La ballena franca: uno de los mamíferos más adaptados a la vida acuática

Uno de los mamíferos que más nos asombra es, sin duda, la ballena franca. Sus particulares y característicos rasgos hacen que las podamos identificar fácilmente, aunque también son el motivo por el que han sido tan perseguidas por los humanos.
La ballena franca: uno de los mamíferos más adaptados a la vida acuática
María Muñoz Navarro

Escrito y verificado por la bióloga María Muñoz Navarro.

Última actualización: 14 mayo, 2020

La ballena franca uno de los mamíferos más grandes y asombrosos que habitan el ecosistema marino. Además, existen tres especies que se encuentran surcando distintos océanos.

El nombre de “franca” (del inglés “right“), se refiere a “adecuada”, ya que durante años han sido considerados como los cetáceos más sencillos o adecuados de cazar. Esto es porque su cuerpo se puede detectar fácilmente en la superficie cuando mueren y porque se desplazan muy lentamente en el medio marino.

En las siguientes líneas te contamos más datos sobre este impresionante mamífero, y la importancia de preservarlo.

Características físicas

Te presentamos algunas características de estos animales:

  • Son cetáceos de gran tamaño. Por lo general, los adultos pueden llegar a pesar hasta 40 toneladas, aunque se han encontrado algunos que rozaban las 60. En cuanto a la longitud, se han visto ballenas francas glacialis que rozaban los 24 metros de largo.
  • Son animales muy tranquilos y curiosos, caracterizados por tener la piel de color azul oscuro o negro con un parcheado blanco sobre el vientre, y, como rasgo distintivo, carecen de aleta dorsal.
  • Alrededor de la cabeza, que ocupa una tercera parte de todo su cuerpo, se hallan unos engrosamientos de la piel que destacan por sus colores claros. A menudo estas manchas son utilizadas para identificarlas y tenerlas vigiladas a lo largo de su vida.
  • Además, sobre estos animales podemos observar a algunos organismos parásitos, como percebes y otros crustáceos, muy llamativos debido a que colonizan gran parte de la cabeza.
  • También presentan una enorme barba frondosa en la boca que mide unos tres metros, la cual era una de las partes más deseadas por aquellos que las cazaban.
Un ejemplar de ballena franca emergiendo del agua.

Alimentación

Este mamífero está considerado como uno de los mayores depredadores del mundo, siendo su principal alimento uno de los animales más pequeños que existen: el plancton. Aunque, dependiendo de la especie, se decantarán más por unos organismos que por otros, como veremos más adelante.

Reproducción

En las ballenas francas varios machos pueden intentar aparearse con una misma hembra. En este caso, los machos no malgastan sus fuerzas en actuar de manera agresiva para poder acceder a ella, sino que se preocupan, más bien, de conseguir transmitir sus genes a la descendencia.

A pesar de que el acto de apareamiento puede darse durante cualquier época del año, no es hasta invierno cuando nacerán las crías. A partir de este momento, deben pasar aproximadamente tres años para que las madres puedan volver a dar a luz.

Especies conocidas de ballena franca

Según el espacio geográfico en el que habitan estas increíbles criaturas, tres especies han sido las que se han adaptado a los diferentes océanos.

Ballena franca del Atlántico Norte (Eubalaena glacialis)

Esta especie se alimenta principalmente de copépodos, aunque muchas veces incluyen otros componentes de plancton a su dieta.

Se halla en países como España, Portugal, Canadá, Noruega o Islandia. Es una de las ballenas más amenazadas a nivel mundial, y de hecho hay quienes consideran que está actualmente extinta en el este del Atlántico Norte.

Tras siglos de explotación para el sector comercial, la última ballena franca glacialis avistada en la península (“la ballena vasca“) fue cazada el 14 de mayo de 1901 en Orio (País Vasco).

Ballena franca del Pacífico Norte (E. japonica)

Como su nombre indica, estas ballenas habitan en los océanos de Japón, aunque también se encuentran en las costas de algunos estados de América como Alaska o California.

Durante siglos, estos cetáceos también sufrieron la excesiva explotación con fines comerciales, y a pesar de su prohibición, países como Japón y Noruega continuaron cazándolas con una enmascarada “finalidad científica”.

Ballena franca Austral (E. australis)

E. australis es la especie de ballenas francas que se encuentran en países como Argentina, la Antártida, Brasil, Chile, Australia y Nueva Zelanda. Se alimenta sobre todo de krill. Esta es la única especie que consiguió recuperarse de la continua explotación comercial.

Poblaciones en peligro de extinción y otras amenazas

Durante años, la ballena franca ha sido un animal que ha estado muy perseguido, debido a la alta cantidad y la buena calidad del aceite que se podía obtener de su grasa. Esto provocó que a principios de siglo XX estuviera al borde de la extinción y por eso La Comisión Ballenera Internacional decretó el cese de su cacería.

Otras de las grandes amenazas que sufren las ballenas son los choques con embarcaciones, que navegan cerca de las poblaciones, y los enredos con cuerdas y materiales del equipo que los humanos utilizan durante la pesca.

Estos animales, tristemente, pueden no conseguir deshacerse de estas redes y llevarlas en el cuerpo durante toda su vida, provocándoles heridas que se infectan y que, en el peor de los casos, les ocasionan la muerte.

Un grupo de ballenas francas.

Además, el ruido generado por los barcos provoca un impacto ambiental en estos animales que les perjudica de distintas formas:

  • Reducen el rango de comunicación entre las ballenas,
  • producen cambios en el comportamiento y apareamiento,
  • alteran su ciclo de alimentación,
  • generan un aumento del nivel de estrés.

El mamífero mejor adaptado al medio marino

Como vemos, la ballena franca es uno de los cetáceos más impresionantes que jamás haya existido. Sus características físicas hacen únicas y especiales a estas ballenas, además de que le permiten ser uno de los mamíferos que mejor se han adaptado al medio acuático.

Pero, por otro lado, han sido también uno de los animales que más ha sufrido la acción humana. Hoy en día es un mamífero protegido por la Ley de Especies en Peligro de Extinción y la ley de Protección de Mamíferos Marinos. Sin embargo, tanto la especie del Atlántico Norte como la del Pacífico, están en peligro crítico de extinción.

 

 


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