Muki: el gato que usó sus 7 vidas

Muki: el gato que usó sus 7 vidas

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 18 noviembre, 2017

Hoy traemos la historia del gato Muki, un animal que sobrevivió a situaciones complicadas, provocadas en gran parte por sus erráticos propietarios. Algunos podrían afirmar que el animalito gastó ya buena parte de las 7 vidas que supuestamente tienen estos felinos. Lo cierto es que el minino se habría ahorrado muchas de sus desdichas si hubiera contado con dueños responsables.

Conoce la historia de Muki, el superviviente

La historia de Muki parece situarse en Argentina, pero no trascendieron datos de lugares precisos o de nombres humanos. Creemos entender por qué.

El animalito fue el cuarto cachorro de una camada de la que sobrevivieron dos. La gata Michu, avanzada en años, había parido tres gatitos, ayudada por su dueña.

Al día siguiente, la mujer descubrió que dos de los cachorros habían muerto, pero que durante la noche había nacido otro, más pequeñito pero que pronto se aferró a la vida y a la teta de su madre.

Si bien se dice que los gatos tienen 7 vidas, la irresponsabilidad de algunos propietarios parecen querer quitárselas de un plumazo. Conoce la historia de Muki.

El gatito fue tirado en un baldío cuanto tenía 5 meses

Los primeros cinco meses de Muki transcurrieron en relativa normalidad hasta que, por esos caprichos humanos, el animal fue abandonado en un terreno baldío junto a su madre y a su hermanito. Todo parece indicar que los hijos varones de la mujer no querían saber nada de gatos en el hogar.

La decisión de deshacerse de los felinos pronto trajo consecuencias trágicas para los animales. A Michu y a su otro cachorro los atacaron unos perros vagabundos y murieron.

Muki sobrevivió y tiempo después fue rescatado por Inés, hija de la propietaria de Michu, que fue a buscarlo, quizá carcomida por el arrepentimiento a causa de las malas acciones de parte de su familia.

Unos ladrones robaron el automóvil de su propietaria con Muki dentro

Todo pareció volver a la “normalidad” para el minino, hasta que un día en el que era trasladado en automóvil por su dueña, el vehículo fue robado con el gato dentro.

Si bien el coche apareció unos días después y a pocos kilómetros, de Muki no hubo señales.

Cuando ya todos lo daban por perdido definitivamente, el gatito reapareció en su hogar. Habían pasado casi dos meses y estaba irreconocible: flaco, sucio y con señales de haber participado, seguramente, de alguna pelea gatuna.

El minino fue llevado a un refugio por temor a la toxoplasmosis

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Fuente: www.lanacion.com.ar

Apenas cinco meses después del regreso de Muki, Inés quedó embarazada y su marido decidió sacar al gato de la casa por temor a la toxoplasmosis. Pese a las explicaciones y ruegos de la mujer, -el tema del machismo imperante en esta historia no parece ser harina de otro costal- Muki fue llevado a un refugio para mascotas.

Y si bien al menos esta vez el minino no fue lanzado a la calle, tuvo que afrontar una nueva situación de abandono y pasar a convivir con otros 140 animales.

Un año más tarde, el minino fue adoptado por una mujer que lo llevó a su casa, donde ya había otros 25 gatos.

Al tiempo, los vecinos de esta persona -que presentaba ciertos problemas mentales- radicaron una denuncia por malos olores y por maltrato animal. Así fue que Muki pasó por varios hogares provisionales y finalmente fue llevado a otro refugio.

Muki, otra vez de regreso a su hogar

Mientras tanto, Inés, una vez que nació su hijo, logró convencer a su esposo de que ya no había riesgos y que el gato podía volver a la casa.

Aunque no le resultó tarea sencilla rastrear el lugar donde se encontraba el animalito, su persistencia dio frutos.Tras dos años, logró reencontrarse con su mascota.

Por ahora podemos decir que Muki está tranquilo y feliz en su casa. Esperemos no tener que escribir otro artículo contando sus nuevas desventuras.

Fuente: www.lanacion.com.ar


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