8 especies de roedores que pueden ser mascotas

Estos pequeños animales son más asequibles tanto en coste de mantenimiento como en el tiempo que hay que dedicarles para cuidar de ellos; eso sí, cada ejemplar presenta una personalidad y comportamiento diferentes
8 especies de roedores que pueden ser mascotas
Laura Huelin

Escrito y verificado por la educadora canina Laura Huelin.

Última actualización: 17 octubre, 2022

Aunque las mascotas más populares son los perros y los gatos, existen otros animales que también suelen mantenerse en casa como compañeros. De hecho, varios de ellos no pertenecen a los mamíferos, sino que abarcan otros grupos como reptiles, aves, roedores y hasta peces.

Los roedores son pequeños animales mamíferos, simpáticos y expresivos, a la vez que inteligentes. Desde hace unas décadas han empezado a popularizarse porque son fáciles de cuidar y limpiar y no ocupan mucho espacio en casa; por eso te presentamos 8 especies de roedores que pueden ser mascotas.

Características de los roedores que pueden ser mascotas

Los roedores son una clase de mamíferos que se caracterizan por su dentadura: tienen cuatro grandes incisivos, dos en la encía superior y dos en la inferior, que nunca dejan de crecer. Por esto, es necesario que estén royendo continuamente para desgastarlos y mantenerse sanos.

Hay roedores de muchos tamaños diferentes: los más pequeños del mundo son los jerbos pigmeos que pesan apenas 3 gramos. Los más grandes, en cambio, son las capibaras, también conocidas como carpinchos: pueden llegar a pesar 35 kilogramos y tener el tamaño aproximado de un perro pastor alemán.

Los roedores que pueden ser mascotas no se van a estos extremos; estos dos ejemplos son animales salvajes que son muy difíciles de cuidar en cautividad. En una consulta veterinaria, los roedores domésticos se tratan como animales exóticos, pero están adaptados a vivir en nuestras casas.

Esta clase de animales son herbívoros, es decir, solo se alimentan de frutas y verduras; en algún caso, como los hámsters o los jerbos, además pueden consumir semillas y frutos secos. Sus alimentos siempre deben estar frescos, lavados y crudos: no pueden consumir aceite, sal, azúcar u otros aditivos.

Si quieres convivir con una de estas especies de roedores que pueden ser mascotas, primero infórmate de cómo prepararte para recibirlo en casa: qué alimentación lleva, qué jaula es la más adecuada y qué juguetes puede disfrutar.

1. Hámster

Los hámsters, cuya imagen ilustra este artículo, son los roedores más conocidos como mascotas. Hay diferentes especies de hámster que varían en tamaño y colores, pero hay varias características propias de esta especie:

Son animales nocturnos. Es decir, tienen sus horas de más actividad durante la noche: si juegas con ellos durante el día, probablemente estén de mal humor y de noche roerán, correrán en su rueda y harán ruido. A pesar de ser tan pequeños, tienen mucha energía que gastar y la emplean en correr en su rueda.

Salvo alguna especie concreta, son animales muy territoriales y no les gusta compartir su jaula con otros hámsters. Por ello es mejor que vivan solo, de lo contrario se pelearán y se harán mucho daño entre ellos.



2. Cobaya

Al contrario, las cobayas son animales gregarios que, salvo contadas excepciones, adoran tener compañía de sus iguales. No suelen tener comportamientos territoriales y son capaces de compartir hasta la comida.

Cobaya como mascota

Las cobayas pueden pesar entre uno y tres kilogramos y según su raza, tienen diferentes tipos de pelo; las diferencias entre ellas son mínimas. Las cobayas adoran comer y son muy dormilonas; al contrario que los hámsters, son diurnas y crepusculares.

Las cobayas son animales muy expresivos, que tienen un gran repertorio de sonidos que pueden hacer. También son muy inteligentes y llegan a crear lazos muy importantes con las personas y otros animales con los que conviven.

3. Jerbo

Los jerbos tienen un tamaño parecido al de los hámsters, pero con unas cuantas diferencias que nos permiten identificarlos. La más llamativa son sus grandes y fuertes patas traseras, con las que saltan y corren: si les acondicionas un terrario a modo de jaula, debes tener en cuenta que podría saltar y escaparse.

Jerbos como mascota

Además, los jerbos disfrutan excavando y duermen en madrigueras. Debes tener esto en cuenta a la hora de preparar su jaula: debes saciar su instinto de cavar y hacer túneles en los que refugiarse.

4. Chinchilla

Quizás, de las especies de roedores que pueden ser mascotas, es la más desconocida de esta lista. Las chinchillas tienen un tamaño parecido al de las cobayas, pero pesan menos: las hembras, que son más grandes que los machos, alcanzan los 800 gramos.

Chinchilla como mascota

Solamente hay una especie de chinchilla que es doméstica, resultado de una selección genética cuidadosa durante generaciones; las chinchillas que viven en libertad no pueden sobrevivir en cautividad y no serán felices siendo mascotas.

Las chinchillas se caracterizan por sus grandes orejas redondas y una corta pelo peluda cola, única en los roedores que pueden ser mascotas. Son animales extremadamente sociales con las personas que conocen, pero tímidas y temerosas de los desconocidos. A pesar de esto, las caricias y los manipulados le agobian y le provocan estrés.

5. Ratón

Los ratones son quizá de las especies de roedores más populares, aunque no exactamente como mascota. Por lo común, son criados con fines de investigación y los científicos son quienes tienen mayor contacto con ellos. Además, la mayoría de las personas tienen serios prejuicios contra estos animales, lo que hace que no muchos se aventuren por tenerlos como compañeros.

Es triste que no sean considerados como buenas mascotas, pues sus capacidades cognitivas y su carácter sociable los hace sumamente interesantes. De hecho, podría considerárseles una mejor opción que los hámsters por ser menos agresivos y territoriales.

Ratas y ratones

Al principio son muy cautelosos y es probable que tengan mucho miedo a tu presencia, pero con el paso del tiempo podrían incluso exigir tu atención. Tienen un tamaño promedio de entre 9 y 15 centímetros, por lo que caben con facilidad sobre tu mano. Además, aprenden bastante rápido y se les puede enseñar trucos complejos si se tiene la suficiente paciencia.

6. Perrito de la pradera

Los perritos de la pradera son mascotas poco comunes y desconocidas por las personas. Son parientes cercanos de las ardillas, por lo que comparten varios aspectos físicos. Reciben su nombre debido a que su vocalización se parece bastante al ladrido de un perro.

Existen diferentes especies de perritos de la pradera. Si bien en la mayoría de los casos no existe alguna restricción para tenerlos como mascotas, ciertos países pueden requerir que los tutores saquen permisos especiales. Así que antes de adoptar a este roedor, lo mejor es revisar la legislación local para evitar cometer alguna falta grave a la ley.

Otro punto a tener en cuenta son los cuidados demandantes que pueden llegar a tener los perritos de la pradera. En primer lugar, ocupan un espacio mayor a 20 metros cuadrados para su hábitat. Aunque también, precisan de suelo natural que les permita excavar su madriguera.

Perrito de la pradera: comportamiento

7. Rata

Las ratas se parecen demasiado a los ratones, con la gran diferencia de que alcanzan tamaños superiores a los 20 centímetros de longitud. Poseen casi las mismas capacidades cognitivas que sus parientes más pequeños, lo cual las convierte en compañeros astutos, inteligentes y curiosos.

Rata como mascota al hombro

Existen algunas variantes de estos roedores que presentan pelajes de distinto color, lo cual hace más amplia las opciones que puedes elegir como mascota. Claro está, no todas ellas son fáciles de conseguir. A pesar de su mala fama por los prejuicios que existen contra la especie, son excelentes animales domésticos que podrían darte experiencias inolvidables.



8. Ardilla

Aunque parezca increíble, las ardillas también se encuentran dentro de las especies de roedores que pueden ser mascotas. No les gusta la interacción con los humanos y son bastante desconfiadas, pero el simple hecho de verlas correr o escalar en su hábitat es asombroso. Eso sí, solo deben adoptarse en centros de crianza certificados y jamás deben ser extraídas de la naturaleza.

Otra complicación al mantener a estos roedores es su jaula, pues necesitan un espacio grande con troncos, plataformas y varios juguetes. Su temperamento hace imposible que se les pueda enseñar algún truco o convivir de una manera más cercana con ellas. Así que es mejor no molestarlas y observar cómo se desarrollan por sí mismas.

Ardilla como mascota

Los roedores son unas maravillosas mascotas, si respetamos sus instintos y les facilitamos comida u objetos que puedan roer. Cada especie tiene unas características propias, por lo que si quieres adoptar un roedor, primero infórmate de cuáles son sus necesidades para que los dos seáis felices desde el primer día.


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