13 cosas que detestan los perros de sus dueños

Aunque la relación entre los perros y sus dueños no suele presentar problemas, existen algunas conductas que podrían derivar en ciertos accidentes. Recuerda que los canes son seres vivos que merecen su respeto y su propio espacio.
13 cosas que detestan los perros de sus dueños

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 11 octubre, 2022

La relación entre los perros y sus dueños suele caracterizarse por la existencia de un vínculo especial que los hacen únicos. Sin embargo, como en todo tipo de relaciones, existen algunas cosas que los perros detestan de sus dueños, ya sea por generarles estrés, hacerlos sentir incómodos o evitar que puedan sentirse libres.

Se trata de actos y gestos que la mayoría de las veces no son malintencionados y hasta se hacen sin querer, pero desafortunadamente dificultan el trato entre el perro y su amigo. Para evitar que te ocurra, os dejamos las 11 cosas que más detestan los perros de sus dueños.

1. Bañarlos muchas veces a la semana

baño perro

Para nadie es una sorpresa el rechazo que sienten muchos caninos al agua y sobre todo a que los bañen. Sin embargo, lo que más odian nuestros pequeños amigos es en el momento en que sus dueños hacen esto muy seguido.



Si bien, es cierto que se debe bañar a los perros por cuestiones de higiene y hasta de salud. Uno de los mayores errores que se pueden cometer es cuando se hace más de lo debido, ya que a ellos se les debe dar un buen baño únicamente cuando en verdad lo necesiten. Con un baño cada 2 o 3 meses es más que suficiente para cuidarlo.

A pesar de que en numerosas ocasiones escuches que mientras más lo hagas menos rechazo tendrá tu pequeño amigo, procura hacerlo solamente las veces que te lo indique un veterinario.

2. No gesticular mientras le hablas

Una de las mayores virtudes de los perros es su asombrosa capacidad para comunicarse con nosotros y entender lo que les decimos. Sin embargo, para sorpresa de muchos, lo que estos hermosos compañeritos entienden son más los movimientos corporales que nuestro lenguaje en sí.

Es cierto que existen palabras que ellos logran memorizar gracias a su inigualable inteligencia. A pesar de esto, ellos aprenden a determinar lo que nosotros les queremos decir a través de nuestros gestos, por lo que una de las cosas más incómodas que pueden sufrir es cuando procuramos hablar sin gesticular.

¿No lo crees? Intenta pasar un día comunicándote con tu pequeño amigo solo con gesticulaciones, ¡te sorprenderás al notar cómo logra interpretar correctamente la gran mayoría de las cosas que le quieras decir!

3. No dejar que paseen con tranquilidad

Para todos los perros es imprescindible realizar actividades físicas para tener un buen estado de salud. Además de esto, ellos son auténticos amantes de las largas caminatas, por lo que llevarlos a pasear es algo que deberás hacer de manera obligatoria si deseas que tu perro se encuentre sano y feliz.

El pequeño inconveniente con todo esto es que en dichos paseos nuestros compañeritos pueden distraerse fácilmente, lo cual aumenta la posibilidad de que se escapen.

La solución más conocida para evitar esta situación es mediante el uso de una correa, ya que con esta podrás detener a tu canino cuando intente ir hacia un sitio al que no debe, o acelere demasiado su ritmo.

Sin embargo, esto es precisamente una de las cosas que más odian los perros, pues para ellos es importante que en sus paseos puedan sentirse a sus anchas. Cuando sus dueños los jalan con la correa, no solamente les están haciendo un fuerte daño en su cuello, sino también generándoles mucha frustración.

4. Soplarles en la cara

Otra de las cosas que detestan los perros de sus dueños es que les soplen en la cara. Aunque no lo parezca, esta simple acción les hace percibir un ruido desconcertante y seca un poco tanto sus ojos como su nariz. Por esta razón, odian sentir esa ráfaga de viento y tratan por todos los medios de detenerlo. En casos más drásticos, podrían incluso lanzar una mordida a tu cara.

5. Tocarles el bigote

Es normal que cualquier persona sienta un poco de curiosidad sobre los bigotes de su mascota. Sin embargo, estos pequeños pelos son principalmente sensibles y el hecho de que los toquen ocasiona sensaciones desagradables bastante potentes. De hecho, en un primer instante los desconcertará, pero después podría ponerlo nervioso o agresivo.

6. Apretarles las almohadillas

A pesar de que esta zona parezca dura, áspera y resistente, las almohadillas son un poco sensibles y podrían agrietarse si no se tiene cuidado con ellas. Claro está, es poco probable que al apretarlas le puedas ocasionar alguna herida, pero al perro podría dolerle si las llegara a tener lastimadas. De hecho, las lesiones en esta zona del cuerpo son más comunes de lo que se cree.

7. Hacer ruidos fuertes

No hace falta decir que los perros poseen una gran sensibilidad a los ruidos, por lo que los más fuertes podrían ocasionarle estrés, ansiedad y temor. Trata de nunca exponerlos a este tipo de estímulos y cuida que se sientan bien en todo momento. Si detectas cualquier signo de incomodidad, deja de hacer el ruido y tranquiliza a tu can.

8. Cortarles las uñas

Los perros pueden odiar que les corten las uñas por dos motivos principales: la incomodidad que sienten durante el proceso o porque los han cortado antes. Independientemente del caso, en algunas razas es imposible dejar de hacer esta actividad, de manera que se lidia con un constante rechazo por parte del can.



Para intentar que deje de odiar que le corten las uñas, puedes iniciar presentándole el corta uñas para que lo investigue. Después, toma una de sus patas y acaríciala un poco sin la intención de tocar sus uñas. Conforme repitas estos pasos, tu perro asociará los cariños y la tranquilidad con el proceso. Claro está, deberás evitar cortarle las uñas durante un tiempo mientras se adapta.

9. No tener hábitos

Los canes son animales a los que les encanta tener hábitos como dormir, comer y pasear siempre a la misma hora. Esto no solo es una especie de capricho, sino que la estructura de un día planeado lo hace tener una buena estabilidad emocional. Si no mantienes estas rutinas en la vida de tu mascota, es muy probable que comience a presentar problemas de comportamiento.

10. Hacerlos vestir con ropa innecesaria

Es común que los tutores vistan a sus mascotas como si fueran pequeños niños, con disfraces o ropa graciosa que los hace verse tiernos. No obstante, la ropa hace que los canes se sientan incómodos, pues cubre gran parte de su piel. En consecuencia, los perros detestan que sus dueños les pongan estas vestimentas solo por diversión.

11. Mirarlos directo a los ojos

Los perros se guían por las reglas básicas de la dominancia, por lo que mantener la mirada fija en sus ojos significa una amenaza o un reto para ellos. Si bien es cierto que esto no escala a algún tipo de agresión cuando se trata de personas de confianza, es posible que a los desconocidos los consideren como agresores. Así que evita realizarlo si aún no desarrollas un vínculo cercano con el can.

12. Órdenes confusas

Es claro que los perros necesitan pasar por un proceso de adiestramiento que les ayuda a controlarse en diferentes situaciones. Sin embargo, también es importante que las órdenes que se les exija sean congruentes y coherentes, de lo contrario podrían desarrollar frustración y comenzarán a odiar su entrenamiento.

Para evitar esta situación, lo mejor será que no le des demasiadas órdenes en un mismo instante y que lo guíes con calma y paciencia. Además, selecciona palabras simples como “ven”, “pata”, “sentado” que le ayuden a identificar mejor las órdenes.

13. Lo que más detestan los perros de sus dueños: los abrazos

perro con niño

Podrá parecer una broma imposible de creer, pero aunque para muchos se trate de una mentira, lo que más odian los caninos de sus dueños son los abrazos.

Sucede que lo que para nosotros es el máximo gesto de cariño que podemos brindar, para ellos representan un acto de agresividad, y la mayor invasión que puede sufrir su espacio. Para estos pequeños amigos, abrazarles significa un acto de dominación, lo cual puede generar en ellos reacciones violentas.

A pesar de que muchos caninos puedan tolerarlo y no demuestren ningún tipo de molestia, es algo terriblemente estresante, aun cuando estén acostumbrados desde cachorros.

Si notas que cuando abrazas a tu perro este se relame o baja su mirada, te está pidiendo a gritos que lo dejes de hacer de inmediato. A pesar de que existan otros actos que los caninos odien, si evitas los ya mencionados no tendrás problemas con ellos.


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