9 trucos para engordar a mi perro

De acuerdo a las características de la raza del perro, su peso saludable se situará en un rango u otro. En caso de que no conozcamos con precisión este dato, será necesario consultarlo con el veterinario.
9 trucos para engordar a mi perro

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 08 mayo, 2022

Cuando un can no se encuentra en su rango de peso saludable, los dueños deben ayudarlo a recuperarse progresivamente. ¿Y qué implica esto? Ayudar al perro a ‘engordar’ hasta que alcance el índice de masa corporal y grasa adecuado.

Hay perros que, por la naturaleza de su raza, tienen una contextura fina y, por ende, un aspecto delgado. Pero si tu perro siempre ha tenido un peso normal y, de pronto, ha bajado de peso de forma drástica, es necesario encontrar la causa y darle una solución pronta. Sigue leyendo este espacio y descubre cómo aumentar su peso de manera adecuada.

Posibles causas de la pérdida de peso

Las causas de pérdida de peso en las mascotas pueden ser muy variadas. Entre las más comunes se destacan: una alimentación pobre en nutrientes, la presencia de parásitos, el estrés del animal ante una situación en concreto, entre otras condiciones. A continuación te comentaremos cada una de estas con mayor detalle.

Cuando un perro está delgado, hay que ayudarlo a engordar.

1. Parásitos intestinales

Cuando un perro sufre de parásitos intestinales, tiende a bajar drásticamente de peso en un lapso de tiempo corto. La delgadez extrema está causada por el robo de nutrientes de los parásitos cada vez que el perro realiza una comida.

Sin embargo, los parásitos también pueden provocar hinchazón, por lo que la delgadez extrema muchas veces puede estar solapada por esto. Es muy importante que revises a tu mascota de cerca y te fijes si se le marcan las costillas. De ser así, será necesario visitar de inmediato al veterinario.

2. Nerviosismo o estrés

Aunque esta es una de las causas más difíciles de notar, suele ser una de las más comunes. Los cambios en el entorno o en los hábitos de la mascota pueden incidir negativamente en ella, a tal punto que deje de comer por nerviosismo, estrés o depresión. Por lo general, esto resulta más evidente cuando ha ocurrido una separación y la mascota experimenta un duelo. 

3. Una dieta pobre o inapropiada

Una dieta pobre en nutrientes o que no contenga aquellos que tu perro más necesita es una causa frecuente de pérdida de peso. En caso de presentarse, resulta imprescindible conversar con el veterinario para ajustar la dieta o bien, complementarla con algún tipo de suplementos.

¿Cómo ‘engordar’ al perro correctamente?

Antes de pensar en aumentar el peso de tu mascota, es obligatorio acudir con un profesional de la salud animal para que evalúe la situación. Aunque la pérdida de peso es un signo de que algo está mal con la nutrición del perro, no siempre se soluciona solo con ‘engordar’. Así que atiende las indicaciones de tu veterinario y si él lo recomienda, cambia su alimentación.

En caso de que ya tengamos la aprobación veterinaria, para ayudar a engordar a nuestro perro no hay que precipitarse. Es decir, no es necesario aumentar de un día para otro la cantidad  de alimentos de una forma exagerada. En realidad, lo que se debe hacer es optar por lo siguiente:

1. Alimentos de calidad

A veces no es importante la cantidad de los alimentos, sino la calidad, esto tampoco significa que se deba recurrir a lo más caro. Pero sí significa que hay que preocuparse por buscar aquellas opciones que ofrezcan una nutrición completa que pueda brindar una dieta balanceada al perro.

Aquellos alimentos que contengan, por ración, entre un 12 y un 23% de proteínas, serán una buena opción para los perros. Las proteínas también se pueden obtener de carnes y grasas, pero no hay que abusar de ellas.

Existe comida especial para ayudar a engordar a aquellos perros enfermos que también son una buena opción, puesto que están reforzados con vitaminas y minerales que su cuerpo necesita. Una vez terminada esta dieta, hay que procurar buscar un pienso rico en nutrientes para no empobrecer la dieta nuevamente. 

2. Comidas más apetitosas

Si no consigues que tu perro se coma su pienso, puedes mezclarlo con su alimento favorito, como un poco de pollo, ternera, res o incluso un poco de caldo de carne. Eso sí, cualquier tipo de comida casera debe ser preparada de manera especial para el can, sin condimentos ni sal. También se pueden introducir algunos trozos de snacks caninos y otras delicias que inviten al animal a comer.

Alimentos que ayudan a engordar a tu perro.

3. Enzima vegetal

La enzima vegetal la suelen prescribir los veterinarios en ciertos casos. Normalmente, viene en formato de píldora, cápsula o pasta. Su función es ayudar a restaurar y mantener la salud del sistema digestivo del perro, además de aumentar la cantidad de nutrientes que el perro pueda absorber cada vez que realice una comida.

4. Frecuencia de las comidas

También es importante tener en cuenta el orden y cumplimiento de los horarios de comidas. Mientras más se respeten los horarios, en menor cantidad de tiempo el perro conseguirá engordar y recuperarse. Por otra parte, hay que tener en cuenta que, según la edad de la mascota y su condición, el número de comidas variará.

Vómitos en tu perro

5. El agua es muy importante

Una buena dieta debe estar complementada por la ingesta correcta de agua. Sin la cantidad de agua necesaria, el organismo del perro no podrá funcionar correctamente y la absorción de nutrientes no podrá llevarse a cabo. Es imprescindible mantener la suficiente cantidad de agua fresca para el perro, para que pueda beberla cada vez que lo necesite.

6. El ejercicio físico

Siempre y cuando el veterinario lo autorice, será necesario complementar la dieta y la hidratación del perro con una rutina de ejercicios apropiada. Esto tiene como finalidad fortalecer su organismo y, por supuesto, abrirle el apetito para que consiga engordar hasta llegar a su peso ideal.

7. Cambia a una dieta BARF

Este punto no es para cualquier perro y tampoco está al alcance de todos los bolsillos. Sin embargo, las dietas BARF o comida cruda biológicamente apropiada, aumentan la palatabilidad y el apetito de los canes que la prueban. El problema es que debe ser formulada por un experto y necesita altos estándares de higiene para prevenir problemas de salud.

Antes de optar por utilizar este tipo de dietas, consúltalo bien con tu veterinario. Es imposible negar que proveen muchos beneficios, pero solo si son controladas de manera adecuada.

8. Mide bien las porciones

No solo la calidad de los alimentos es importante, sino también la cantidad de cada ración. Por ello, es importante que te informes bien con un veterinario sobre las porciones adecuadas para tu mascota. Recuerda que si se le ha recomendado ejercicio, es probable que su requerimiento nutricional sea más alto de lo normal. Así que sé cuidadoso en este aspecto.

9. Elimina las fuentes de estrés

Si la pérdida de peso es provocada por un factor emocional o estrés, no bastará con aumentar la calidad o cantidad de la comida para que tu perro recupere el apetito. En estos casos es necesario identificar y eliminar lo que le ocasiona incomodidad. Esto puede ser desde un simple cambio en su rutina o en su alimentación, hasta depresión por la falta de atención de su tutor.

Para solucionarlo solo debes pasar más tiempo con él para que recupere el ánimo. Conforme se sienta mejor, tu perro debería volver a recuperar el apetito. Recuerda que si esto no sucede y únicamente empeora su condición, deberás acudir de inmediato con un profesional de la salud animal.

Presta atención a las indicaciones del veterinario y, en poco tiempo, conseguirás restaurar la salud de tu mascota. Recuerda que, más vale invertir en tiempo y en hacer las cosas con paciencia que pretender una mejoría de la noche a la mañana.


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  • Loaiza Arias, M., Loaiza López, L., & López Marín, Á. M. (2018). Diseño de dietas BARF para perros en tres etapas fisiológicas. (Tesis de grado, Universidad Tecnológica de Pereira)
  • González Domínguez, M. S., & Bernal, L. (2011). Diagnóstico y manejo de la obesidad en perros: una revisión. CES Medicina Veterinaria y Zootecnia.

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