La importancia de los dientes en perros

La importancia de los dientes en perros

Escrito por Yamila

Última actualización: 27 noviembre, 2017

Tal y como sucede con los humanos, los dientes en perros son más que importantes. Recuerda que les permiten comer e incluso defenderse. Por ello en este artículo te contamos cómo hacer para cuidarle la dentadura a tu mascota. Así evitarás enfermedades o dolencias típicas del can.

Principales problemas de los dientes en perros

Cuando quedan restos de comida en la boca, las bacterias no tardan en causar complicaciones que merece la pena destacar. La enfermedad periodontal es una inflamación de las encías provocada por la acumulación de placa. Se considera una infección en el tejido de las encías que puede ocasionar daños mayores si penetra en el surco que se forma entre el diente.

tumores en la boca del perro

Si al cepillar los dientes del perro se observa sangrado, hinchazón o enrojecimiento, o se percibe mal olor, quizás esté padeciendo una enfermedad dental. La mejor forma para prevenir este problema es eliminar la placa dentinaria cepillando tres veces a la semana. De esta manera te asegurarás que tu peludo no padezca gingivitis. Esta puede incluso transformarse en piorrea si la infección destruye el tejido conectivo que llega al hueso.

En el caso de que tu mascota pierda piezas o partes óseas, es porque sufre de periodontitis. Las repercusiones en la salud del animal en esta situación son graves. Puede incluso causar una pérdida de las ganas por comer, no poder triturar bien los alimentos o sentir dolor al llevarse un juguete o un objeto a la boca.

Los dientes en perros: para qué sirven

En la mayoría de los casos los cachorros tienen una dentadura más saludable. Pero cuando pasan los años, las piezas dentales se van deteriorando. Si a eso le sumamos la falta de cuidados, higiene y prevención, las consecuencias podrían ser nefastas.

Los primeros dientes empiezan a salir entre las 4 y 8 semanas de nacido. Los siguientes aparecen entre los 4 y los 7 meses de vida. Luego cambia por dientes permanentes: 42 piezas que lo acompañarán por el resto de su vida.

Los dientes en los perros tienen más funciones de lo que pensamos. Por un lado les permiten cortar, desgarrar y triturar los alimentos (según usen los incisivos, los premolares o los morales). Por el otro les ayudan a defenderse en caso de que sea necesario, incluso a ti de peligros externos.

Pero eso no es todo porque la dentadura juega un papel recreativo (por ejemplo atrapar un frisbee en el aire cuando están en el parque o a tirar de una pelota con todas sus fuerzas), e incluso tienen una función fonadora. Te darás cuenta de que le faltan algunas piezas dentales cuando comience a ladrar o emitir vocalizaciones de una manera diferente.

Cómo cuidar los dientes en perros

cepillar los dientes al perro

La limpieza es fundamental para que la dentadura de tu mascota esté en perfectas condiciones. Si bien no suelen sufrir tanto las caries como las personas, y se suele creer que la boca canina es más higiénica que la de los humanos, es muy importante ayudarle para que no sufra mal aliento, acumulación de placa y sarro o incisivos amarillos.

El cepillado es imprescindible, aunque muchos dueños “escapen” a este hábito por miedo a sufrir mordeduras. Es verdad que no le agradará al principio, pero si lo acostumbras desde pequeño puede ser una experiencia agradable para él y para ti.

Elige un dentífrico especial para perros (se venden en las veterinarias) y el momento en que el peludo esté cansado, como por ejemplo al regresar de un paseo por el parque o una hora de juegos y ejercicio. De esta manera se quedará más quieto y podrás terminar rápido. Recuerda que la limpieza debe ser corta y que no haya problema de suspenderla si observas que el can comienza a sentirse irritado.

Háblale con voz calmada y no lo castigues o le grites porque relacionará esa actividad con algo malo y traumático. Al terminar, prémiale con una golosina (que además complementará la limpieza, sobre todo en las zonas más difíciles de alcanzar con el cepillo), un hueso o un juguete para morder.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.