Los mejores amigos: un gatito de tres patas es adoptado por una niña con un brazo amputado
Scarlette Tipton es una niña cuya valentía y determinación la han llevado a vencer un extraño tipo de cáncer que la hizo perder uno de sus brazos cuando tenía tan sólo 10 meses de edad. Ahora es una preciosa niña de dos años que adora a los gatos, y que ha adoptado a Doc, un gatito con una pata amputada debido a que quiso dormir debajo del capó de un coche para mantenerse caliente. La familia Tripton decidió adoptarlo y se han convertido en los mejores amigos.
Scarlette estaba muy emocionada cuando vio al pequeño gato. Cuando descubrió que Doc tenía grapas en un costado del cuerpo, se dio cuenta de que era igual que ella, que tenía que luchar en batallas parecidas a las suyas.
Doc se ha adaptado muy bien a vivir con la familia. Tiene limitaciones, pero es un gatito muy activo que le encanta saltar sobre cualquier cosa; aunque su lugar favorito es estar en el regazo de Scarlette, pues son los mejores amigos del mundo.
La familia de la niña ha declarado que la idea era coger a un animal con el que Scarlette creciera, pero no contaban con que sería como ella.
Animales como terapia
Sabemos de los beneficios que aporta tener una mascota en casa, físicos, psicológicos y de toda índole. En la evolución de la sanidad moderna, se usan animales para terapias, en el tratamiento con personas con problemas físicos, para ayudar en la rehabilitación, con dificultades de adaptación e integración, problemas de sociabilidad, enfermedades mentales, etc.
Los animales aportan un incentivo de motivación y sociabilización, muy útil para muchas personas con problemas psíquicos. Entre los animales más utilizados están los caballos y los perros. Éstos últimos son un excelente instrumento para este tipo de terapias, para las actividades con personas que tienen problemas de comunicación. Los caballos también aportan relajación y movimientos muy suaves para gente con dificultades de psicomotricidad.
Hay otros animales, a parte de los caballos y los perros, que también se utilizan en las terapias con personas. Los más conocidos son los delfines, gracias a su buen trato y predisposición con los humanos.
Una mayor calidad de vida junto a sus mejores amigos
En la organización de actividades con animales, de lo que se trata es de incrementar la calidad de vida de todas estas personas, bien de la persona en particular con el animal, o en grupo, o con la ayuda de monitores, adiestradores, etc.
Pero también se está produciendo la implicación de profesionales sanitarios para llevar a cabo tratamientos, bien sea para recuperar la forma física, enfermedades psicológicas, potenciar la relación del paciente con su entorno, etc.
Está comprobado que las caricias a un animal, sobre todo si es una especie de especial receptibilidad como el perro o el caballo, otorgan a las personas que las reciben mucha confianza y seguridad y ayuda a regular la presión arterial.
Además, el contar con una mascota da una responsabilidad para las personas con más dificultades para socializarse, lo que provoca una actitud positiva y motivadora. Las personas mayores también obtienen muchos beneficios de asumir esta responsabilidad.
Beneficios para los niños con sus mejores amigos
Para los niños en edad escolar, las actividades con perros ayudan a una mejor atención y concentración, para estudiar, preparar pruebas, exámenes, para niños autistas, etc. El perro puede convertirse en algunas personas como un eficaz “enlace”, entre el mundo de los pacientes, su aislamiento mental, y el mundo que les rodea.
El inocente juego creado con los perros puede crear un importante lazo de comunicación que influirá claramente en la de las habilidades sociales. Dicho de otro modo, el contacto y la interacción con el animal ayuda al niño con autismo a descubrir emociones y percibir determinadas sensaciones que no puede percibir de ninguna otra forma. Así el pequeño puede transmitirlas.
Tratamiento para discapacidades
Además de estos beneficios para determinadas patologías o deficiencia mentales, también la interacción con animales puede favorecer la autonomía de niños que tienen discapacidades físicas o neuromusculares, ejerciendo un perro de asistente personal, realizando actividades básicas como abrir una puerta o coger un objeto, acciones que no es capaz de hacer un niño que necesite dependencia.
Además de agentes intermediarios rehabilitadores, el perro también se convierte en un asistente de los niños, mejorando su calidad de vida.