Los gatos viven más que los perros por ser más independientes
Muchas personas aprecian la sociabilidad de los perros, en contraposición a los gatos, que tienen un carácter más independiente. Sin embargo, hay recientes estudios que aseguran que los gatos viven más que los perros por esto mismo, ya que la forma de ser independiente de los gatos les ayuda a vivir más tiempo.
¿Por qué los gatos viven más que los perros?
El gato es un animal solitario por naturaleza, en pocas ocasiones se dejará tocar o acariciar por cualquier persona. Son desconfiados y ante cualquier temor tienden a defenderse con unas garras muy afiladas.
Precisamente, es esta característica la que permite a los felinos vivir una media de 3 años más que los perros. Mientras sus amigos caninos viven por un promedio de 12 años, los gatos suben un poco más, a una media de 15 años.
Teoría del envejecimiento y los mecanismos de defensa
Existen muchas teorías al respecto de esta ventaja de los gatos. Una de ellas es la que incide en la seguridad de las especies de animales como condicionante de su edad máxima. Según ello, las opciones de defensa de los gatos por sus garras y su agilidad disminuye tanto su captura como la extensión de enfermedades.
Esta teoría llamada “evolutiva del envejecimiento” está basada en que los seres vivos viven más años según las condiciones de seguridad en que se hallen. Aunque los perros son feroces, no disponen de las garras de los felinos ni de su agilidad. Si intentamos capturar a un gato, observaremos que es mucho más difícil que coger a un perro. Los gatos tienen más recursos para defenderse que los perros.
La diversidad de mezclas de razas influye en la edad
Otras teorías inciden en que la media de edad en el caso de los perros está también condicionada por la creación de diferentes razas, lo que podría ir generando una mala salud. Aunque también hay mucha variedad de gatos, las diferencias entre ellos no son tan abultadas. Pensemos, por ejemplo, en lo distintos que son un chihuahua y un mastín.
Dependencia de un hogar y un dueño
Otro factor que puede incidir en la edad de los gatos frente a los perros es que, aunque los felinos prefieren estar con su dueño, no tienen mucha dependencia del mismo para tranquilizarse si se hallan en un sitio extraño, donde no han estado nunca.
Los gatos reaccionan mejor que los perros a ambientes desconocidos gracias a su naturaleza de cazadores independientes y solitarios.
En el caso de los perros, todo cambia. Con un tiempo de convivencia, los canes se parecerán mucho a su dueño, a sus preferencias, hábitos, e incluso actitudes y posturas. Si el dueño es muy introvertido y poco sociable, su mascota será cada vez más celoso de su intimidad. Si se trata de una persona extrovertida, el animal estará cómodo saliendo del hogar en parques, plazas, etc., llenas de gente y otros perros.
El cuidado que reciban también influye decisivamente en la vida de estos animales. Con un poco de vigilancia y control, haremos que nuestras mascotas se mantengan sanas, no tengan accidentes y puedan vivir el mayor número de años posibles.
Peligros para la vida del gato
La independencia que hemos comentado de los gatos, así como su curiosidad para descubrir nuevas cosas, hace que sean propensos a peligros de todo tipo. Es muy probable que cuando empiece a salir del hogar haya una carretera que cruzar, y no sea consciente del peligro de los coches, porque nunca ha vivido con ello. Los perros son más caseros y no buscan salir del hogar.
Otro peligro para los gatos es el caso de trampas si el entorno es rural, o el ataque de algún perro callejero, o bien, si se introducen sin saberlo en una propiedad vigilada por perros.
También, pueden sufrir accidentes al cruzar de un tejado a otro, o bien si se quedan encerrados o ingieren comidas envenenadas. No olvidemos el dicho de “la curiosidad mató al gato”.
Hay más inconvenientes para un gato que sale de casa. Las enfermedades contagiosas por ejemplo, o bien peleas entre machos a causa de una gata que está en celo. En estas peleas pueden sufrir heridas muy graves.
En el caso de las hembras, una perra en celo aguardará en casa y sufrirá su momento hasta que pase. Por el contrario, una gata en celo tendrá una gran necesidad de salir de casa y aparearse con otros gatos.