¿Cómo evitar que nuestro gato nos muerda?

El que un gato muerda sin razón aparente significa que existe un problema importante en su vida diaria. Trata de corregirlo a la brevedad, pues la convivencia podría convertirse en algo desagradable si se deja empeorar la situación.
¿Cómo evitar que nuestro gato nos muerda?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 16 noviembre, 2022

La convivencia con los gatos debe ser amena y sin ningún conflicto que lastime al tutor o a cualquier integrante de la familia. De lo contrario, será claro que existe un problema y una o varias de las necesidades de la mascota no se cumplen por completo. Por ello, el simple hecho de que un gato muerda a una persona sin razón aparente, no debe pasarse por alto y debe buscarse la causa para evitar este comportamiento.

Al querer resolver problemas con la conducta de tu gato es importante ser realista y paciente. No debes presionarlo, pues podría sentirse frustrado porque piensa que no está a las alturas de tus expectativas. Para remediarlo, puedes seguir alguna de las siguientes pautas, pero no esperes que el felino cambie a tu medida. Si tu mascota muerde es por alguna razón.

Motivos que influyen para que tu gato muerda

gato escondido

Hay varios motivos por los cuales tu felino puede morderte. Por ejemplo, si el gato se asusta o se siente amenazado, tratará de defenderse y es más probable que muerda a una persona. A continuación, se listan algunas de las razones más habituales por las que tu mascota podría morderte:

1. Incomodidad

Para un gato hay una línea muy estrecha entre una caricia agradable y un manejo irritante. Cuando tu mascota ya no quiere que sigas, la única manera que tiene de decirte que te detengas es con sus garras o sus dientes. Además, si lo tocas en una zona sensible, puede decirte que te alejes de esa zona por medio de una mordida.

2. Entornos caóticos

Si toda su vida tu gato lo ha pasado en un lugar tranquilo y de pronto se ve atormentado por niños que hagan ruido o travesuras, es probable que tu gato se defienda a mordidas. Ten en cuenta que este tipo de entornos caóticos no son nada buenos para tu mascota, pues se estresa demasiado y comienza a actuar de manera agresiva. En la medida de lo posible, evítalos.

3. Mala socialización

La socialización es el proceso por el cual el felino aprende a convivir con otras personas y animales. Este aprendizaje se lleva a cabo durante las primeras semanas de vida, pues lo practica de manera cotidiana con sus hermanos de camada. Sin embargo, cuando por alguna razón el gato no pasa por este proceso, suele ser más propenso a desarrollar conductas agresivas y a morder sin razón aparente.



4. Cambios de horarios o de hábitos

A los gatos les encantan los hábitos y los horarios establecidos, por lo que cualquier cambio en estos les genera un malestar emocional y mental. En consecuencia, se vuelven más reactivos y es dificil evitar que un gato muerda a cualquiera que se le acerque. Por ello, lo mejor es intentar evitar los cambios en su vida diaria si no son necesarios.

5. Experiencias anteriores

Cuando un gato ha sufrido mucho maltrato por parte de sus tutores, es normal que se comporte a la defensiva y muerda como un método para evitar que le vuelvan a hacer daño. Esto suele suceder con los gatos que son adoptados o rescatados de la calle.

6. Llamar la atención

Cuando tu mascota se siente desplazada o necesita un poco de tu atención, es probable que demuestre conductas como las mordidas para lograr que le hagas caso. Ten mucho cuidado con fomentar este tipo de comportamientos, pues si le das lo que busca, continuará haciéndolo de manera indefinida.

7. Enfermedad o dolor

Los felinos domésticos son bastante reservados y solitarios, incluso si se sienten mal. Por lo tanto, es normal pasar por alto alguna enfermedad o malestar que los esté perjudicando. Además, mientras la patología les provoca dolor, tu gato se comportará a la defensiva como parte de su instinto de autoprotección. Esto significa que morderá a cualquiera que intente tocarlo porque se siente en peligro.

8. Miedo o temperamento reactivo

Cuando un gato se enfrenta a un entorno nuevo o desconocido, es probable que sienta miedo y sea imposible evitar que reaccione de manera negativa y muerda. Claro está, todo depende de la capacidad que tenga la mascota para enfrentar nuevos escenarios en su vida.

En algunos casos, ciertas razas desarrollan un temperamento más reactivo, lo que significa que es más fácil que sobrerreaccionen a las situaciones cotidianas. Sin embargo, esto puede reducirse o controlarse con una buena socialización.

¿Es fácil evitar que un gato muerda?

El entrenamiento para evitar que un gato muerda es igual de fácil tanto para gatos adultos como para los pequeños. Sin embargo, el educar a un gato para que no muerda cuando está asustado o enojado es más sencillo en su edad temprana. De la misma forma, durante este momento de su vida es fácil que genere malos hábitos, por lo que se debe ser cuidadoso con su educación.

Si tienes una mascota adulta que ha estado mordiendo durante años, llevará algo más de tiempo y de energía. Esto no debe ser algo que desanime a comenzar el entrenamiento. Muchos gatos adultos aprenden a aceptar situaciones sin reaccionar de manera agresiva, solo necesitarás más tiempo y paciencia.

Señales de que un gato va a morderte

Antes de morderte podrás percibir ciertas señales de que va a hacerlo. Observa el lenguaje corporal de tu felino cuando se sobreestimula o se irrita. Por lo general, suelen aplanarse y girarse hacia atrás adoptando una posición de acecho. Mientras se ponen de frente, su cola comenzará a latiguear o se mantendrá estática de repente. Es en este momento que puede lanzar un manotazo con las garras o soltar la mordida.

Entrenamiento para que tu gato deje de arañar y morder

Existen varias formas para evitar que tu gato muerda o arañe a una persona. La siguiente lista contiene algunas de las más sencillas de aplicar:

gato jugando

1. Acude con un veterinario

Aunque las enfermedades no suelen ser la causa más habitual por la que un gato muerde, es importante descartar esta opción a la brevedad. Recuerda que si una patología es lo que provoca su comportamiento agresivo, detectarla lo antes posible es esencial para asegurar su recuperación.

2. Asegúrate que conviva con otros gatos y personas desde pequeño

Si la causa que provoca su conducta es la falta de socialización, lo mejor que se puede hacer es intentar que se habitúe a convivir con otras personas y animales. Es posible que esto sea bastante complicado de lograr, pero con empeño, constancia y cuidado, tu gato se sentirá más cómodo ante los extraños y dejará de morder.

Siempre asegúrate de que las presentaciones sean paulatinas y progresivas, pues de lo contrario le provocarás más estrés y empeorarás la situación. En caso de que no te sientas seguro sobre como hacerlo, acude con un etólogo o un veterinario para que te oriente de manera adecuada.

3. No dejes que un gato bebé muerda las manos como juego

Mientras son pequeños, los gatos tienden a mostrar comportamientos más juguetones y desmedidos. Por esta razón, es normal que intenten morder cualquier parte del cuerpo o incluso los muebles. Es probable que esto parezca inofensivo e incluso gracioso para algunos tutores. Sin embargo, no se debe fomentar este tipo de conductas, pues es como darle la aprobación de que está bien morder.

En consecuencia, será difícil evitar que un gato muerda si desde pequeño aprendió que esta conducta era “correcta”. Así que, de preferencia, utiliza algún juguete para incentivar los juegos y siempre trata de desviar sus mordidas a algún objeto como los rascadores.

4. Evita cambiar su entorno

Los felinos domésticos aman los hábitos, por lo que es muy difícil que acepten los cambios en su entorno. Por esta razón, evita modificar su hogar o la zona en donde juega de manera drástica. De lo contrario, le provocarás estrés y será más propenso a morder.

En caso de que sea necesario cambiar su hábitat, lo mejor que puedes hacer es colocar sus juguetes y su cama de una forma similar a la que tenía antes. Además, si es posible trata de acostumbrarlo de forma progresiva. Solo así disminuirás los efectos negativos de este cambio, aunque aún es posible que demuestre algún comportamiento indeseable.

5. Sesiones de juego

Las sesiones de juego ofrecen la mejor oportunidad para enseñar a los gatos a no morder o arañar. Es en el juego en donde podrás percibir si tu felino ataca aún sin estar enojado o asustado. Muerden y arañan jugando porque están desarrollando sus instintos de caza. Es por eso que en el juego puedes enseñar a tu mascota a ser cuidadosa y suave. Enséñalo a jugar con sus patas, no con sus garras ni sus dientes.

También, puedes comenzar por invitar a tu gatito a un juego de lucha. Cuando él esté jugando de manera suave, aliéntalo con palabras. Poco a poco aumenta la intensidad y la emoción sin separar la vista de tu gato.

Tan pronto como veas que tu mascota muestra las garras o los dientes, baja la intensidad o detén de inmediato el juego. Esto, por lo regular, causa que se calme y retraiga sus garras. Si eso sucede, reanuda el juego, si no, deberás iniciar el juego una vez que el gato esté tranquilo por completo.

En caso de que en el juego el animal te muerda o te arañe, exagera gritando “ay”. Interrumpe el juego de inmediato y vete tranquilo sin hacerle caso. A los gatitos les encanta jugar. Si pones fin a una sesión de juego de manera abrupta, darás un mensaje muy potente a tu mascota. Con pocas repeticiones, tu gato aprenderá que su comportamiento es muy rudo y muy agresivo, con lo que seguro se irá suavizando para continuar el juego.


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6. Juguetes adecuados

Mientras el gato esté aprendiendo a no morder ni arañar, es muy importante que le proporciones un juguete al cual pueda “atacar”, pues sus instintos de caza se centrarán en la presa y no en ti. Asimismo, jamas utilices tus manos o pies para jugar, pues esto le dará la señal de que está bien morderlos y lo hará siempre que interactues con él.

A pesar de que tengas a tu mascota con todas las comodidades en tu hogar, no debes olvidar que los gatos son depredadores con un fuerte instinto de cazadores. Es normal que los gatos utilicen dientes y garras para desarrollar sus instintos, por lo tal deberás darle una salida de manera natural con un juguete o tu gato practicará con tus piernas o tus manos.

Si dejas algunos juguetes en el suelo, tu mascota les dará un par de manotazos y perderá rápido todo interés. Depende de ti que se divierta con los juguetes, debe ser un juego interactivo entre tú, el juguete y tu gato.

Una manera de hacerlo es “animar” al juguete atándolo con un hilo a la punta de un palo para que puedas moverlo y tu pequeño amigo lo siga. Busca en las tiendas de mascotas juguetes que creas que pueden resultarle interesantes a tu felino. Asímismo, enriquece su ambiente con rascadores de gatos, pues estos juguetes también son esenciales para satisfacer sus instintos naturales.

7. Reforzamiento positivo

Al igual que sucede en los perros, el reforzamiento positivo es la mejor herramienta que se tiene para corregir las malas conductas de los gatos. Para ello, lo único que tienes que hacer es mimarlo y elogiarlo aquellos comportamientos que sean correctos, mientras que ignoras los que sean inadecuados.

Es decir, si te muerde mientras lo acaricias, deberas evitar tocarlo de inmediato y trata de ignórarlo durante algunos minutos. Con el paso del tiempo, aprenderá que no obtiene nada si utiliza su mordida y dejará de utilizarla a menos que sea necesaria (defensa).

Eso sí, sé consistente con su entrenamiento y no caigas ante sus chantajes. De lo contrario, no conseguirás hacerle entender cuáles son los comportamientos aceptables y los inaceptables.

8. Acude con un profesional

El adiestramiento de un gato es un poco más complicado que el de un perro. Su temperamento y sus instintos son bastante diferentes, por lo que no esperes que reaccionen de la misma forma. Sin embargo, si se educa al felino de manera adecuada desde que es pequeño, es probable que se vuelva menos reacio a aprender.

En caso de que no logres corregir su conducta, lo mejor será que te contactes con un profesional para que te ayude a adiestrarlo. Recuerda que este comportamiento debe ser controlado antes de que se vuelva insostenible, pues la convivencia con su familia podría empeorar aún más. No dejes que se agrave demasiado y consulta con un etólogo felino, seguro que te guiará de manera adecuada.


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