Los perros mestizos: mucho más que una raza
Los perros mestizos son el producto del cruce de diferentes razas, que se han ido mezclando a su vez con otras, y que generan caninos con características únicas. A pesar de no tener un valor comercial, cuentan con todas las cualidades de los perros con el mejor pedigrí, además de algunos extras.
Posiblemente, una de las mayores desventajas que enfrentan los perros mestizos es la actitud de muchas personas frente a preferir perros de raza. Algunas veces la raza de un perro da cuenta de un determinado nivel adquisitivo, además de funcionar como un catalizador social. En la mayoría de los casos, a excepción de aquellos que prefieren una raza específica porque han tenido experiencias previas y les gustan sus cualidades o les tienen afecto, la decisión de escoger un perro de raza sobre un mestizo, se debe a un simple acto de vanidad.
Algunas ventajas
La cría específica de razas, además de perpetrar ciertas características físicas y estructurales, también hace que determinados genes que producen enfermedades hereditarias, se sigan continuando. Tal es el caso de la sordera en los dálmatas o las convulsiones en los bóxer. Mantener la pureza, también implica que se perfeccionen ciertos desórdenes genéticos.
Al adquirir un mestizo estás garantizando tener un perro cuya sangre y genes han sido mezclados. Normalmente los procesos genéticos tienden a seleccionar aquellas características que harán a un can más fuerte, eliminando genes que, a menos que sean dominantes, no se trasmitirán a la siguiente generación, eliminando las enfermedades por consanguinidad.
Este tipo de perros, normalmente son más nobles, aunque esto dependerá en gran parte de la herencia que traiga. Así que este aspecto se debe más a la mezcla de mestizos con otros mestizos que a la de perros de razas dominantes.
La mezcla también ayuda a que sean perros menos propensos a contraer enfermedades y tienen más resistencia física, gozando de una gran longevidad. Por este motivo se debe que sean mentalmente más estables, con menos tendencia a desarrollar problemas de comportamiento. Aunque en esto intervendrá en gran parte, la crianza y educación que reciba el animal.
Un estigma que debe evitarse es el de considerar que todos los perros mestizos son callejeros. De hecho, puede decirse que todos los perros son mestizos, pues son descendientes de los lobos y deben sus características especiales al mestizaje del que han sido producto a través de los años.
En este punto, la cría es importante, pues se denomina que un perro que reúne determinadas características, forma parte de una raza, debido a un estándar y a que existe un número de especímenes relativamente abundante que garantice la subsistencia de la misma.
Desafortunadamente, el comercio ha hecho que se estigmaticen a los perros mestizos y una de las preguntas más usuales que reciben los cuidadores de mascotas es sobre la raza a la que pertenece su pequeño amigo. Esto ha generado una problemática muy grande para los perros en estas condiciones, pues es más difícil que se les encuentre hogar, ya sea porque vienen de la calle o porque han nacido bajo el cuidado de alguien.
Sin embargo, se ha extendido una concienciación sobre la adopción de perros mestizos, siendo cada vez más frecuente ver en los hogares, animales que han sido adoptados, ya sea de un refugio, directamente de las calles o los han recibido de algún amigo o familiar. En la actualidad se ha transformado un poco la mentalidad sobre la tenencia de estos perros, aunque se considera todavía un acto un poco altruista y esa tampoco es la idea, pues caemos nuevamente en el campo de la vanidad.
Por lo tanto, el ejercicio de conciencia debe hacerse sobre la oportunidad que representa para un perro tener un hogar, ajeno a su raza, el tener la opción de ser amado, consentido y que le sea garantizada la vida que, de una manera u otra, es responsabilidad del hombre, pues nuestra especie ha sido la más beneficiada frente al proceso de domesticación y el uso de los perros para el trabajo y la compañía.