6 errores que cometemos con nuestras mascotas
Por desconocimiento y, por supuesto, sin malas intenciones, como dueños de mascotas no siempre hacemos las cosas bien. En este artículo te contaremos cuáles son los principales errores que cometemos con los animales de compañía.
¿Cuáles son los errores que cometemos con nuestras mascotas?
No hay dudas de que queremos lo mejor para nuestro perro o gato (sea de la raza que sea o tenga la edad que tenga), pero, en ocasiones, creemos que estamos haciéndole un bien cuando en realidad le estamos perjudicando.
Así es, hay muchos errores que cometemos con nuestras mascotas y que merece la pena conocer. ¡Y cambiarlos o mejorarlos! Entre ellos podemos destacar:
1. Darle muchos abrazos
Una manera de demostrar nuestro afecto y felicidad es abrazar a los demás. Creemos que a los perros y gatos también podemos decirles cuánto los queremos de esta manera, pero no es así. Este hábito provoca mucha ansiedad y estrés en las mascotas, debido a que se sienten ‘atrapados’ entre los brazos de su dueño.
Si quieres verificarlo, abraza a tu mascota y observa cómo coloca la cabeza, si cierra los ojos, si bosteza, si lleva las orejas hacia atrás o si intenta soltarse. ¡Eso quiere decir que no le gustan los abrazos!
2. Dejarle que ‘haga lo que quiera’
Uno de los errores que cometemos con los perros y gatos es que somos demasiado permisivos con ellos. Alegando que no entienden o que no están haciendo nada malo, les dejamos que se comporten como quieren y sin reglas establecidas.
Esto es una equivocación muy grave, ya que aunque no lo creas, un animal sin límites es un animal estresado y triste. Por ejemplo, en el caso de los canes, ten en cuenta que descienden de los lobos, una de las especies mejor organizadas que existen. Cada uno de los integrantes del clan obedece al alfa y tiene una tarea específica. Haz lo mismo con tu mascota.
3. Humanizarlo
Un típico error de los tiempos actuales es considerar a una mascota como ‘el bebé de la familia’ y tratarlo como si fuese una persona. No estamos diciendo que debamos dejar de lado sus necesidades o dejar de demostrarles cariño, pero tampoco llegar al extremo de ponerles ropa o que duerman en nuestra cama.
Los animales tienen necesidades diferentes que las de los seres humanos, por lo cual, quiere a tu mascota y cuídala, pero no la consideres una persona.
4. Darle de comer de nuestro plato
Estamos sentados a la mesa y, cuando desviamos la mirada, allí está nuestra mascota con su mejor cara de ‘pobrecillo’ intentando dar lástima. Y caemos en esa jugada, nos sentimos culpables si no le damos un trozo pequeño de lo que estamos comiendo.
También puede que el animal se haya malacostumbrado a ladrar, maullar o gritar cuando estamos cenando, ya que sabe que terminará recibiendo un premio. Esto confunde a la mascota, ya que relaciona un mal comportamiento (el ladrido o el maullido) con una recompensa.
5. No llevarle periódicamente al veterinario
Es probable que cuando llega el animal a casa cumplamos con todas sus vacunas y lo llevamos al veterinario para que lo revise. Pero pasado cierto tiempo, nos ‘olvidamos’ de esa consulta médica alegando que no tiene nada y que está perfecto.
Sin embargo, hay muchas enfermedades que no se detectan a simple vista, y que solo un profesional puede diagnosticar. Recuerda que un tratamiento temprano aumenta las posibilidades de cura.
Otro de los errores que cometemos con nuestras mascotas es no cepillarle los dientes al menos una vez por semana. Ellos también acumulan bacterias y sarro, y por eso muchas veces tienen mal olor en la boca. Acostumbrarlo desde pequeño es la clave para poder hacerlo periódicamente.
6. Evitar la socialización
Un animal que no tiene contacto con otros de su especie es más propenso a comportarse de forma inadecuada. Como decíamos anteriormente, en el caso de los perros, su instinto les indica que la manada es lo más importante. Y si bien te tiene a ti como líder, también precisa rodearse de otros pares.
Muchos de los errores que cometemos con nuestras mascotas son por desconocimiento. Aprender sobre ellos es el primer paso para poder cambiarlos.