6 animales carroñeros
La palabra carroñero parece tener una connotación negativa pero, en el mundo salvaje, los animales carroñeros realizan una función esencial en el ecosistema en el que habitan. La naturaleza es sabia y en ella nada se desperdicia o se deja al azar.
Los animales carroñeros se alimentan de cadáveres y restos animales en descomposición, por lo que también son llamados necrófagos. Podemos encontrar a este grupo de seres vivos repartidos entre las aves, los mamíferos, reptiles e incluso los invertebrados.
La importancia de los animales carroñeros
Los animales carroñeros desarrollan un papel muy importante en el ecosistema, ya que eliminan los restos y contribuyen a su reciclaje por otros organismos, cuya función es descomponer la materia orgánica.
Estos seres vivos no contribuyen de forma directa a la muerte del animal del que se alimentan, pero muchos de los carroñeros son también depredadores que pueden cazar a sus presas cuando la carroña escasea.
1. Los buitres
Pese a su mala reputación, los buitres realizan una labor esencial en el medio en el que habitan. Estas aves hacen desaparecer rápidamente los cadáveres, por lo que evitan la proliferación de insectos y la propagación de enfermedades en el ecosistema.
Los buitres son aves rapaces diurnas que se alimentan de animales muertos, aunque a falta de estos son capaces de cazar presas vivas. Están muy extendidos en casi todos los continentes —menos la Antártida y Oceanía— y algunas especies se encuentran amenazadas en la actualidad.
Los buitres destacan por su cabeza y largo cuello desprovistos de plumas. Gracias a esta característica, pueden introducirse en las cavidades de los cadáveres, de los que se alimentan sin que se les adhieran sangre y restos a su superficie corporal.
Estas aves son capaces de detectar carroña a gran altura y planean sobre ella en círculos gracias a las corrientes de aire caliente que aprovechan. Los buitres también son unos voraces carroñeros, ya que pueden alimentarse de una gran cantidad de materia muerta a gran velocidad.
Uno de los grandes problemas que ha sufrido esta género es la prohibición del depósito de animales muertos o muladares, que aprovechaban estas aves —y otros animales carroñeros— para alimentarse.
2. Las hienas
Es el mamífero carroñero más conocido. Aunque más parecidas a los cánidos, las hienas comparten historia evolutiva con los felinos. Habitan principalmente regiones de África subsahariana, pero también pueden llegar a zonas de Asia.
Las hienas no comen solo los restos dejados por otros depredadores, pues son hábiles cazadoras capaces de abatir grandes animales como ñus y antílopes. La especie más grande es la hiena manchada, que convive en grandes grupos llamados clanes, caracterizados por una organización matriarcal.
Las hienas manchadas tienen un sentido del oído muy desarrollado y una excelente visión nocturna. Estos mamíferos cazan en grupo aislando al individuo más débil de la manada, al que persiguen hasta matarlo. En ocasiones, se ha visto a hienas compitiendo contra leones y otros grandes felinos por la presa.
3. Los escarabajos enterradores o necróforos
Escarabajo enterrador es el nombre popular que se le da a varias especies de escarabajos, los cuales se alimentan de materia orgánica en descomposición. Están muy extendidos por todo el globo, aunque prefieren los climas templados, donde hay mayor diversidad de especies.
La familia de los Silphidae son estudiados en la investigación forense, ya que su presencia ayuda a la determinación de un intervalo post mortem y la estimación de la hora aproximada de la muerte del fallecido.
4. El dragón de Komodo
Es una especie endémica de Indonesia, considerada como el mayor lagarto del mundo. Los dragones de Komodo se alimentan principalmente de carroña, pero también son cazadores sigilosos de invertebrados, aves, mamíferos y otros reptiles.
Estos fascinantes reptiles pueden llegar a ingerir hasta un 80 % de su peso corporal en una comida, que digieren muy lentamente. Por esta razón, los dragones de Komodo son capaces de subsistir con tan solo 12 comidas al año.
5. El demonio de Tasmania
El demonio de Tasmania es una de las especies animales más amenazadas del planeta. Se trata de un marsupial procedente de Australia. Se caracterizan por su mal olor, sus agudos chillidos y la gran potencia de su mordida. Son marsupiales cazadores, pero también se alimentan de carroña, que no comparten con ningún otro demonio.
6. El chacal
Los chacales son una serie de especies de cánidos de África, Asia y el sudeste de Europa. Son animales omnívoros, pero también se alimentan de carroña, aunque también pueden cazar pequeños mamíferos, aves y reptiles.
Estos animales normalmente viven en parejas que defienden su territorio de otros chacales, pero también se pueden ver alimentándose de restos en grupo. Sus congéneres, los coyotes, también comparten estas características alimenticias.
Estos son algunos de los animales carroñeros más conocidos, pero otras muchas más especies pueden alimentarse de carroña, sobre todo cuando escasea el alimento en su medio. Como ya hemos dicho, en el ambiente natural no hay espacio para el desperdicio de comida.
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