Animales que duermen de pie: ¿cómo lo hacen?

Los animales que duermen de pie no lo hacen por gusto. Todo comportamiento en el mundo natural tiene un componente evolutivo fijado en el tiempo por presiones selectivas.

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 08 febrero, 2022

Seguro que ya sabías que algunos animales duermen de pie. Un ejemplo cercano de este comportamiento son las aves urbanas —como las palomas—, que se mantienen sobre sus patas, mientras meten la cabeza bajo el ala.

Sin embargo, si piensas en un humano durmiendo de pie, lo primero que te viene a la mente es que se le van a doblar las rodillas y va a caerse al suelo. Con base en esta premisa, ¿sabrías explicar cómo algunos animales consiguen dormir en esta postura tan extraña? Aquí te damos la respuesta a esta cuestión y otras muchas.

¿Por qué hay animales que duermen de pie?

Hay una lógica sencilla detrás de este fenómeno. Si piensas en ello, la mayoría de animales que puedes ver durmiendo de pie son presas: bovinos, aves, équidos y otros. Sin embargo, es fácil avistar grandes depredadores —felinos en la cima de la cadena trófica, por ejemplo— durmiendo totalmente relajados y expuestos.

Entonces, ¿por qué los animales presa duermen de pie? La mayoría de ellos necesitan quedarse en estación para facilitar la huida ante un posible ataque. La clave es la supervivencia, pues dedicar unos cuanto segundos a incorporarse tras el descanso puede suponer la muerte si un depredador acecha.

¿Cómo pueden dormir de pie?

Aunque la explicación anterior tenga sentido, queda otra pregunta por resolver: ¿cómo es posible que estos seres vivos no se caigan cuando duermen? Los músculos se relajan durante el sueño y, en principio, no podrían sostener el cuerpo.

Los animales que duermen de pie tienen distintos mecanismos, según la especie, que les permiten mantenerse en esa posición. Por lo general, su anatomía favorece que aparezcan bloqueos de articulaciones, lo cual posibilita que puedan relajarse sin derrumbarse.

Por otro lado, dormir de pie no es la única estrategia que garantiza mínimamente su seguridad. La mayoría de estos animales no duermen muchas horas seguidas, sino que reparten su sueño en pequeñas siestas. Esto, a su vez, les sirve para poder compaginar el estar alerta con alimentarse durante varias horas al día.

Algunos animales que duermen de pie

Si sientes curiosidad por conocer ejemplos de animales que duermen de pie, aquí tienes algunos que te permitirán tener una visión más amplia de este mecanismo de supervivencia. No te los pierdas:

• Caballos: estos équidos bloquean la babilla —articulación que une fémur, tibia y rótula—, lo que les permite relajarse sin que se les doblen las patas.
• Jirafas: las jirafas duermen en pequeños intervalos de 10 minutos, hasta un total de 2 horas al día. De esta forma, apoyar todo su peso sobre las patas no es perjudicial, dada su anatomía y su tamaño.
• Flamencos: al igual que otras aves que duermen sobre una pata, los flamencos pueden bloquear la articulación de la rodilla para equilibrarse sobre ella, mientras meten la cabeza bajo el ala.
• Elefantes: tal y como sucede con las jirafas, los elefantes duermen una media de 2 horas al día. Incluso, pueden estar 48 horas sin hacerlo en caso de necesidad. Aparte de dormir de pie, lo hacen con los ojos abiertos, por lo que los investigadores tienen que guiarse por la actividad de la trompa para saber si están despiertos o no.
• Aves paseriformes: estos pájaros correrían peligro de caerse de la rama en la que descansan si no fuera por los tendones flexores de sus patas. Estas estructuras cierran los dedos alrededor de la percha, lo que le otorga al ave un punto de anclaje férreo.

Algunos animales, especialmente mamíferos, combinan ambas formas de dormir —tumbados y de pie— según sus necesidades. De hecho, para algunos es necesario dormir tumbados, con el fin de favorecer la salivación y la digestión, como es el caso de caballos y vacas.

Cómo, cuándo y dónde duerme una especie revela sus hábitos de alimentación, los peligros que le acechan y su forma de interactuar con factores ambientales, como la temperatura, la humedad o las estaciones del año. Nada en la naturaleza es anecdótico, ya que los seres vivos mal adaptados al ambiente terminan por extinguirse con el tiempo.

La investigación de los patrones del sueño de los seres vivos cada vez nos ayuda más a entender las dinámicas del mundo natural. Esto, además, puede compararse con el sueño de la especie humana, para seguir avanzando en el conocimiento sobre nuestra propia naturaleza.