La amistad entre animales es una de las cosas más bonitas del mundo

La amistad entre animales es una de las cosas más bonitas del mundo
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 15 noviembre, 2017

Los mejores estudios realizados sobre la supuesta amistad entre animales de la misma especie y de especies diferentes, nos recuerdan que, aunque los encuentros entre animales de especies distintas no suelen acabar bien, sino todo lo contrario, sí es posible que se formen, bajo parámetros determinados, una amistad entre ellos.

Las personas tenemos especial interés y curiosidad por los vídeos donde vemos relaciones con mucha dosis de simpatía entre animales, con muestras de felicidad. Los seres humanos tenemos cierta propensión a ver la felicidad en la naturaleza, a observar en ella muestras de animales felices, e interactuando entre ellos.

Sean de la especie que sean, los animales no son rencorosos, ni vengativos, ni soberbios ni prejuzgan a priori. Por tanto, pueden ser propensos a unas relaciones amistosas entre ellos con cierta cordialidad. Todo lo que hacen lo realizan con naturalidad.

Todos hemos visto historias de las parejas más diferentes entre sí, y nos ha sorprendido la naturalidad con que interactúan entre ellos.

La naturaleza sorprendente

perro gato

La amistad entre animales de distinta especie es poco frecuente, pero se produce. El mundo natural suele sorprendernos con amistades a priori impensables, elefantes que atienden a perros con enfermedades, tortugas con bebés de hipopótamos, etc.

Las muestras más usuales de amistad entre animales de especies diferentes suelen venir de animales en cautividad, que han estado siempre juntos a lo largo de su vida. Se conocieron cuando eran cachorros, y la propia cautividad y el contacto ha hecho posible el surgimiento de esa amistad.

Según esta idea de la cautividad, la explicación a la supuesta amistad entre animales de especies diferentes será la búsqueda de consuelo entre ellos. Con el paso del tiempo y la convivencia, los animales van aprendiendo a jugar juntos y van tomando un cariño especial de unos a otros, buscando la forma de comunicarse, aunque sólo sea para paliar su sensación de soledad y cautividad.

Necesidad de socializar

Al igual que ocurre con las personas, también los animales tienen una necesidad de relación social. Si un oso está solo en una jaula, sea del tamaño que sea, la carencia de interactuar con otro ser vivo que no sea un humano, le llevará a acoger de una forma positiva a cualquier animal que tenga a su lado. Las mismas carencias afectivas que puede tener una persona, también las especies del mundo animal las manifiestan.

Teorías sobre la amistad entre especies

Otras teorías sobre estas cuestiones nos hablan de que las relaciones entre especies diferentes son más propensas que entre animales de la misma especie. Por ejemplo, a un león no le hace especial ilusión la amistad con otro. Los animales son especialmente selectivos con los individuos que se acercan a ellos, y reacios a otro ejemplar de la misma especie y el mismo sexo que ellos.

Entre las especies más propensas a entablar una amistad con otros individuos diferentes a ellos están los perros, los leones y los elefantes.

Casos de amistad entre animales

elefantes

Son muchos los vídeos que circulan por la red sobre animales de especies diferentes. Está el caso del elefante Bubbles y la perra labrador Bella, que formaron una amistad duradera tras el rescate del elefante de las garras de cazadores furtivos; o casos más inverosímiles, como la relación amistosa entre una jirafa y una avestruz, que conviven en una zona de más de 65 hectáreas, donde no tendrían por qué verse si no quisieran, y sin embargo, han elegido vivir juntos.

Como decíamos, los perros son especialmente propensos a la amistad con individuos de otras especies. El perro Tinni convive con un zorro salvaje, se hicieron amigos al conocerse en los bosques de Noruega. En este caso no hay cautividad, los dos animales se juntan y juegan juntos de una forma totalmente voluntaria.

El perro Torque se hizo cargo…¡de un búho! Cuando era muy pequeño. Y el labrador Fred acogió a un patito cuando éste quedó huérfano. Fred ya contaba con una experiencia previa, pues había adoptado a un bebé de venado antes.

La naturaleza nos sorprende, y, como sucede en muchos casos, la realidad suele superar a la ficción. Deberíamos aprender mucho de lo que los animales nos muestran, en el entorno hostil en que los humanos solemos movernos.


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