de sintetizar vitamina C, por lo que es buena idea aportar suplementos alimenticios que la contengan. Esto es especialmente importante para cobayas de edad más avanzada —o que estén debilitadas por alguna enfermedad—.

Las crías de cobaya, así como las madres embarazadas, deben contar con una alimentación específica adecuada para sus necesidades. A su vez, la jaula siempre tiene que tener una fuente de agua limpia y fresca, que puede proporcionarse en forma de la botella típica para roedores —y debe cambiarse a menudo—.

Una jaula de 70 centímetros de largo y 40 centímetros de ancho es suficiente para un ejemplar. De todas formas, estos animales deben salir de su habitáculo a menudo.

Una cobaya sheltie sobre el heno.

Las cobayas Sheltie son animales muy amigables y sosegados, que pueden cumplir con las necesidades de toda una variedad de dueños responsables. Son roedores muy sociales, por lo que es imprescindible aportarles la interacción y estímulos necesarios.


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