Entrenamiento de perros guía: ¿cómo hacerlo?

Entrenar a perros guía es un proceso repleto de requisitos y ejercicios estrictos que no todos los canes logran superar. ¿Sabes cómo se seleccionan?

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 12 diciembre, 2022

Los perros guía o lazarillos se convierten en los ojos de personas con discapacidad visual. Estos canes están entrenados para llevar a su humano a través de los obstáculos de la vía pública, e incluso, para desobedecer una orden si esta supone un peligro para él.

Estos canes son tan buenos en su trabajo que, para quien no esté familiarizado con su entrenamiento, sorprenden y plantean preguntas al mismo tiempo. ¿Cómo llegan hasta tal punto de efectividad? Aquí podrás conocer todo el proceso que recorren desde que nacen hasta que se gradúan.

Historia de los perros guía

El primer intento sistemático de entrenar perros para ayudar a personas con discapacidad visual ocurrió en París en 1780. Más tarde, durante la Primera Guerra Mundial, Gerhard Stalling decidió entrenar perros para socorrer a todos los soldados, que volvían cegados por gases tóxicos del campo de batalla.

Casi al mismo tiempo, la estadounidense Dorothy Harrison Eustis, que ya entrenaba perros de trabajo para la policía y el ejército, se sumó al movimiento de los perros guía. La intervención de esta mujer fue lo que lanzaría el uso de perros guía al panorama internacional.

Desde entonces, las escuelas de perros guías se han multiplicado a lo largo del globo. Miles de personas han transformado sus vidas gracias a los perros guía, mejorando cada vez más en movilidad y autonomía a medida que avanzan los tiempos.

¿Cómo es el entrenamiento de perros guía?

El entrenamiento comienza desde la infancia del cánido. Este proceso sigue una serie de etapas:

• Casa de acogida: el perro permanece un año madurando en todo lo básico de ser un perro, al mismo tiempo que se le habitúa a socializar y estar rodeado de gente.
• 4 meses de edad: comienza su entrenamiento en tareas básicas del perro guía, al mismo tiempo que se trabaja en anular instintos de caza y protección.
• 8 meses de vida: se reevalúan los instintos cazadores y territoriales, para constatar que se han eliminado.
• Un año de vida: el can entra en el segundo ciclo de entrenamiento, esta vez avanzado, donde se evaluará de forma definitiva si reúne las aptitudes necesarias para guiar a un invidente.
• Periodo de prueba: una vez asignados a un humano, se evalúa durante 3 semanas el desempeño de sus funciones. Si el resultado es positivo, se considera que el perro es apto para ser un lazarillo.
• Un perro guía tiene aproximadamente de 7 a 8 años de vida activa, después se jubila y puede ser adoptado.

Claves en el entrenamiento de los perros guía

En los adiestramientos que arriba se mencionan, se tienen en cuenta una serie de elementos imprescindibles, sin los cuales este entrenamiento no sería efectivo. Los tienes a continuación:

• Uso del arnés: el arnés es el nexo de unión entre el perro y el humano. El can debe acostumbrarse a llevarlo, ya que el asa metálica puede ser molesta para él en un primer momento.
• Caminar en línea recta: aunque parezca algo obvio, esto es lo primero que se enseña a un perro guía. Es necesario que no se distraiga con estímulos externos cuando camina de un punto a otro.
• Subir y bajar bordillos: los desniveles son especialmente peligrosos para una persona que no ve. El perro aprende a detenerse ante cualquier bordillo para avisar a su humano de que se encuentra frente un cambio en la altura del terreno.
• Esquivar obstáculos: esta es la parte más compleja del entrenamiento. El perro aprenderá cómo sortear obstáculos, mostrando el camino a su tutor a una distancia determinada de él o ella.
• Normas de circulación peatonal: es esencial que el cánido sepa que debe pararse siempre que haya vehículos cerca, como en semáforos o pasos de cebra. Además, aprenderá a detenerse cada vez que exista riesgo de atropello.

Características del perro guía

No todos los perros son aptos para convertirse en lazarillos. Para garantizar la seguridad de cánido y humano, existen una serie de requisitos estrictos que tienes a continuación:

• Tener un tamaño adecuado: los cánidos deben pesar entre 28 y 45 kilos.
• Ser emocional y psíquicamente equilibrado.
• Tener rasgos de personalidad fuertemente marcados; entre ellos, obediencia, disciplina, inteligencia y serenidad.
• Ser sumisos.
• Tener una salud física robusta: no puede padecer de problemas óseos, cardiovasculares o respiratorios, así como alergias y demás complicaciones que puedan comprometer su integridad y su desempeño.
• Ser despiertos y activos mentalmente, con buena capacidad de aprendizaje.
• Tener un carácter sociable y amigable con los humanos.

No todas las razas son aptas para convertirse en perros guía. Las 3 más utilizadas son el pastor alemán, el labrador y el golden retriever. El primero, sin embargo, es cada vez menos seleccionado, debido a sus fuertes instintos de guarda y pastoreo.

¿Cómo se consigue un perro lazarillo?

El can no es el único que tiene requisitos para convertirse en guía de un humano. La persona que lo adopte como ayudante debe ser autónomo con el bastón y tener un buen nivel de orientación, pues el perro no es un GPS, sino que se guía por las indicaciones del invidente.

Por otro lado, la persona debe estar en las adecuadas facultades psicofísicas para manejar al perro y responsabilizarse de sus cuidados. Asimismo, la situación económica de la persona debe ser suficiente para hacerse cargo de los gastos de manutención del animal.

Dependiendo del país donde se solicite, algunos detalles podrían variar. En todo caso, la labor de estos perros será encomiable estén donde estén: no hay suficiente agradecimiento para un animal que dedica su vida a ayudar a un humano sin haberlo pedido.