Cachorrito lucha por su vida después de que su mamá quisiera comerlo al nacer
Un cachorrito lucha para sobrevivir sin su madre, la cual no solo lo rechazó a él y a sus ocho hermanos, sino que intentó comerlo vivo. Aunque para muchas personas este es un acto cruel, es un misterio de la naturaleza muy difícil de comprender.
Hay quienes señalan que esto pasa porque la madre intuye que los bebés no lograrán sobrevivir por alguna condición. Otros aseguran que se debe a la manipulación del humano que “borra” el aroma natural de la manada. Pese a las diferentes opiniones, no hay nada comprobado aún.
Por ahora, vamos a contarte cómo este pequeño bebé logró sobrevivir a este acto con una patita menos. ¡A continuación, todos los detalles!
El cachorrito lucha al lado de dos gatos
Resulta ser que tras sobrevivir a la muerte por cuenta de su propia madre, este perrito lucha con solo tres patitas completas al lado de dos gatos que lo adoptaron. Cuando Ale Oviedo se enteró de lo sucedido no pudo resistirse y se ofreció a ayudarlo. Hasta ese momento, tres de los hermanos del cachorrito ya habían sido devorados por su madre.
Oviedo bautizó al can como Nicholas, el sobreviviente. Hasta ese momento, tan solo tenía un par de semanas de vida. “Conocí a Nicholas cuando tenía más de una semana. La mamá de Nicholas se comió a tres de sus hermanos y estaba en proceso de comérselo cuando alguien lo rescató“, comentó la mujer.
Ale lo llevó a su casa y empezó a curarle la patita que alcanzó a comerse la madre. Aunque este sería un mejor destino para él, la rescatista tenía un gran temor: saber cómo lo recibirían sus otras mascotas.
Ella tenía cinco perros y dos gatos, algo celosos porque ya estaban acostumbrados a su entorno. Un nuevo miembro en la manada los podría poner a la defensiva. Sin embargo, como si todos supieran la situación por la que el pequeño pasó, decidieron acogerlo inmediatamente como uno de los suyos.
Esta adopción ha enternecido a todo el mundo
Sabiendo que sus amados peludos aceptaron a Nicholas, Ale se dedicó a cuidar de su patita herida y a prestarle todos los cuidados que un cachorro de su edad necesitaba. Cada vez que ella deseaba curar al can, los felinos llegaban atraídos por su llanto, querían consolarlo. “Lo alimentaba cada 3 horas y le cambiaba el vendaje todos los días. Entonces ellos se acercaban y venían por él“, comentó.
Con el paso de los días, el cachorrito dejó su lucha, ya estaba a salvo y lo sabía. Poco a poco empezó a desenvolverse por sí mismo porque su patita empezó a sanar y él ganó peso y confianza.
“¡Lo hice con mucho gusto, con el cuidado constante de mi parte, mis gatos y mis otros 5 perros, se convirtió en un perro encantador!”, comentó Ale sobre el progreso del peludito. Él pasó de casi morir en garras de su madre a vivir en una manada amorosa y dispuesta a ayudarlo a salir adelante desde el primer día. Esta gran familia cambió su destino y le dio una gran oportunidad de vida.
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