¿Por qué mi perro a veces no huele bien?

Cuando adoptamos una mascota nos dicen que no lo bañemos más de una vez al mes, dos a lo sumo. No obstante, a pesar de seguir estas indicaciones al pie de la letra, nuestra mascota siempre termina oliendo mal una semana después de bañarlo. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué hay detrás de este mal olor? En este artícculo vamos a responder estas y otras preguntas sobre el canino y por qué no huele bien.

Son muchos los olores de nuestro perro que pueden molestarnos: su aliento, su aroma corporal o incluso sentir que no huele bien o huele a mojado hasta cuando no lo está. Veamos qué hay detrás y qué podemos hacer para aminorar el mal olor.

¿A qué huelen los perros?

Es fácil de contestar a esta pregunta: los perros huelen a perro. Y es que aunque su olor sea diferente al nuestro, esto no significa que huelan mal. Para nuestro olfato posiblemente sí, pero para el de ellos no es así.

De hecho, los perros tienen un olor peculiar que los ayuda a identificarse como seres individuales. Estos olores también les permite comunicarse con otros animales. Esto es algo importante a tener en cuenta antes de afirmar que tu can no huele bien.

El olfato de los perros está miles de veces más desarrollado que el nuestro, por lo que este olor peculiar que tienen les permite ser identificados por otros compañeros de especie. Este aroma está mucho más desarrollado en las almohadillas perrunas, pues es ahí donde mayor número de hormonas del olor se segregan.

No obstante, aunque algunos de los olores que desprende nuestro perro son normales, hay muchos otros que van más allá y que a veces pueden ser síntoma de una enfermedad en la piel, el aliento o digestiva. Por eso, si crees que el olor de tu animal es demasiado fuerte y exagerado, te damos unas recomendaciones para evitarlo.

Mi perro no huele bien, ¿cómo evitarlo?

Baño y cepillado

Como hemos dicho al principio del artículo, los perros necesitan bañarse una vez al mes al menos para evitar olores más fuertes de lo habitual. No obstante, algo que muchos no saben es que el cepillado debe formar parte de esta rutina de higiene.

Cepillar el pelo de tu mascota a diario favorecerá a que sustancias y bacterias que pueden adherirse a su piel en sus paseos callejeros se vayan y no generen malos olores en su dermis.

¿Y si lo que le huele es el aliento?

La higiene bucal es algo que solemos dar por sentado con nuestras mascotas pero que es vital para mantener su aliento así como sus dientes en excelente estado.

Tu veterinario te dirá qué tipo de pasta dental y cepillo deberás usar y cómo hacerlo tú mismo en casa. Aun así, una visita semestral al veterinario para la eliminación de sarro y otros problemas bucales es tu perro es obligatoria.

La piel

Aunque la piel canina tiene su propio olor peculiar, en ocasiones este puede ser demasiado fuerte. Esto puede indicar la presencia de una enfermedad. Podría ser ocasionada por hongos o bacterias que tal vez acaben destruyendo el pH de la piel de tu mascota y acarrear peores consecuencias. Lo mejor es que si denotas un olor demasiado intenso en la piel de tu animal, acudas al veterinario.

Oídos

Por norma general, las orejas de los perros desprenden un olor un poquito más fuerte de lo habitual, al igual que también sucede con los nuestros. Sin embargo, cuando este se hace más intenso, tanto que incluso se puede notar sin acercar nuestra nariz a sus orejas, es posible que tu can tenga una infección: otitis.

Esta puede ser muy dolorosa para el animal e incluso provocar otras consecuencias nada agradables. No mediques a tu mascota ni hagas caso de consejos de otros dueños que les han funcionado a ellos. Cada can es un mundo y el diagnóstico y tratamiento deberá darlo el veterinario del animal.

Flatulencias

Si estas huelen peor de lo habitual es muy probable que tu animal tenga algún trastorno estomacal o problema digestivo. Hazle una analítica para salir de dudas y preservar la buena salud de tu mascota.

Como ves, es importante estar atento al mal olor de tu mascota, aprendiendo a distinguir si es algo normal o se ha ido más allá de los debido, lo cual normalmente siempre es causado por una anomalía médica que hay que tratar.