7 causas de asfixia en perros

Muchos objetos y situaciones inesperadas pueden ocasionar asfixia en perros. Aquí descubrirás cuáles son los desencadenantes y cómo actuar en estos casos.
7 causas de asfixia en perros
Samuel Sanchez

Revisado y aprobado por el biólogo Samuel Sanchez.

Última actualización: 04 noviembre, 2021

Toda persona que tenga un perro como mascota posiblemente ha presenciado un momento en el que siente que el can se está ahogando a causa de un objeto o alimento mal digerido. La asfixia en perros puede presentarse en múltiples situaciones, pero el tutor nunca debe perder la calma.

Si el humano se pone nervioso, el can lo percibirá y su ansiedad dificultará aún más el proceso de ayuda. Con una serie de pasos concretos y mucha tranquilidad, este evento puede quedarse en una desagradable anécdota. A continuación, te presentamos las causas más comunes de asfixia en perros. No te las pierdas.

1. Juguetes y alimentos

Los perros —por lo general— muerden más de lo que pueden masticar. No importa el tamaño del objeto que el can tiene en su boca, ya que hay que fijarse en qué tan pequeño se va haciendo mientras lo mordisquea hasta que quepa en la parte posterior de su garganta. Si el objeto es demasiado grande y tapona este conducto, se produce la asfixia.

Los huesos, zapatos o la madera pueden ser mortales para tu perro si no supervisas con detalle el momento en que tu mascota juegue con ellos.

De igual forma, los restos de alimentos como huesos, semillas o pedazos sólidos muy grandes también pueden atascarse en su tráquea y bloquear parcial o totalmente el paso del aire. La solución está en supervisar el juego de la mascota y retirar con cuidado el juguete o hueso una vez sea tan pequeño como para caber por completo en su boca.

Un perro salvaje que se está ahogando.

2. Ahogamiento por agua

Otra causa frecuente de asfixia en perros es confiar demasiado en las habilidades de natación del perro y dejarlo solo en un lago o piscina. Si tu can está lejos de la orilla y se agota físicamente, el agua puede entrar por sus vías respiratorias y poner en riesgo su vida. Para evitar el primer escenario, es recomendable instalar rampas en tus piscinas y ayudar al perro cuando se canse de nadar.

3. Ahogamiento por humo

De igual forma, la inhalación de humo en un posible incendio o de monóxido de carbono en lugares cerrados —como un garaje o parqueadero sin entradas de aire— son causantes de asfixia.

4. Olas de calor

Tal vez te has encontrado con un perro encerrado en el vehículo de sus dueños que saca su lengua y está desesperado por salir. Esta difícil situación pone en riesgo la vida del can —mucho más en épocas de altas temperaturas—, pues al no tener aire circulando por el vehículo, le es más complicado respirar.

5. Caídas

Otro causante de asfixia pueden ser las caídas que sufra el perro, especialmente si el golpe se produce en el tórax, cuello o en su pecho. Factores como la edad y el peso del animal determinan la gravedad del traumatismo, pues los huesos y cartílagos del cuello se vuelven más flexibles con el paso del tiempo y pueden fracturarse con mayor facilidad.

6. Enfermedades

Existen algunas condiciones médicas que hacen que tu mascota sea más proclive a asfixiarse. La traqueobronquitis —más conocida como tos perruna— es una de las más conocidas y se transmite entre un perro y otro a través de las flemas o estornudos. Esta condición hace que el can carraspee con frecuencia, pero puede ser tratada médicamente.

La pioderma juvenil es otra enfermedad que afecta a los cachorros pequeños, que se provoca la inflamación de la garganta y los ganglios linfáticos.

7. Collares inadecuados

Por otro lado, los adornos comunes como los collares pueden ser un grave enemigo para los perros si se aprietan demasiado. Estos artefactos deben ser verificados con frecuencia, especialmente en la etapa de crecimiento del perro, ya que así evitarás que se ahogue con ellos. Un truco es insertar 2 dedos para generar más espacio entre el cuello del can y el collar.

¿Cómo prevenir la asfixia en perros?

En la actualidad, existen algunos métodos con los que puedes prevenir casos de asfixia en perros. Sin embargo, la mejor recomendación es siempre estar pendiente de tus mascotas, sin importar su edad o la confianza que tengas en ellas. A continuación, te exponemos 2 métodos importantes para salvar la vida de tu perro en casos extremos.

  1. Maniobra de Heimlich: tu postura dependerá del tamaño del perro —si es pequeño sujétalo sobre tu regazo boca abajo, con la espalda contra tu pecho—. Tras ello, coloca tu puño debajo del esternón y la otra mano encima del puño. Con 4 movimientos fuertes y seguidos, aprieta el abdomen o golpea con la palma de la mano la espalda del perro.
  2. Reanimación cardiopulmonar (RCP): si el objeto no logra salir, debes acostar al perro en el suelo del lado derecho. Si es un cachorro, pon una mano abierta a cada lado de su tórax. Si es grande, las manos irán sobre el tórax, una encima de la otra. Por último, realiza 60 compresiones por minuto y 2 insuflaciones cada 30 compresiones hasta que respire.
Un perro se ahoga con comida.

Estos 2 métodos son para situaciones de urgencia, por lo que lo más recomendable es buscar ayuda profesional en una clínica veterinaria si no logras hacer que el perro respire de nuevo. Es importante que siempre estés muy atento a los objetos con los que suele jugar el can y estar preparado para brindarle los primeros auxilios de ser necesario.

 


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