¿Cuándo hay que ponerle bozal a mi perro?

¿Cuándo hay que ponerle bozal a mi perro?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 18 noviembre, 2017

Si amas a tu peludo seguro que te sientes mal con la sola idea de que tienes que ponerle un bozal. Esos antipáticos objetos asociados tradicionalmente a los perros agresivos, sin embargo, pueden llegar a ser necesarios en algunas ocasiones. E incluso, según la ley española, es obligatorio que lo utilicen determinadas razas de canes cuando transitan por espacios públicos.

Conoce las razas de perros que por ley deben usar bozal

Autor: Richard Smith
Autor: Richard Smith

Empecemos entonces conociendo la legislación vigente. Aunque sepas que tu mascota es el animal más pacífico del mundo, deberás colocarle un bozal para salir a la calle si forma parte de las razas catalogadas como potencialmente peligrosas a criterio de la ley española. Toma nota:

  • Pit Bull Terrier.
  • Staffordshire Bull Terrier.
  • American Staffodshire Terrier.
  • Rottweiler.
  • Dogo Argentino.
  • Fila Brasileiro.
  • Tosa Inu.
  • Akita Inu.

Pero, además de los canes de estas razas o que fueron engendrados a través del cruce de las mismas, también se considera “potencialmente peligrosos” a aquellos animales que tengan la mayoría de sus características, aunque no puedan ser encuadrados como de determinado “linaje”.

Ten en cuenta también que algunas leyes locales pueden agregar otras razas consideradas peligrosas al listado vigente a nivel nacional. Así que infórmate bien antes de salir a dar un paseo con tu peludo.

Por más antipático que nos resulte, a veces nuestros perros deben usar bozal, sobre todo si forman parte de las razas consideradas, por ley, como potencialmente peligrosas.

Situaciones que podrían requerir el uso del bozal

Entonces, si tu perro tiene la suerte de no ser considerado una amenaza por la legislación española, lo ideal es que lo libres del molesto bozal y que -con paciencia y persistencia- lo eduques para que no haga las cosas que podrías reprimir con el odiado aparatejo.

Sin embargo, mientras está en proceso de aprendizaje o, en algunos casos de fuerza mayor, es posible que necesites recurrir a su uso. Por ejemplo:

  • Cuando lo llevas al veterinario. Los peludos suelen ponerse nerviosos en la sala de espera y también pueden intentar morder al médico si realiza alguna maniobra con ellos que les resulta dolorosa.
  • Cuando acude a la peluquería canina. Ten en cuenta que muchos peludos detestan particularmente que los bañen o les corten el pelo y las uñas.
  • Cuando lo sacas a pasear y come cualquier cosa que encuentra en el suelo, incluso heces de otros peludos, o se muestra agresivo con otros animales.

Recomendaciones sobre la utilización del bozal

Recuerda que el bozal es un elemento muy incómodo para el peludo y que solo sirve para parchear o tapar conductas a las que todavía no se le pudo encontrar una solución efectiva. Ponérselo como castigo por algún comportamiento indebido, o para evitar que ladre en exceso, solo empeorará la situación.

Si de todas maneras te ves ante la necesidad o la obligación por ley de que tu mascota lleve uno, recuerda que:

  • No debe usarlo por períodos prolongados de tiempo.
  • El animal tiene que ser supervisado de forma constante mientras tiene puesto el bozal, ya que puede lastimarse si intenta sacárselo o puede morir ahogado si está imposibilitado de vomitar.

Qué bozal elegir para tu mascota

Autor: Maja Dumat
Autor: Maja Dumat

Las tiendas para mascotas nos ofrecen gran variedad de modelos de bozales. Lo ideal es que elijas el que a tu peludo le resulte más cómodo y, sobre todo, el que le permita abrir la boca para poder respirar bien, regular la temperatura y no ahogarse en caso de vómito. Por tales motivos, uno de los modelos más recomendables es el tipo canasta, que crea una barrera de separación entre la boca del peludo y las cosas y seres que lo rodean.

Lo más recomendable es que acostumbres al peludo a usar el bozal desde pequeño, sobre todo si es de las razas consideradas potencialmente peligrosas por ley.

Ve poniéndoselo por períodos cortos de tiempo y recompénsalo con alguna golosina y con halagos cuando se lo quites. Así lograrás que vaya relacionado el tema con algo positivo y no lo considerará un castigo.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.