Le cambiaron la vida a una perrita y a su cachorro cuando fueron rescatados
En una Fundación de Culiacán, Sinaloa, México, le cambiaron la vida a una perrita y a su cachorro. Ellos se encontraban en condiciones deplorables en la calle y fueron rescatados, desde entonces, su vida cambió para siempre.
Su rescate fue una serendipia, es decir, se dio por casualidad mientras buscaban a otro perrito que estaba perdido. La madre y su cachorro estaban sucios, llenos de parásitos y enmarañados. Sigue leyendo para descubrir todo el proceso que les dio una nueva oportunidad.
En Laika le cambiaron la vida a una perrita y a su bebé
Vivir en las calles no es sencillo para los perritos, ellos sufren maltrato, hambre, frío y muchas cosas más. Es una situación que causa tristeza, pero hay que decir que es peor para las mamás y los cachorritos.
Ese fue el caso de vida de la perrita que protagoniza esta historia y el de su bebé. La Fundación Laika Protectora de Animales, A.C. cuenta que pasaron por una calle buscando al otro perrito, cuando vieron a dos tirados en el medio de ese punto.
Incluso, señalan que su vida corría peligro porque un vehículo los podría atropellar. Al acercarse, se dieron cuenta que eran una madre y su hijito. “Mamá y bebito, dormidos, llenos de pulgas, tierra y ella con rastas. Así, miles de animales producto de la irresponsabilidad e indiferencia”, contaron.
La madre y su pequeño peludo fueron rescatados
Al verlos en tan mal estado, los miembros de la fundación no pudieron dejar a los peludos a su suerte. Claro que los rescataron y los llevaron a su refugio. Allí les brindaron atención veterinaria, alimentos y mucho amor.
Poco a poco se empezaron a recuperar y enamoraron a punta de juegos y mimos a los rescatistas. Tal vez sabían que esas personas les cambiaron la vida a los dos y para siempre.
Le cambiaron la vida y le dieron una nueva oportunidad
Así es, en este lugar le cambiaron la vida a la perrita y a su bebé. Ella fue bautizada como Fabiana y el cachorro como Frondo. A ambos se les practicaron pruebas que determinaron que la madre tenía anaplasmosis y erliquiosis, así que entró en tratamiento farmacológico.
“Hoy se les realizaron análisis de sangre, se desparasitaron, se le dio a la mamá una pastilla para garrapatas, se bañaron, cortaron pelito y comenzaron tratamiento”, comentaron los rescatistas.
Adicionalmente, a los dos los llevaron a disfrutar de un delicioso y reconfortante baño. Después de este paso, ambos parecían otros. Ahora, se espera que ambos puedan encontrar una familia que los ame para siempre.
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